Una mujer se recupera tras sufrir una lesión por soplar fuerte una vuvuzela
- La lesión tuvo lugar en una competición para hacer sonar estas trompetas
- La mujer sintió un fuerte dolor en la garganta, "me empezó a arder"
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Un mujer de Ciudad del Cabo se ha recuperado de una lesión en la garganta por soplar con fuerza una vuvuzela tras una competición para hacer sonar estas trompetas el viernes pasado, día de apertura del Mundial Sudáfrica 2010.
La mujer, Yvonne Mayer, empleada de una mutualidad, necesitó tres días para recuperarse y espera que no le haya quedado "un daño permanente, que no parece que lo haya", informó hoy la agencia local SAPA.
Tras el concurso, ella y su marido, Ronald, recorrieron las calles de Ciudad del Cabo antes del partido de apertura del Mundial 2010, que jugaron Sudáfrica y México la noche del viernes de la semana pasada, tocando la vuvuzela, las largas trompetas de plástico que los aficionados sudafricanos utilizan para animar a sus equipos.
Ya en la calle, la mujer empezó a sentir un fuerte dolor en la garganta. Cuando empezó el partido, en el que Sudáfrica y México empataron a uno, "me empezó a arder, me sentía enferma", explicó.
Al día siguiente, el médico se lo tomó a broma y le dijo que era su primer paciente lesionado por una vuvuzela, aunque también le hizo análisis y miró que no tuviese ninguna infección en la parte herida de la garganta.
Ahora, la mujer tiene sus dudas sobre si volverá a tocar una vuvuzela, instrumento tremendamente ruidoso que los sudafricanos y la FIFA defienden como elemento típico en los partidos en el país.
Otras selecciones, aficionados extranjeros y cadenas de radio y televisión han criticado las vuvuzelas, debido a que no permiten comunicarse en los estadios ni unas transmisiones fluidas y a que podría causar daños al oído.
También causan lesiones en los oídos
Las vuvuzelas también pueden causar daños auditivos, según un estudio de investigadores sudafricanos y estadounidenses, que publica el ¿South African Medical Journal¿. El estudio subraya que los que tocan dicho instrumento, y los que están a su lado, están expuestos a una potencia sonora de 130 dB, mientras que a un metro se percibirían 120 dB, un volumen de ruido muy elevado si se tiene en cuenta que un martillo hidráulico produce 110 dB y un avión despegando 130 dB.
La normativa sudafricana, que no difiere sustancialmente de la existente en ciertos países europeos, establece que se puede estar expuesto sin protección a un volumen sonoro de 85 dB durante 8 horas al día, pero solo 15 minutos a 110 dB, y ese tiempo se divide por 2 por cada 3 decibelios suplementarios. Por ello, no aconsejan permanecer más de un minuto expuesto al sonido de las vuvuzelas, bastante menos de lo que dura un partido.
Swanepoel De Wet, que ha liderado el estudio, asegura que muchos espectadores no serán conscientes de haber sufrido daños auditivos motivados por el sonido de las vuvuzelas de inmediato, pero algunos podrían tener secuelas graves y en algunos casos irreversibles.
Los más afectados serán los que tengan una mayor predisposición genética a la pérdida auditiva, mientras que la mayoría tendr
molestias similares a las que se experimentan a la salida de un concierto de música rock.
Por ello, los expertos recomiendan proteger los oídos durante los encuentros con tapones, aunque esta medida solo reducirá la potencia sonora percibida entre 25 y 30 dB. Asimismo, aconsejan acudir a un otorrino si se experimentan síntomas como zumbidos 8 horas después de haber estado expuesto al sonido.
Entre las posibles secuelas citan los acúfenos, una dolencia que provoca la sensación de escuchar zumbidos y pitidos, y pérdidas auditivas definitivas.