Argentina, a octavos con el piloto automático
- La albiceleste se impone a Grecia por 2-0 y se cita con México en octavos
- Demichelis y Palermo certificaron el pleno argentino en la primera fase
- Así se lo hemos contado | Mundial 2010
Ficha técnica
0- Grecia: Alexandros Tzorvas; Sotirios Kyrgiakos, Loukas Vyntra, Avraam Papadopoulos, Vassilis Torosidis (Patsa, m.55); Vangelis Moras; Alexandros Tziolis, Sokratis Papastathopoulos, Giorgos Karagounis (Spyropoulos, m.46), Costas Katsouranis (Ninis, m.54); Georgios Samaras
2- Argentina: Sergio Romero; Nicolás Ottamendi, Martín Demichelis, Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez; Maxi Rodríguez (Maxi Rodríguez, m.63), Mario Bolatti, Juan Sebastián Verón; Sergio Agüero (Javier Pastore, m.77), Lionel Messi y Diego Milito (Martín Palermo, m.80).
Goles: 0-1, m.77: Demichelis; 0-2, m.89: Palermo
Árbitro: Ravshan Irmatov (UZB), amonestó al griego Katsouranis y al argentino Bolatti.
Incidencias: Tercer encuentro de la primera fase del Mundial de Sudáfrica disputado en el estadio Peter Mokava de Polokwane ante unos 40.000 espectadores.
Argentina, al ritmo de Messi, ha conseguido su pleno de victorias en la primera fase al superar a Grecia 2-0 y se cita con México en octavos de final. Dos goles tardíos de Demichelis y Palermo han otorgado sus últimos tres puntos a la albiceleste, que se confirma como uno de los rivales a batir en Sudáfrica.
El combinado de Maradona selló su pase en un partido protagonizado por el ritmo lento y cansino que imprimió Argentina, y del que se hizo partícipe Grecia, un equipo que necesitaba la victoria para continuar en el Mundial, pero que apenas luchó por lograrla.
Con este resultado, Argentina ha finalizado primera del grupo B, seguida por Corea del Sur, Grecia y Nigeria. Asiáticos y africanos empataron a dos en un vibrante partido en el que Nigeria tuvo en su mano la clasificación, pero no fue capaz de superar a una Corea que jugará en octavos ante Uruguay.
Líderes de grupo, supermotivados y hechos una piña. Así llega Argentina a octavos de final, después de un partido en el que siempre se sintió superior y, aunque tardó en hacerlo realidad en el marcador, siempre lo mostró sobre el terreno de juego.
A pesar de los numerosos cambios de Maradona en su once titular, el juego de la albiceleste apenas se resintió y volvió a tener en Messi al corazón que insufló presión a las jugadas de su equipo. De nuevo reñido con el gol, la 'pulga' conectó el centro del campo argentino con la delantera 'suplente'. Diego Milito y el 'Kun' Agüero suplieron a Tévez e Higuaín.
Con tamaña vanguardia, Argentina se lanzó en busca del primer tanto pero se estrelló contra una ordenada defensa griega. El 'Kun' activó a la dupla ofensiva con una jugada individual que a punto estuvo de sorprender a un buen Tzorvas. Mientras, Milito intentaba romper la defensa helena con sus rápidos desmarques.
Grecia, ni pudo ni quiso
Grecia, por su parte, esperaba su turno, y se dedicaba a lanzar balones a Samaras. El delantero del Celtic de Glasgow fue una pesadilla para Demichelis. A pesar de su soledad, consiguió recibir y crear peligro. No consiguió un tanto, pero a punto estuvo de lograrlo al comienzo de la segunda parte, cuando Demichelis se 'tragó' un balón franco para Argentina.
Ni siquiera el resultado entre Corea y Nigeria apuró a los griegos, demasiado tranquilos para lo que se estaban jugando. El primer gol nigeriano les metía en octavos, pero la remontada coreana les sacó. Ni lo uno ni lo otro inmutó a los de Rehhagel, que parecían ajenos a su propia situación. Además, las lesiones de Karagounis y Katsouranis terminó por aguar cualquier milagro griego.
Con este guión, los minutos corrieron y las 'barras' argentinas seguían disfrutando del liderato, a pesar de la falta de goles en el partido. Al final, 77 minutos después, Demichelis decidió romper con la rutina y fusiló la red de Tzorvas. El central del Bayern remató de cabeza en un córner pero el esférico pegó en la espalda de Milito. El propio defensa recogió su rechace y mandó el balón a la red.
Palermo se suma a la fiesta
El primer gol argentino fue definitivo. Grecia bajó los brazos (si es que alguna vez los había levantado), y Argentina, tras un amago de bajar todavía más el ritmo, se dedicó a buscar el segundo. Particularmente Messi, que volvió a encontrarse con el palo tras una gran jugada personal. Con un cambio de ritmo brutal, destrozó la defensa griega y disparó a puerta.
El palo no fue lo único que evitó el gol del hoy capitán argentino. Una parada de puños de Tzorvas rechazó un nuevo intento de Messi, pero ahí estaba Martín Palermo para subir el 2-0 al marcador. El delantero 'fetiche' de Maradona, de Boca y de toda Argentina, empujó el balón a la red y contagió su 'locura' a su entrenador, a la grada y a sus compañeros.
Argentina está en octavos, con una firmeza que asusta, y con un plantel dispuesto a todo. Una plantilla unida en torno a su seleccionador, el 'Dios' del fútbol argentino, que amenaza con volver a hacer grande a su país.