Nadal, primero del mundo y V de París
- Rafa Nadal supera a Soderling en la gran final por 6-4, 6-2 y 6-4
- Consigue su quinto Roland Garros y recupera el número uno de la ATP
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Partido, venganza, Roland Garros y número uno. Rafa Nadal ha conseguido su particular 'grand slam' al superar a Soderling en la final de Roland Garros por un impresionante 6-4, 6-2 y 6-4. El español levanta así su quinta Copa de los Mosqueteros y recupera el número uno del mundo que perdió hace un año en este torneo ante su rival de esta tarde.
El indiscutible rey de París ha vuelto dos años después a lo más alto de su torneo fetiche. Tras un año de lesiones y dudas sobre su juego, Nadal ha regresado con la misma efectividad pero con un plus de agresividad que le ha permitido convertirse campeón sin ceder un sólo set en todo el torneo.
Lejos del jugador defensivo que cayó ante el bombardero Soderling en 2009, Nadal ha guillotinado el 'mazo' de su rival con una actitud ofensiva y explosiva, con goles largos al revés del sueco y consiguiendo más saques directos que el dueño del servicio más potente de todo el torneo.
De esta manera, Nadal ha finalizado la campaña en tierra batida como su absoluto dominador, tras levantar los Masters 1.000 de Roma, Montecarlo y Madrid, y poner la guinda con su victoria en Roland Garros ante un Soderling superado por completo por dos horas y 18 minutos.
La firmeza de Nadal ha convertido la final en un nuevo paseo del mejor jugador del momento, que ha sabido contrarrestar el juego plano de su rival, incapaz de contrarrestar los golpes del español. Aunque comenzó el partido con un 'ace', el sueco nunca pudo tomar la iniciativa ni llevar el juego a su terreno.
Dominio absoluto de Nadal
Como en el resto del torneo, el dominio de Nadal fue tan absoluto que en ningún momento dio la sensación de que pudiese escapársele la victoria. Robin Soderling, muy nervioso, erró sus opciones de rotura al comienzo del partido y no aguantó el peloteo alto que le planteó Nadal tras sus saques. El español sí consiguió el break en un larguísimo juego con un tremendo revés que superó al sueco y significó el primer punto de inflexión del encuentro. 3-2 para el español y el camino se empezaba a despejar para Nadal.
Con la ventaja creció la agresividad del español, que buscó puntos ganadores con su 'drive', buscando continuamente el revés de Soderling, que acusaba la presión de la gran final. Después de salvar varias bolas de break, el escandinavo sacó de su interior sus bombas de derecha y complicó la vida a Nadal. Sin embargo, el mallorquín, muy metido en el partido, se respuso y se acabó apuntando el primer set por 6-4.
El comienzo del segundo set fue espectacular. Nadal pasó por sus peores momentos de la final, pero Soderling seguía fallando en los momentos decisivos. Además, el tenista español, que sufrió con su saque en el segundo juego, alcanzó bolas imposibles y levantó a los aficionados de sus asientos con una dejada increible tras defender un derechazo y un 'smash' de Soderling.
Directo hacia su quinto título
Ante tal 'bestia', el jugador nórdico perdió la concentración y Nadal consiguió una nueva rotura, poniendo el 2-3 en el marcador. Un Nadal impresionante subió una marcha más en su juego y se despegó con su saque y un nuevo break (2-5). El juego definitivo con un servicio cómodo dejó el quinto Roland Garros a un set del español.
A sólo seis juegos de la reconquista de París y del trono de la ATP, Nadal no bajó el nivel ante un Soderling que comenzaba a quemar sus últimos cartuchos. El tenista sueco intentó recuperar sus 'bombas' y se jugó puntos ganadores, pero el partido y el torneo ya tenía dueño. Rafa Nadal arrancó el set definitivo con una rotura y amenazó con terminar por la vía rápida.
Aunque Soderling todavía tuvo tiempo de demostrar porqué ha llegado a la final de Roland Garros por segundo año consecutivo, el español mantuvo la compostura y consiguió volver a morder la Copa de los Mosqueteros. A sus 24 años, Nadal ha conseguido el increible hito de levantar por quinta ocasión el título de Roland Garros, el séptimo Grand Slam de su carrera, y se queda a un trofeo parísino de los seis conseguidos por Bjorn Borg.