Ferrari se ve relegada en la parrilla
Ni son los más rápidos ni son los más fiables ni son los más agresivos. La escudería Ferrari debe salvar la situación crítica que atraviesa en el momento actual del Mundial de Fórmula Uno si quiere evitar que la lucha por el campeonato se le escape después de que en las últimas carreras haya evidenciado un retroceso con respecto a los otros equipos fuertes de la competición, Red Bull y McLaren-Mercedes [Clasificación del Mundial de F1].
Tras el Gran Premio de Turquía y con siete carreras celebradas, el piloto español Fernando Alonso (Ferrari) es cuarto en el Mundial con 79 puntos, a quince del líder, el australiano Mark Webber (Red Bull), a nueve y cinco de los británicos de McLaren, Jenson Button y Lewis Hamilton, respectivamente, mientras que el brasileño Felipe Massa es séptimo con 67.
Si desde el inicio del Mundial Red Bull, que ha logrado las siete 'poles' de la temporada, se había mostrado como el equipo a batir por Ferrari, ahora, a la escudería de Maranello le ha rebasado con claridad en prestaciones McLaren-Mercedes, que en la carrera del pasado domingo hizo doblete.
Aunque Ferrari no ha contado a su favor con la fortuna en muchas carreras, también es cierto que los infortunios de Red Bull y su falta de fiabilidad en algunas carreras han contribuido a que los pilotos de la escudería austríaca, Mark Webber y Sebastian Vettel, no se disparen en la clasificación del Mundial.
Mal rendimiento en las calificaciones
Alonso tampoco se ha visto especialmente beneficiado por la suerte, al margen de los dos puestos que ganó en Barcelona tras los abandonos de Vettel y Hamilton, ya que por distintos motivos ha tenido que afrontar carreras a la heroica desde posiciones muy retrasadas de la parrilla.
Es más, con un coche que ha sido inferior a los Red Bull y McLaren en Barcelona y Estambul, entre medio de ambas carreras Alonso ofrecía un gran rendimiento en el Gran Premio de Mónaco, pero un accidente en los entrenamientos le privó de obtener más puntos que le hubieran servido para paliar momentáneamente la inferioridad mecánica actual de su monoplaza.
Muestra de este menor rendimiento es la pobre clasificación de Ferrari en el Turquía, con un coche en el octavo lugar de la parrilla de salida -el de Felipe Massa- y otro en el duodécimo -el de Alonso-.
En la jornada de clasificación de Estambul, hasta cuatro equipos rodaron más rápido que Ferrari, ya que además de Red Bull y McLaren, quedaron por delante de los coches del 'cavallino rampante' los Mercedes GP de los alemanes Michael Schumacher y Nico Rosberg y el Renault del polaco Robert Kubica.
Urgencias para Canadá y Valencia
La progresión de estos equipos y la falta de evolución de Ferrari, aparentemente más centrada en desarrollar el conducto F que ha relanzado a McLaren, ha motivado que el equipo que dirige Stefano Domenicali afronte con ciertas urgencias los dos siguientes grandes premios, el de Canadá y el de Europa, en los que anuncian mejoras.
Aunque en la carrera canadiense, prevista para el 13 de junio, el equipo Ferrari podría ya introducir algún cambio en la configuración del coche, será en Valencia, en el Gran Premio de Europa, cuando estrene su mayor paquete de novedades.
Precisamente el trabajo destinado a emular, sin aparente éxito, el conducto F de McLaren, en detrimento de otros aspectos aerodinámicos del monoplaza, podría haberle pasado factura a Ferrari hasta situar a la escudería en un escenario inesperado con tan sólo siete carreras disputadas.
El propio Stefano Domenicali, jefe de Ferrari, reconoció nada más acabar la carrera de Turquía que al equipo le urge "dar un paso importante" para recuperar el déficit de rendimiento que tiene el F10 con respecto a otras monoplazas debido a que llega una "etapa crucial" del campeonato que les puede condenar en el Mundial.