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Cotobello y la Bola del Mundo decidirán la Vuelta

  • Tras la retirada de Igor Antón,  Vincenzo Nibali es el enemigo a batir
  • Ambas subidas son inéditas hasta ahora en la Vuelta ciclista a España
  • Cotobello es el final de la etapa reina y 'la Bola' se subirá el penúltimo día

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Carlos Barredo analiza la etapa

Llegamos a la parte definitiva de esta Vuelta a España, a la hora de la verdad en esta 65ª edición, y los jueces van a ser dos colosos inéditos hasta ahora en el mundo del ciclismo: Cotobello y la Bola del Mundo. 

La cima asturiana cierra el tríptico cántabro-asturiano como el último obstáculo de la etapa reina. Además, el desarrollo de la carrera (con la retirada del hasta ese momento líder Igor Antón) ofrece un desenlace trepidante de la carrera. El italiano Nibali despunta como el rival a batir y 'Purito' y Mosquera como el dúo obligado a atacar al corredor del Liquigas. 

El maillot rojo de líder tendrá dueño definitivo con casi toda seguridad después de estas dos etapas marcadas en el calendario. La Vuelta 2010 ha venido ofreciendo espectáculo en cada etapa en la que ha habido montaña, pero salvo el día de Andorra y el día de los Lagos si no fuera por Cotobello y la Bola del Mundo estaríamos hablando de una Vuelta descafeinada, "no excesivamente dura" sería la definición.

Dos peritas en dulce han tenido que digerir los ciclistas antes de llegar a Cotobello: el sábado Peña Cabarga y el domingo la mítica subida a los Lagos de Covadonga.  La caída de Igor Antón antes de comenzar la subida cántabra y la victoria de Carlos Barredo en el territorio de la 'Santina' son los recuerdos inolvidables que se extraen del fin de semana.

Con esa digestión en el cuerpo, el pelotón afronta tan sólo un día después la inédita etapa del alto de Cotobello, sin salir de Asturias. La cima no verá a Chechu Rubiera, el corredor local que da también nombre a la subida, ya que su equipo, el Radioshack, no ha sido invitado a esta ronda, pero reserva una página para la historia al ganador.

Un puerto muy bonito, de ahí su nombre, que consta de 10 kilómetros, de ascensión continua que salva 827 metros de desnivel hasta llegar a una cota de 1.200 metros. Los números de su pendiente refleja un 8,27% de media y un máximo del 10%.

La traca final se reserva para el penúltimo día

El último final en alto llegará la víspera de la fiesta final: la Bola del Mundo, una ascensión corta, de 3,5 kilómetros que prolonga el Puerto de Navacerrada hasta el antiguo centro emisor de RTVE. "Un ascenso impresionante", según Carlos Sastre.

El sueño de la organización es que la carrera llegue viva hasta la Bola del Mundo, o Alto de Guarramillas, a 2.257 metros sobre el nivel del mar. La corta escalada salva 1.350 metros de desnivel, o sea, dureza en estado puro. Los porcentajes máximos superan el 12 por ciento.

En este tramo no asfaltado, dotado de una capa de cemento, "parece que alguien te va tirando de la bicicleta para atrás", según comentó David Arroyo tras su reconocimiento sobre el terreno.

  

Etapas como estas dos cumplen con creces los objetivos que la organización se lleva marcando en los últimos años. Qué mejor forma para celebrar el 75 cumpleaños de la ronda ciclista española que con rutas inéditas y espectaculares que añadir a la historia de la Vuelta