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Argentina busca la perfección

  • Maradona hará siete cambios en su partido contra Grecia
  • Los helenos, empatados con Corea, se juegan su pase a octavos
  • Ver más: Especial Mundial 2010 | Grupo B

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El seleccionador de Argentina, Diego Maradona, gesticula al retirarse de un entrenamiento.
El seleccionador de Argentina, Diego Maradona, gesticula al retirarse de un entrenamiento.

Alineaciones probables:

Grecia: Alexandros Tzorvas; Sotirios Kyrgiakos, Loukas Vyntra, Avraam Papadopoulos, Vassilis Torosidis; Alexandros Tziolis, Sokratis Papastathopoulos, Costas Katsouranis; Giorgos Karagounis, Fanis Gekas y Dimitris Salpingidis.

Argentina: Sergio Romero; Nicolás Ottamendi, Nicolás Burdisso, Martín Demichelis, Clemente Rodríguez; Maxi Rodríguez, Juan Sebastián Verón, Mario Bolatti; Sergio Agüero, Lionel Messi y Diego Milito.

Árbitro: Ravshan Irmatov (UZB)

Estadio: Peter Mokova de Polokwane

Hora: 20.30 horas (18:30 gmt).

Argentina buscará ante Grecia acabar la primera fase con el pleno de puntos posible, tres victorias en tres partidos que otorgarían al combinado de Diego Armando Maradona el lustre que persigue en Sudáfrica y al que optará con un equipo renovado pero con Lionel Messi de titular.

Siete hombres nuevos para conseguir una victoria que garantizaría a la albiceleste el primer puesto del grupo B, casi lo único que está en juego en la jornada para una selección que, salvo catástrofe futbolística, tiene asegurados los octavos de final.

Argentina ha ganado mucho prestigio desde que comenzó el Mundial, su juego ofensivo se ha convertido en la envidia de los otros equipos y por eso han hecho del ataque su seña de identidad: tener el balón y lastimar al contrario.

Así derrotaron a Nigeria en su debut con un marcador más corto del que auguraban las ocasiones que tuvo el equipo (1-0) y golearon a Corea del Sur apenas la máquina se engrasó un poco más (4-1) y ese seguirá siendo el objetivo frente a una Grecia que se juega la supervivencia mundialista.

Maradona confía en los "23 fieras" que llevó a Sudáfrica y, por eso, sabe que no arriesga demasiado si renueva más de la mitad de su combinado. Además, en un cálculo a siete partidos, pensando en la final, no vendrá mal poco de reposo a los teóricos titulares.

Messi sigue al frente

De esa forma, el seleccionador se asegura que nadie se confía, que todos permanecen enchufados, al máximo de concentración, a muerte con la albiceleste tal y como los quiere el seleccionador. Y si dan la talla, algunos de los que salten al césped de Polokwane pueden ganarse la titularidad.

El relevo afecta a todas las líneas pero no a un Messi que Maradona está convirtiendo en su "alter ego". El rosarino no quiere descansar y el seleccionador no quiso privar a su equipo "del mejor jugador del mundo", por lo que estará en el césped frente al último rival al que el "Pelusa" le marcó un tanto con la Albiceleste.

Todavía no ha marcado el barcelonista, pero su aportación al equipo, su talla de líder en el césped le han reconciliado con la nación que veía con recelo como sus prestaciones con la selección estaban muy por debajo de las que hacía con su club.

Messi cambiará de socios ofensivos, porque Carlos Tévez y Gonzalo Higuaín dejarán su puesto a Sergio Agüero y Diego Milito, dos de los jugadores que reposarán pese a que Maradona está muy satisfecho, "con las carreras" del primero y "con los goles" del segundo, autor de tres dianas frente a Corea del Sur.

En el centro del campo volverá Sebastián Verón, ausente ante Corea del Sur por una sobrecarga en el gemelo derecho, mientras que Maxi Rodríguez repetirá por la derecha y Mario Bolatti ocupará el puesto en la derecha de Ángel di María. En la defensa Nicolás Otamendi saltará en el lateral derecho por el sancionado Jonás Gutiérrez, mientras que en la otra banda Gabriel Heinze descansará para dejar su plaza a Clemente Rodríguez.

Como centrales jugarán Nicolás Burdisso, en sustitución de Walter Samuel, que arrastra problemas musculares que obligaron a cambiarle frente a los surcoreanos, y repetirá Martín Demichelis.

Grecia se juega su pase

Argentina no cambiará su juego, que seguirá siendo eminentemente ofensivo, construido a partir de la posesión de la pelota, según confirmó Maradona. Y eso, pese a que enfrente tienen a una Grecia con obligación de ganar en un grupo en el que todos los equipos tienen opciones clasificatorias.

Los helenos de Otto Rehhagel deberán dejar a un lado su tradicional juego de defensa y salir al ataque ante el peor rival posible, porque Argentina cuenta en la punta con hombres de mucha velocidad capaces de armar letales contragolpes.

Derrotados contra pronóstico en la primera jornada por Corea del Sur (2-0) y vencedores en la segunda ante Nigeria (2-1), los griegos han preparado el partido de forma especial, con la intención de sorprender a una Argentina que admiran más por su plantilla que por su juego.