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España exporta el 'tiqui-taca'

Por
Iniesta, el ejemplo perfecto del estilo de la Roja

La selección española de Vicente del Bosque ha llegado a lo más alto del fútbol, tras conquistar el Mundial de Sudáfrica 2010 imponiendo una propuesta futbolística diferente a lo que se ha visto durante el mes de torneo. Tambien Alemania ha elegido la opción de España para llegar a ser terceros.

El fútbol de toque, la inteligencia sobre el césped y la humildad, se han impuesto al 'cerrojazo', el juego duro y el desprecio por la posesión. Dos modelos futbolísticos y antagónicos que han llegado a lo más alto del Mundial con cuatro de sus representantes.

España, Holanda, Alemania y Uruguay. Los cuatro mejores equipos del balompié han optado por estas dos formas enemigas de entender este deporte. La Roja ha sido el mayor representante del gusto por el fútbol, de querer la pelota como una parte más del cuerpo del jugador.

Aunque las estadísticas revelan un dato paradójico. España ha sido el combinado nacional con más posesión de balón, más remates y sin embrago ha conquistado la Copa del mundo anotando tan sólo ocho goles en ocho partidos y recibiendo dos en contra -en la fase de grupos, durante las eliminatorias no ha llegado a recibir ni un sólo gol-.

La Roja remataba 17 veces a puerta por encuentro  y un total de 123 en todo la cita de Sudáfrica, las veces que tenía que ver portería para hacer un gol. La defensa de España ha sido la más sólida del todo el torneo, Casillas sólo ha tenido que sacar el balón del fondo de su portería en dos ocasiones y las dos en la fase de grupos. Una en el debut ante Suiza y la otra en el partido que cerraba la liguilla ante Chile.

Cualquier persona que no hubiese visto un sólo partido de España en el Mundial y viese estos datos, pensaría que los chicos de Vicente del Bosque han hecho un fútbol rácano, que buscaba siempre la espalda del rival en las contras.

La posesión como clave de la defensa

Pero la realidad ha sido otra muy diferente. El éxito de la defensa española se ha basado en la gran posesión y ciculación del balón. Si tienes la pelota, tu rival no puede marcarte, la fórmula es sencilla, pero la ejecución de la misma no tanto.

Para llevar a cabo el estilo de la selección española hay dos premisas esenciales, apostar por el fútbol y la calidad en el centro del campo. Xavi, Iniesta, Busquets y Xabi Alonso son los pilares de este tipo de juego.

España también asombra, siendo el equipo más sólido atrás, es de los menos tarjeteros y eso que ha disputado todos los partidos del Mundial. Esta otra contradicción coincide de nuevo con la posesión, si tienes el balón, no te hacen gol y además no es necesario utilizar el juego duro para ser fuertes en defensa.

Otra selección que ha decidio apostar por el balompié de calidad ha sido la Alemania de Löw. Los teutones no tienen nada que ver con el equipo que hace dos años se enfrentó a España en la final de la Eurocopa, y a pesar de que perdieron de nuevo ante los de Del Bosque en las semis del Mundial, han demostrado que aprendieron de los errores y quieren la calidad por encima del músculo.

Este combinado también conjura su juego en el toque, con centros de calidad como Ózil, Khedira, Schweinsteiger y Müller como enganche. Aunque no han llegado al nivel de España, han mostrado muy buenas formas para llegar a ser tereros del mundo, al igual que hace cuatro años en la cita mundial de la que fueron anfitriones. El éxito ha sido el mismo, pero la forma de alcanzarlo sustancialmente diferente.

Los alemanes han sido los más goleadores de la cita con 16 tantos en ocho partidos disputados, tienen una media de 2'29 goles cada 90 minutos. Es increíble que un equipo con estos números no haya ganado el Mundial. La respuesta es que España se cruzó en su camino.

Holanda, el combinado más duro del Mundial

España y Alemania han demostrado que apostar por el balón es apostar por la evolución de este deporte, algo sustancialmente a lo que ha ofrecido Holanda. El músculo combinado con el juego duro le ha valido a los tulipanes para ser finalistas y mostrar al mundo entero por lo que no se debe apostar cuando juegas al fútbol.

Bert van Marwijk se decidió por la solidez y los chispazos de Sneijder y Robben para llegar al éxito. Los holandeses han traicionado su estilo del gusto por el fútbol por la pegada literal y metafórica.

Holanda es el combinado más tarjetero del Mundial con un total de 24 tarjetas y un desprecio total por el toque con sus 124 faltas, es decir, 17 infracciones por partido, una exageración para un país de tradición y gusto por la palota.

Van Bommel y De Jong han sido los mejores representantes del juego sucio, a pesar de que los árbitros se han reprimido a la  hora de mostrarles cartulinas de advertencia o expulsión. Con este estilo de juego, el que pierde es el fútbol.

Afortunadamente, el Mundial de Sudáfrica ha cerrado su ciclo con el triunfo de los equipos que han apostado por el balompié y se han alejado de las malas formas para conseguir el fin. España venció a la 'dura' Holanda y ahora será el ejemplo de fútbol a practicar para conseguir éxitos.