España es la Campeona del Mundo
- Un gol de Iniesta en el minuto 116 ha sentenciado la final 1-0 ante Holanda
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- Y el sueño se hizo realidad, por Julen Lopetegui
Es una realidad, pueden pellizcarse si quieren, España es Campeona del Mundo por primera vez en su historia. Campeones con todas las letras, el sueño iniciado por Luis Aragonés en Austria ha sido finalmente realizado de manera exquisita por Vicente del Bosque y los suyos. El fútbol ha hecho justicia con un país que llevaba 80 años esperando a traer a Madrid la Copa del Mundo y que por fin ha podido ver a Iker Casillas levantando al cielo la Copa Mundial. [Envía tu felicitación a 'La Roja']
'La Roja' se ha hecho con un Mundial en el que empezó de forma dubitativa por culpa del tropiezo ante Suiza pero que a medida que han pasado los días ha demostrado que las quinielas que le daban como favorita hace un mes no se equivocaban. España es el octavo país en ganar un Mundial y el primer combinado europeo que lo logra fuera del viejo continente. [Así lo hemos contado]
Un gol de Iniesta en el minuto 116 ha dado a 44 millones de ciudadanos una alegría que acostumbraba a envidiar cada cuatro años y ha hecho justicia en una final en la que Holanda sólo se dedicó a dar patadas gracias a la permisividad de un arbitraje vergonzoso. [Estadísticas del partido]
Fue Holanda quien primero puso el balón en juego pero no tardo mucho en olvidarse de él. 'La Roja' salió a lo grande, desplegando un juego de toque y con ambición como el que aún recuerdan en Alemania. Los 'oranje' no obstante no estaban incómodos sabedores que cuando España juega así poco pueden hacer salvo desestabilizar a los de Del Bosque a base de patadas.
A los cuatro minutos, a punto estuvo Sergio Ramos de hacer justicia en el marcador con un cabezazo al saque de una falta lanzada por Xavi pero el portero Sketelenburg desvió el balón. La siguiente llegada con peligro española también tuvo al 'Tarzán' de Camas como protagonista tras una internada por banda derecha con su posterior disparo que la defensa despejó a córner. Villa también rozó el gol tras el saque de esquina que provocó Ramos con una volea que se salio por el lateral.
A partir del minuto 15 fue cuando comenzó la carnicería. El árbitro inglés Howard Webb se lió a sacar tarjetas pero tarjetas amarillas cuando tenía que haber enseñado mínimo más de una roja a los holandeses. Van Bommel y Van Persie podían haberse despedido del Mundial pero sin embargo sólo tuvieron que pagarlo con una amonestación.
Holanda ya había conseguido lo que quería, romper el partido. Y todo gracias a un arbitraje indigno de una final de un Mundial, el que estaba protagonizando el colegiado que aireó que "no dormía cuando se equivocaba", Howard Webb. Sufrirá insomnio durante más de un mes después de esta final.
Los últimos minutos eran un quiero y no puedo. España trataba de hacer lo que tocaba, es decir, jugar a fútbol y Holanda se esforzaba en seguir haciendo faltas bruscas como las que hicieron De Jong o Sneijder.
Patadas, patadas y Webb de espectador
La segunda parte era una continuación, pero esta vez el desquiciamiento que perseguían los holandeses surtía mayor efecto.
Tanto era así que la final pudo haberse roto a favor de los de naranja en el 61' si en la portería española no estuviera el mejor portero del mundo, Iker Casillas. Sneijder habilitó con un gran pase a Robben que se quedó mano a mano con el 'santo' tras un error gravísimo de los centrales. El guardameta de Móstoles aguantó en pie el mismo tiempo que le duró a todo el país el contenerse la respiración. En el último instante, Casillas sacó su pie derecho para desviar a córner el disparo de Arjen.
España la tuvo, y por dos veces. Navas entró en el césped en lugar de Pedro para volver loco al amonestado Gio. Así lo hizo nada más saltar y un centro raso y fuerte desde su banda no acertó a despejar Heitinga y Villa se encontró el balón en el área pequeña. Esta vez no acertó a marcar como en las cinco veces que lo ha hecho en este Mundial.
Poco después era Sergio Ramos el que pudo marcar al rematar sólo un centro desde la esquina. Esta vez, el defensa del Real Madrid no supo llevarla a las mallas de la misma manera que Carles Puyol en semifinales.
En los últimos minutos del tiempo reglamentario volvió a resurgir 'el santo' de España para enmendar el error gravísimo de Puyol al que Robben le robó la cartera a lo Fernando Torres en Viena pero esta vez estaba Casillas.
Con el cambio de Cesc por Xabi Alonso se volvían a llenar las reservas de ilusión de todo el país porque la prórroga era ya inevitable. Iniesta, Busquets y sobre todo el mejor del partido, Xavi Hernández, necesitaban aire fresco en la medular.
La prórroga soñada durante toda una vida
Los treinta minutos suplementarios han sido los que todos hubieran imaginado. España erre que erre con su estilo, esa gestión del balón hecha con mimo era el único y el mejor camino para entrar en la historia para siempre.
Cómo no, el inglés se comió un penalti en el primer minuto de Heitinga sobre Xavi pero aún así lo importante era que España creaba ocasiones.
La tuvo Cesc en un tres para uno ante Gio en el 96', la tuvo después Iniesta en el 98' y la tuvo Navas en el 100'; pero la gloria estaba reservada para un jugador que se había puesto una camiseta en honor al fallecido Dani Jarque porque había soñado con marcar en la final y dedicarle el gol.
Minuto 116, las 22:55h. en España, Cesc le da un balón de gol a Iniesta para que se acomode antes de disparar. Unos segundos para chutar que parecieron siglos pero que valieron la pena porque el Jo' Bulani dorado de la final superaba a Sketelenburg y se convertía en el 1 a 0 al mismo tiempo que 44 millones de personas gritaban 'gol' como nunca lo habían hecho.
Demasiado bonito para creérselo si nos lo hubieran contado, quedaban algo más que cuatro minutos para el final y eso sería un mundo para cualquier equipo menos para 'La Roja'. Esta selección es mucho más que un equipo de fútbol, es un grupo de personas ante todo que cuando se ponen a jugar lo hacen como los ángeles.
Un grupo de futbolistas que han nacido en los ochenta, en el que la mayoría no había nacido ni siquiera cuando España le metió 12 goles a Malta, un grupo que sólo conoce a los Gasol, Nadal, Contador, Alonso, Lorenzo y compañía levantando un título tras otro y que no conocen ese pesimismo que acompañaba a España hasta ahora.
Cuando Joseph Blatter entregó todas las medallas, Casillas ya estaba subido en lo alto de la tarima para recibir la copa, enfocarla al cielo, pasársela a los compañeros y romper a llorar.
Ya está hecho, el cielo ha sido conquistado por 23 estrellas que brillan en Sudáfrica al ritmo que impone el mejor entrenador. El país se lo merece, eran 80 años acudiendo a Mundiales y volviendo de vacío. Una historia real que se podrá contar a partir de ahora a los nietos.