El partido de tenis más largo de la historia
- Lo juegan en Wimbledon el francés Mahut y el estadounidense Isner
- Llevan dos días y 9:54 horas para resolver un partido de primera ronda
- Van 4-6, 6-3, 7-6(7), 6-7(5) y 59-59, y se ha aplazado por segunda noche seguida
- Encuesta: ¿Quién ganará el maratoniano partido?
La pista 18 del All England Tennis Club se preparó la tarde del martes 22 de junio para acoger un partido normal y corriente de primera ronda en Wimbledon entre el francés Nicolas Mahut y el estadounidense John Isner (cabeza de serie número 23 del torneo), sin saber que se iba a convertir en el más largo de la historia del tenis. Tras nueve horas y cincuenta y cuatro minutos jugando sobre la hierba, sin resolver tras dos días y cinco sets, con un tanteo de 4-6, 6-3, 7-6(7), 6-7(3) y... ¡¡59-59!! [Estadísticas del partido, en la web oficial de Wimbledon] [Todos los resultados de Wimbledon]
Aún no ha acabado, y ha tenido que ser aplazado de nuevo y para un ¿definitivo? tercer asalto por falta de luz, pero ya ha entrado en el Guinnes de los récords al rozar las diez horas de juego [Las imágenes del partido Mahut-Isner]
En el partido más superlativo de todos los tiempos, los dos primeros sets transcurrieron en apenas sesenta minutos, con 4-6 y 6-3, el primero para el de Angers y el segundo para el de Carlonia del Norte. Pero a partir de ahí, todo se complicaría. Y eso que el tercero y el cuarto, aunque se resolvieron en el desempate, no fueron extraordinarios (7-6(7) y 5-7(3). Con todo, se hizo tarde, ya no había luz para jugar y se aplazó al día siguiente, tras 174 minutos que, visto lo visto, parecen nada frente a los 426 que llevan en este quinto set.
Y ese quinto set, que se inició a las tres de la tarde del miércoles, devino en eterno, ha durado más de siete horas, demostrando la profesionalidad y tozudez de los dos tenistas, Mahut e Isner, que comenzaron un pulso que cayó en un espiral de insoportable igualdad.
Ninguno fue capaz de conseguir los dos juegos de ventaja necesarios para cerrar el partido, y se iban sucediendo los servicios para desesperación de ellos mismos y del público asistente, testigos de excepción de algo tan infrecuente como increíble.
Batalla física y mental sin fin
Isner, de 26 años y que con sus 2,06 metros de altura tenía dificultades para sostenerse en pie, llegó a disponer de cuatro bolas de partido, una con 10-9 al resto, dos con 33-32 al resto y otra con el postrero 58-59, pero no fue capaz. Mahut, que ya tuvo que resolver un maratoniano partido en la previa, resuelto por 24-22, se amarró al partido a base de bien.
Mahut, de 28 años, se reía de la situación cuando todavía no sobrepasaban la treintena de juegos cada uno. La cara iba cambiando a medida que pasaban los minutos, las horas y los juegos y nada cambiaba. El público -el que quedaba- se lo tomaba como no podía ser de otra manera, con humor, mientras el rostro de los tenistas pasaba de serio a desencajado.
Ya daba igual todo en la pista. A ratos, los jugadores, convertidos en máquinas, se limitan a sacar y restar, se cansaron de protestar líneas dudosas y de romper su raqueta de fustración contra la hierba, sin que volviera prácticamente a aparecer una mínima amenaza de rotura.
Tanto roce dio lugar a que se creara una extraña complicidad entre ambos tenistas que a duras penas se levantaban de la silla en los descansos, se aplaudían entre sí en los puntos e incluso salieron juntos de la pista un momento para ir al baño a tomarse un respiro mientras comentaban la situación.
Por este camino, y ya que ni la mente ni el físico cedieron, se han visto obligados de nuevo a aplazar el partido por falta de luz, por mucho que se haya jugado el 23 de junio, el día más largo del año. Para pena del inmisericorde público asistente, que con el sol poniéndose en el horizonte, aún pedía: "¡Queremos más, queremos más!"
Baten todos los récords
Por supuesto, han batido todos los récords de golpes ganadores y saques directos recogidos en la historia de la estadística del tenis. 98 saques directos para Isner y 94 para Mahut. 333 golpes ganadores para el estadounidense y 318 para el francés, un total de 428 puntos ganados para el estadounidense y 449 para el francés.
Hasta este día, el partido más largo de la historia se disputó en Roland Garros, el 25 de mayo de 2004, y lo jugaron Fabrice Santoro y Arnaud Clement. El choque duró 6 horas y 35 minutos. Venció Santoro en el último set, que terminó 15-17 a su favor.
El exhausto ganador de este partido jugará en segunda ronda contra el holandés Thiemo De Bakker, que venció al colombiano Santiago Giraldo por un también largo, pero menos extenso 6-7, 6-4, 6-3, 5-7, 16-14.
"Algo así no volverá a ocurrir nunca", expresó -o deseó- un exhausto Isner a pie de pista al final del segundo día, se dice pronto, jugando un partido. Y un histórico de la hierba londinense, el ex tenista John McEnroe, comentarista desde hace años, proclamaba que "este es el mejor anuncio que podemos hacer de nuestro deporte". Es probable que a ninguno le quede ganas de repetir algo parecido.