Laporta, el fin de un cuestionado presidente en el mejor Barça de la historia
- Laporta se despide tras 7 años al frente en los que logró 2 Champions y 4 Ligas
- Su mandato ha estado marcado por las críticas y los abandonos en su Junta
- El 13 de junio se celebrarán los comicios que decidirán el nuevo Presidente
El abogado Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, puso punto y final a siete años como máximo responsable de la entidad azulgrana en los que, opiniones aparte sobre su gestión como máximo responsable del club, ha dirigido el periodo más triunfal de la historia del Barça, con doce títulos en este tiempo. El próximo 13 de junio el Club escogerá en las elecciones a su nuevo máximo mandatario.
Sin embargo, Laporta será también recordado como un presidente que usó su cargo como trampolín para hacer política, apostando por un exacerbado nacionalismo. Un presidente autoritario que sufrió una dimisión en bloque de su directiva y fue acusado de espiar a miembros de su propia Junta. También fue criticado por su acuerdo con el Bunyodkor, un club de Uzbekistán, país considerado por las organizaciones internacionales de derechos humanos como uno de los peores del mundo.
Laporta, que dejará oficialmente la presidencia el 30 de junio de este año, presidió el palco de honor del Camp Nou por última vez, en el encuentro de su equipo ante el Valladolid, que supuso un nuevo título liguero para los azulgranas.
Laporta no escondió que su sueño era sentarse en un palco por última vez como presidente del Barcelona en el Santiago Bernabéu, donde el próximo fin de semana se disputará la final de la Liga de Campeones, en la que el club azulgrana quedó apeado en las semifinales frente al Inter.
Pero el mandatario barcelonista ha podido decir adiós con una nueva Liga, la cuarta que ha obtenido en sus siete años como presidente, un hecho difícil de imaginar aquel 22 de junio del 2003 cuando entró por primera vez en el palco, tras ser haber ganado las elecciones una semana antes, para presenciar el último partido de Liga, en el que el Barça buscaba acabar sexto para jugar la UEFA.
De aquel 2-0 contra el Celta, con tantos de Sorín y Saviola, buscando desesperadamente una sexta posición, la peor clasificación de los anteriores quince años, el Barcelona prelaporta con Radomir Antic en el banquillo ponía fin a su trayectoria y se iniciaba la era laportista con un nuevo entrenador, Frank Rikjaard.
Del Barça de Ronaldinho a la moción de censura
La primera temporada de Laporta terminó en blanco y no fue la única, pero a partir de la 2004-05 el Barcelona inició una etapa de éxitos en los que encadenó dos Ligas seguidas y, en el 2006, una Liga de Campeones. La excelencia que alcanzó el Barcelona tras aquel 2006, repleto de exhibiciones futbolísticas de la mano de un Ronaldinho ensalzado por toda la comunidad futbolística como el mejor jugador del mundo, dio paso a una siguiente temporada en la el equipo barcelonista sólo se hizo con la Supercopa de España.
Los cambios que reclamó buena parte del barcelonismo tras aquella temporada aciaga no se produjeron y la directiva azulgrana extendió su confianza tanto al técnico como a las estrellas del equipo (Deco, Ronaldinho y Eto'o), gesto que no tuvo mucho calado en el vestuario debido a que la temporada siguiente (2007-08) el Barcelona acabó esta vez en blanco.
Un sector del barcelonismo la tomó con el presidente, al que se le planteó una moción de censura que salvó por los pelos (El 6 de julio de 2008 el 60% de la masa social votó a favor de la moción de censura, pero no se alcanzó la cifra del 66,6% fijada por los estatutos del club para lograr la dimisión de los dirigentes). Laporta destituyó al técnico Frank Rijkaard tras acabar la temporada, idéntica salida que tuvieron algunas de las estrellas como Deco y Ronaldinho.
Guardiola, el 'flotador' de Laporta
Laporta y su directiva se jugaron a una carta salvar la imagen con la contratación de un inexperto Josep Guardiola, que si bien había iniciado de la mejor manera su trayectoria como técnico al ganar la Liga de Tercera División con el Barcelona Atlètic y el ascenso a la Segunda B, se desconocía cómo resultaría el experimento de ponerlo al control del primer equipo.
Después de unos partidos de Liga sin resultados, el equipo de Guardiola fue la mejor terapia para aplacar la tensión que se vivió en el entorno barcelonista y dentro del club. Una sucesión de partidos extraordinarios y la suma incesante de puntos situaron al equipo catalán en disposición de batir récords y escribir la página deportiva más brillante de su historia.
Guardiola, que había conseguido casi un imposible, como fue fusionar la valía de Messi y Eto'o para la misma causa, tras el adiós de Ronaldinho y Deco, los mentores del argentino, se convirtió en la cadena de transmisión para que el Barcelona fuese sumando títulos sin parar: Copa, Liga y Champions.
En el verano del 2009, el equipo de Guardiola añadió al historial del año, aunque ya correspondiente a la siguiente temporada, las Supercopas de España y Europa y al final de diciembre atrapó el deseado Mundial de Clubes en Abu Dabi contra el Estudiantes de La Plata (2-1), después de dos anteriores intentos fallidos.
Junto al éxito del Barcelona, Laporta expandió su imagen, de dirigente que en momentos de máxima tensión supo soportar la presión y tomar decisiones que, a la postre, se convirtieron en un gran acierto.
Después de poco más de 2.500 días al frente del Barcelona, Laporta cierra el periodo más exitoso de la historia del club catalán, con cuatro Ligas, dos Ligas de Campeones, tres Supercopas de España, una de Europa, una Copa del Rey y un Mundial de Clubes, todo ello en siete años.
En Ligas, el periodo de Josep Lluís Núñez, que estuvo en el club durante 22 años, fue más exitoso, al lograr siete títulos, palmarés que también domina en las diferentes secciones, como baloncesto o balonmano.