Rossi: "No era fundamental para Yamaha"
- Rossi buscará en Ducati un trato preferencial que Yamaha no le ha dado
- Cree que con Lorenzo y Spies, en la escudería japonesa ya no le necesitan
El amor entre Valentino Rossi y Yamaha se ha agotado. Éstas eran las palabras del piloto italiano después de hacerse público su fichaje por Ducati: "Incluso las historias de amor más bellas llegan a su fin". Pero, ¿Cuál ha sido la principal causa que ha tumbado una intensa y exitosa relación de siete años? Pues no ha sido otra que el despecho.
Rossi reclamaba de Yamaha una atención exclusiva que ésta no le ha dado. Con la llegada de Jorge Lorenzo, la marca de los diapasones no quiso tratos preferenciales y apostó por tener a dos gallos en el mismo corral. Valentino Rossi nunca vio con buenos ojos esta política neutral que tan buen resultado le ha dado a la escudería japonesa.
"Básicamente, creo que mi trabajo en Yamaha ha terminado. La situación ha cambiado mucho en Yamaha desde 2004, ahora la M1 es la mejor moto de MotoGP, Yamaha cuenta con pilotos fantásticos y jóvenes, no sólo Lorenzo, también Ben Spies, así que parece que ya no era fundamental para el equipo, ya no me necesitan", aseguró el piloto italiano a MOTOGP.COM.
Jorge Lorenzo y Ben Spies serán compañeros la próxima temporada y el clima de tensión en el 'box' de Yamaha presumiblemente desaparecerá. "Spies y yo no seremos los mejores amigos del mundo pero intuyo que la relación entre nosotros será muy buena. Me da esa impresión. No habrá muro en el box y compartiremos telemetría", ya ha asegurado Jorge Lorenzo.
Por su parte, Valentino Rossi tendrá a su lado en 2011 a Nicky Hayden, con quien no parece que vaya a tener el problema de protagonismo deportivo de estos tres últimos años. Hayden, campeón del mundo en 2006, es un gran piloto y ha superado gran parte de los problemas que arrastró durante su adaptación a la Desmosedici, pero no parece capaz de hacerle sombra a Rossi dentro del 'box' de Ducati. A partir de la próxima temporada, Ducati tendrá un solo caballo ganador por el que apostará sin ambigüedades.