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Elsa Pataky, los auriculares de Mou y la siesta de Canales, las anécdotas del viaje merengue

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El Real Madrid ya está en Múnich

VueloIB2824. Los jugadores llegan al avión en un autobús privado tras entrar por una puerta VIP de la T4 del aeropuerto de Barajas. Mientras sube, esperan fuera la prensa, directivos, invitados y otros miembros de la expedición. Cuando finalmente se abren las puertas para todos, una sorpresa espera dentro. Los jugadores se han colocado como es normal en las primeras filas, con Sergio Ramos y Casillas al frente y los recién llegados al final.

Khedira está en la última fila mirando por la ventanilla y al otro lado del pasillo, Pedro León y Canales cierran este particular bloque que parece viajar jerarquizado. Los canteranos también viajan al final de este grupo, todos juntos "haciendo piña".

Pero lo que sorprende, como decíamos, no son estos detalles sino es que diez filas más atrás, y aunque el resto del avión está vacío, hay una figura que no pierde detalle de nada. Es Mourinho que ha decidió sentarse a la espalda de todos para poder supervisarlo todo. Ni siquiera es su sitio el 22 C en el que viaja. De hecho, esa es la plaza de un compañero de la prensa que al ver que "el mister" ocupa su asiento se acomodo en otro lugar. No pasa nada porque el avión, al ser un amistoso, tiene muchos huecos libres ya que apenas viajan invitados del club.

Poco a poco todo el mundo se sienta. Las butacas al lado de Mou quedan libres pero a su alrededor, las filas se llenan de los compañeros de la prensa que no podemos mirar de reojo a nuestro compañero de expedición que viaja luciendo unos tremendos y gigantes auriculares naranjas que contrastan con el diminuto mp3 de última tecnología en el que no para de bucear el entrenador portugués.

Antes de despegar, Mourinho pide la prensa, pero no la deportiva, "la seria". Pasa por las hojas de los periódicos de información general a toda velocidad. Ningún titular consigue captar su atención. Decide pasar a la revista de la compañía aérea y ahí hay más suerte. Se encuentra con una entrevista a la actriz Elsa Pataky a la que sí decide dedicarle uno minutos. Justo los que tiene antes de que la azafata le pide que apague la música y ponga en posición vertical su asiento porque el vuelo despega. Mourinho acepta de mala gana apagar la música pero no cambia la posición de su asiento. El avión empieza a correr por la pista y en pleno despegue, Mou decide que se aburre y se levanta a coger sus gafas, por supuesto marca Ray Ban de pasta negra último modelo. Él siempre cuida esos detalles. EL sobrecargo pide tñimidamente por megafonía que nadie se levante, pero es verdad que Mou infunde respeto. Se nota hasta para los que le vemos por primera vez.

Mourinho pide la prensa deportiva uno de los periodistas que viajan cerca de él y en las primeras páginas encuentra algo que le sorprende. Llama a sus ayudantes a gritos para gastarles una broma sobre las noticias que aparecen de nuevos fichajes.

Para entonces el avión con todo el Madrid en sus tripas ya ha salido de Madrid rumbo a Alemania. Mourinho toma un vaso de agua, se enfunda los auriculares y decide echarse a dormir. Ni siquiera acepta el desayuno que le ofrecen al equipo a los pocos minutos de vuelo con mucha fruta, una tortilla francesa y una pechuga de pollo. Esta noche es su estreno ante un rival de entidad. Es sólo un partido de pretemporada, pero será noticia de portada pase lo que pase. Como a él le gusta.

Canales duerme como Raúl

Pero Mourinho no es el único que echa una cabezadita. 9 filas más adelante, Sergio Canales, el joven y prometedor fichaje del Madrid, también viaja con los ojos cerrados. Hoy jugará con el Madrid, rodeado de estrellas en uno de los estadios con más nombre de Europa, pero eso no le quita el sueño. Un detalle que recuerda al debut de Raúl.

Cuenta Valdano que entonces, viajaba el Madrid en autobús y él se preguntaba si iría nervioso aquel chaval de diecisiete años que iba a estrenarse con el todopoderoso Real Madrid. Por eso se levantó y fue a buscarle al final del autobús. Para "cuidarle" Cuando llegó allí se encontró con que Raúl dormía tranquilo sin rastro de nervios ni tensión, y cuenta Valdano que entonces se dio media vuelta, sonriendo, convencido de que ese jugador era de "otra pasta"

En pantalones cortos

El que parece que no necesita siesta es Xabi Alonso que se pasea de arriba abajo en pantalones cortos (y eso que todos sus compañeros van con el chándal del equipo) Se acerca a primera fila para hablar con Valdano y con Butragueño, saltando de sitio en sitio. La mayoría de sus compañeros descansan escuchando música. No queda claro si son más grandes los auriculares de Cristiano Ronaldo o los de los dos aficionados al rap Drenthe y Benzema. Casi tan discretos como las enormes gafas de pasta azul tras las que se esconde la cara de Carvalho, el último fichaje de los blancos, que ya se ha incorporado al equipo y a la expedición y esta noche podría debutar al igual que Kedhira.

Homenaje a Beckenbauer

El partido de esta noche sirve para que dos de los grandes equipos de Europa le den la bienvenida a la nueva temporada, y para que el Bayern salde una deuda pendiente con Beckenbauer, que recibirá, 33 años después, el homenaje que no recibió de ir al Cosmos.

Es un día especial y por eso, aunque la entrada más barata es de 60 euros, es decir como si fuera un partido oficial, ya están vendidas prácticamente todas las 66.000 localidades del espectacular estadio del Allianz Arena.

No viajan en el equipo los lesionados Pepe, Kaka y Dudek ni Arbeloa, Diarra y Gago a los que Mou ha querido dar descanso tras jugar con sus selecciones.

Pese a estas bajas, esta es la primera vez que Mourinho puede contar con todas sus estrellas. A ellas, Mou ha incorporado a tres canteranos Juanfran, Alex Fernández y el delantero Morata que sabe que el club busca refuerzos precisamente en la posición en la que él juega

Camisetas sin patrocinador

Las leyes alemanas prohíben la publicidad de empresas relacionadas con las apuestas y en eso son muy estrictos. "Lo sabíamos y también nos pasó en Francia" nos dice Phillip, responsable de la marca que patrocina al Madrid y que viaja con nosotros en el avión. Por eso, y pese a la multimillonaria suma que desembolsa esta compañía, el Madrid jugará es partido sin publicidad en su camiseta.