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España, el rival que los portugueses querían evitar

Por
Ronaldo, el rival a batir

Desde que se conoció la composición de los grupos y los posibles cruces del Mundial 2010 allá por el mes de diciembre, las quinielas apuntaban a un duelo ibérico entre España y Portugal en octavos de final. Pero no por previsible era deseado por los protagonistas que se enfrentarán el próximo martes a las 20:30h.

Aunque con dudas, la selección española lleva colgado el cartel de una de las favoritas para ganar el Mundial y, conocedores de ello, el combinado portugués quería evitar a toda costa el enfrentarse al equipo dirigido por Vicente del Bosque.

Habitualmente esquivos a realizar declaraciones contundentes, buena parte de los jugadores lusos no dudaron en manifestar abiertamente a la prensa su deseo de no toparse con España en los octavos de final del torneo.

Conocedores de la calidad de Xavi, Villa, Casillas, Ramos o Iniesta, dos jugadores que jugaron en la Liga la pasada temporada en España como Tiago y Simao fueron rotundos al afirmar que querían "evitar" jugarse su futuro en el Mundial ante este plantel.

Tiago reconoció recientemente que España es "un gran equipo" y Simao destacó la calidad de los jugadores españoles y recordó que por algo son la actual campeona de Europa.

¿Todos temen a España? No. Ya hace meses la gran estrella de Portugal, Cristiano Ronaldo, todo seguridad en sí mismo, manifestó no temer el cruce con la actual campeona de Europa y no siente ningún temor. El capitán ejerce como tal e insufla ánimos a sus compañeros. "Si tenemos que jugar contra España no hay que tener miedo, porque estamos preparados para todo", dijo el jugador del Real Madrid.

El propio presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Gilberto Madaíl, afirmó tras el partido ante Brasil que quería a "cualquier rival menos España".

No pudieron esquivar el cruce

Portugal formaba parte del denominado "grupo de la muerte", junto a Brasil y Costa de Marfil, por lo que el historial de los equipos hacía pensar que la "canarinha" sería la primera y el conjunto luso segundo, por lo que debería jugar ante el primero del Grupo H, que la lógica dictaba que sería España.

Conscientes de la dificultad que entraña jugar ante la "Roja", la selección portuguesa salió a ganar a Brasil en la tercera jornada del Grupo G,  ya que una victoria le podría apartar del camino español y le permitiría cruzarse con Chile, rival también peligroso pero con menos pedigrí.

El partido acabó en empate y sólo restaba esperar a que los resultados le enfrentasen a Suiza o Chile, pero no fue así. El trigésimo sexto duelo ibérico está previsto para el próximo martes y sólo uno de ellos podrá seguir aspirando a ganar el Mundial de 2010.