EE.UU. sucede a España en el trono mundial
- La selección norteamericana ganaron su mundial a los turcos por 64-81
- El estadounidense Kevin Durant, con 28 puntos, fue el mejor de la final
- Los turcos llegaron a ponerse por delante, pero no pudieron hacer nada
Ficha técnica:
64 - Turquía (17+15+16+16): Onan (7), Ilyasova (7), Tunçeri (7), Asik (5) y Turkoglu (16) -equipo inicial-, Guler, Erden (9), Gonlum (4), Akyol, Savas (3), Ermis y Arslan (6).
81 - Estados Unidos (22+20+19+20): Billups (4), Durant (28), Rose (8), Iguodala (4) y Odom (15) -equipo inicial-, Westbrook (13), Gay (6), Granger, Curry (3), Gordon, Love y Chandler.
Árbitros: Christiano Maranho (BRA), Luigi Lamonica (ITA) y Juan Arteaga (ESP). Sin eliminados
Incidencias: Partido final del campeonato del mundo de baloncesto disputado en el Sinam Erdem de Estambul ante 15.000 espectadores. En el descanso se hizo entrega de las placas conmemorativas a los nuevos miembros del 'Hall of Fame FIBA' elegidos por la mañana.
La selección de Estados Unidos se adjudicó la medalla de oro del Mundial de Turquía, dieciséis años después de su última subida a lo más alto del podio, al vencer en la final a los anfitriones por 64-81 [Todos los datos y estadísticas de la final del Mundial de baloncesto].
El estadounidense Kevin Durant, con 28 puntos, fue el mejor de un partido que siempre tuvieron controlado los norteamericanos, pese al empuje y ánimo de los turcos desde la pista y desde las gradas del abarrotado Sinam Erdem.
El equipo estadounidense fue siempre consciente de que debería jugar su mejor baloncesto si quería ganar un Mundial. Por eso Durant lo jugó todo y consiguió la mitad de los puntos de su equipo en los primeros veinte minutos de juego, dando una nueva lección magistral de clase y puntería, con 5 de 9 triples.
Los locales, llevados en volandas por una fanática afición, pusieron lo mejor que tuvieron en cada momento y a los seis minutos llegó el éxtasis al ponerse por encima en el marcador, 15-14 y ampliar la ventaja a 17-14 en el siguiente ataque. También ayudó la defensa en zona que ya prácticamente no abandonarían a lo largo del partido.
Cualquier turco hubiera firmado que se acabara el partido en ese momento, en el minuto siete, pero no pudo ser y Estados Unidos se puso a defender como un poseso. Turquía no volvió a meter un punto hasta el final del cuarto y los estadounidense recuperar el mando en el marcador, 17-22.
En el segundo periodo hubo más de lo mismo. Entrega local y control por parte estadounidense que supo marcharse a vestuarios con diez puntos de ventaja, 32-42 y la final y la medalla de oro encauzadas.
Cada minuto que pasaba pesó como una losa a la selección local, que echó toda la carne en el asador en cada jugada pero careció de armas suficientes para siquiera incomodar a Estados Unidos, que hizo y deshizo casi a su antojo.
Durant siguió con sus clase de tiro, colocación, defensa, elasticidad y elegancia. Un todo en uno que le hacen el mejor jugador de la competición con unanimidad.
El marcador siguió reflejando la diferencia entre los dos equipos, 32-50 a los 23 minutos. Turquía intentó defender en individual pero los norteamericanos ya olían el oro y fue imposible detenerlos. Aún así, los pequeños acercamientos, 41-52 (min.26), fueron celebrados casi como una victoria por un público entregado a su camiseta. Al final de los 30 primeros minutos, 48-61. Todo encaminado.
El 50-68 del minuto 32 fue el momento para que Turkoglu y Tunçeri, en el banquillo turco desde muchos minutos atrás, saltaran a la cancha para despedir el Mundial como se merece y dar la bienvenida a la medalla de plata, la primera de cualquier categoría para el baloncesto turco en esta competición.
El estadounidense Durant sólo salió de la pista cuando faltaban 30 segundos para el final. Su entrenador, Mike Krzyzewski, no se fió de nadie. Eso sí, Durant volvió a dejar su tarjeta de visita con 28 puntos, 7 de 13 triples y 5 rebotes.
La 'ÑBA' cede la corona mundial y queda sexta
La selección española de baloncesto concluyó este domingo su participación en el Mundial de Turquía en el sexto puesto, lejos de revalidar el título mundialista logrado hace cuatro años en Saitama que sirvió para pasar página a las décadas grises de sus inicios mundialistas.
Los pupilos de Sergio Scariolo llegaban a la cita otomana con el cartel de favoritos, tras el buen juego desplegado en las últimas competiciones internacionales donde han demostrado su calidad y la unión de un grupo, que mantiene el hambre de triunfos. Sin embargo, dos derrotas previas frente a Francia y Lituania anticiparon la eliminación, que llegó en cuartos con el triple perfecto del serbio Teodosic.
De esta forma, el actual subcampeón olímpico puso fin a un ciclo de cuatro llenos de éxitos, lastrado por sus fallos de concentración, por un increíble triple y la discreta actuación de algunas de sus estrellas, incapaces de equilibrar la ausencia de Pau Gasol, y la de, casi tan decisiva como la del ala-pívot de Sant Boi, José Manuel Calderón.
Turquía pasa el testigo a España como próxima sede
Y como correspondía, Turquía pasó el testigo a España como próxima sede del Mundial de Baloncesto, en 2014, tras la entrega de medallas a EEUU, Turquía y Lituania, que conformaron el podio del campeonato que hoy terminó en Estambul.
El presidente saliente de la FIBA, Bob Elphinston, hizo la entrega de la bandera de la FIBA al de la Federación de Baloncesto de España, José Luis Sáez, simbolizando el traspaso de la sede mundialista. Como culmen, las animadoras de la FIBA realizaron una coreografía vestidas de toreras.