Mata, la última estrella mundialista del Valencia
- El extremo, único campeón del mundo valencianista que no ha sido vendido
- Ha estado en la órbita de los grandes como el FC Barcelona
- Se formó en la cantera del Real Madrid, pero buscó su futuro en Valencia
A sus 22 años, Juan Mata se ha quedado solo en el vestuario del Valencia para contar la experiencia de ganar un Mundial a sus compañeros. El burgalés, aunque asturiano de corazón, es el único al que la entidad del Turia no ha vendido para hacer caja: Villa, Silva y Marchena han buscado nuevos retos.
Tampoco se puede permitir el club ché perder más estrellas en una temporada en la que afronta su regreso a la Champions League y Mata, por su juventud y su proyección, puede ser un valor de futuro. No en vano, también ha sido objetivo de los clubes grandes y estuvo a punto de fichar por el Barça de Guardiola en 2009.
Comenzó a dar sus primeras patadas desde muy niño, en La Fresneda y el Juventud Estadio de Oviedo, de donde es su familia. El conjunto de la capital asturiana se fijó en él y pasó a formar parte de la cantera en categoría infantil.
Mata agradeció la confianza demostrando ser un extremo letal con mucho gol. De hecho, superar la barrera de los 100 goles en sus dos últimas temporadas en el Oviedo le sirvieron para dar el salto a la cantera del Madrid, con tan sólo 15 años.
Allí coincidió con jugadores que actualmente militan o han militado en Primera, como Adrián González (Getafe) y Alberto Bueno (Valladolid). Llegó incluso a jugar en el Castilla, entrenado por Míchel, con el mencionado Bueno, Rubén de la Red, Javi García, Esteban Granero y Álvaro Negredo.
La calidad de Mata no pasaba desapercibida y la atención sobre el extremo se multiplicó después de proclamarse campeón de Europa sub-19 en 2006, siendo designado, además, mejor jugador del torneo.
Apuesta por el Valencia
La temporada 2006-2007 fue la última de 'Juanín' en la entidad merengue. El Valencia le abrió las puertas de la Primera División y Mata tomó una decisión tan difícil en ese momento como acertada, a tenor del resultado hasta ahora.
Tenía 19 años y afrontaba el salto de calidad más importante de su carrera. Llegó con Quique Sánchez Flores en el banquillo, que ya le conocía de las categorías inferiores del Madrid. Pero fue el sucesor de éste, Ronald Koeman, el que depositó su plena confianza en él y le dio la titularidad definitiva.
Mata correspondió a dicha confianza con 14 goles en 57 partidos de las tres competiciones, incluida la Champions, y su contribución para ganar la Copa del Rey. Koeman fue destituido al final de la campaña, pero el "mal" ya estaba hecho y el jugador era ya una pieza clave.
La temporada siguiente fue la de su afianzamiento con la selección española. Vicente del Bosque le convocó para jugar un amistoso ante Chile, pero no llegó a debutar. Ese momento no llegó hasta el siguiente partido, contra Turquía, en que salió para sustituir a su amigo David Villa.
El resto, sobre todo con la selección, ya es historia.