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Cristiano Ronaldo recupera la sonrisa

  • El delantero portugués tuvo fallos ante el Espanyol, pero terminó resarcido
  • El madridista satisface las expectativas con un gol y un pase, aunque quiso más
  • La dedicatoria del gol a su hijo y la complicidad con Higuaín, los detalles

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Cristiano Ronaldo volvió a marcar

Cristiano Ronaldo empezó a dar síntomas de recuperación en el juego colectivo. Conocidos su talento y su individualismo, al menos se reencontró con el éxito parcial en forma de gol. Siempre en el punto de mira, se le vio recobrar la sonrisa en un campo de fútbol, volvió a correr con los brazos abiertos recibiendo los flashes y los aplausos como recompensa al mejor tesoro que puede desenterrar un futbolista siempre ávido de títulos y gloria: el gol [Crónica del Real Madrid 3-0 Espanyol] [Todos los datos y estadísticas del partido].

Cristiano volvió a marcar, aunque fuera de penalti, de penalti dudoso, para más señas. Es su primer gol en Liga y se llevó el pulgar a la boca como si fuera un  chupete para dedicárselo a ese hijo de cuya existencia hemos sabido  este verano.

Él  mismo se encargó de provocarlo lanzando una falta que se estrelló en la  mano de Luis García, ubicado en la barrera. Incluso le 'permitieron' una repetición en vivo de su primer gol, ya que Clos Gómez, estricto en la aplicación del nuevo reglamento toda la noche, le hizo repetir la pena máxima por haber lanzado la primera haciendo una 'paradinha', algo que no está permitido en esta temporada.

Hacía cuatro partidos oficiales que el '7' portugués no marcaba con el Real Madrid. No parece mucho, pero es su peor racha desde que está en el equipo blanco. Un goleador como él no se acostumbra a la sequía, es de épicas, no de odiseas en el desierto, y se había revuelto en su fuero interno y externo. Obsesión y ansiedad, lo llamaban.

Pero lo cierto es que el tanto sólo maquilla unos datos que muestran a un delantero muy participativo, sobre el que gravitan casi todas las ocasiones, pero con poco acierto. A pesar del gol, Cristiano no brilló, al menos no como a él le gusta.   

Y eso que empezó el partido devorador. En la primera parte, tocó el balón en 34 ocasiones, o perdió en nueve, sólo recuperó uno, recibió tres faltas, cometió una y disparó, aparte del penalti, un tiro a puerta que golpeó en la barrera del Espanyol. En la segunda parte, Ronaldo tocó 18 balones, perdió cuatro, recuperó  tres, hizo dos disparos a portería, dos fuera, provocó una expulsión y  dio una asistencia de gol.

En total, merodeó el área siete veces, practicó cinco internadas, recibió 49 pases, perdió 13 balones. Tuvo 'feeling' con Özil y con Xabi Alonso en una jugada, pero de nuevo tuvo la pólvora mojada. Siete tiros, como con el Mallorca. Con el Osasuna lo intentó diez veces, once con el Ajax, nueve con la Real Sociedad.

Asistencia y abrazo con Higuaín

Quería participar, mostrarse, exhibirse y acabar con un debate agrio. Antes del choque ante el Espanyol, muchos opinaron sobre su crisis goleadora y también sobre su estado de ánimo. Cristiano parece enfadado con el mundo, e incluso a veces, consigo mismo. Por eso, después del partido ante el Ajax, donde falló infinidad de ocasiones, fue animado casi por todos sus compañeros.

Por eso, cuando en el minuto 78 Cristiano entra por velocidad por la banda derecha y pone un centro raso perfecto para que lo marcara Higuaín, el delantero argentino se fue hacia su compañero. Entre las celebraciones, Cristiano le ofreció la mano, algo desganado, el último de sus compañeros, quizá recordando la jugada en el minuto 30, en la que Higuaín acaparó el balón en la frontal del área en lugar de dejársela a su compañero, pleno de revoluciones, solo para el disparo. Esperaba un agradecimiento.

E Higuaín, sabedor del hambre y el egoísmo del delantero centro, le agradeció el pase, que también suponía el primer gol del '20' esta temporada. Agarró la mano que le ofrecía su compañero y se fundió con él en un abrazo. Un minuto después, Higuaín fue sustituido por Benzema y se volvió a abrazar con Cristiano Ronaldo. La grada del Bernabéu lo aplaudió como si fuera un nuevo gol.

Aunque se va reencontrando consigo mismo, aún le falta mostrar su mejor nivel. Por lo menos, Cristiano se ha reencontrado con el gol, una de sus obsesiones, uno de sus tesoros.