El Barça arrolla de memoria a un Madrid en rodaje
- Los azulgranas endosan una paliza de escándalo (89-55)
- Los de Xavi Pascual llegaron a tener 40 puntos de ventaja
- Ricky Rubio dio un nuevo recital en la dirección del Barça
Ficha Técnica:89 - Regal Barcelona (26+19+31+13):
Sada (7), Navarro (6), Mickeal (13), N'Dong (1), Morris (16)-cinco inicial-, Vázquez (9), Lakovic (8), Rubio (13), Roger (6), Lorbek (7), Perovic (2), Basile (1).
55 - Real Madrid (15+14+8+18): Prigioni, Llull (4), Velickovic (4), Reyes (6), Tomic (4)-cinco inicial- Tucker (15), Sergio R.(6), Fischer (10), Suárez (3), Mirotic.
Árbitros: Hierrezuelo, Conde, Peruga. Eliminado N'Dong (m. 38).
Incidencias: Segunda semifinal de la Supercopa disputada en el Buesa Arena de Vitoria ante 9.500 espectadores. El Regal Barcelona jugará la final ante el Power Electronics Valencia.
Si alguien esperaba que el nuevo proyecto del Madrid lograra hacer sombra al Barça del rodillo, puede esperar más todavía. Los azulgranas volvieron a ser la bestia negra de los blancos con una contundente victoria (89-55), que les dio el pase a la final. El conjunto que dirige Xavi Pascual jugará, por tanto, la final contra el Power Electronics Valencia, vencedor en el primer partido ante el Caja Laboral.
Messina desearía borrar, sin duda, el tercer cuarto del partido. Ahí estuvo la clave no ya del triunfo, sino del escandaloso resultado, puesto que los de Xavi pascual llegaron a gozar de una ventaja de 40 puntos a falta de un minuto y medio para que terminara el parcial.
El MVP del partido bien podría ser para el entrenador del Barça, puesto que su equipo volvió a dar una lección de solidez en su juego, frente a un combinado de estrellas que aún tienen que recorrer mucho camino para parecer eso, un equipo.
Sin embargo, el jugador mejor valorado fue una vez más el joven base titular del Barcelona, Ricky Rubio, que anotó 13 puntos y recibió una valoración de 20. No fue el máximo anotador de su equipo, honor que le correspondió al alero Terence Morris, letal desde la nueva línea de tres puntos con cinco.
En el lado del Madrid sólo Clay Tucker dio la cara, terminando como segundo encestador del encuentro con 15 puntos. Tardaron en cogerle la distancia a la línea de tres, pero también a la de dos y a la de tiros libres, porque los porcentajes de acierto en todas ellas fueron desastrosos.
Fue el Barça el que primero le cogió la distancia a la línea de 6,75, puesto que la primera canasta del partido la anotó Navarro de tres puntos. Le secundó su compañero Pete Mickeal con otro, mientras en el Madrid Velickovic parecía querer coger el mando.
De un prometedor 6-6 se pasó pronto a la realidad, todavía no tan cruda para los madridistas, tras un parcial de 11-0 para el Barça. En ese primer cuarto el partido parecía una reedición de los duelos de la temporada anterior, pero lejos de adivinarse la masacre posterior.
Tucker, un hombre y su sueño
Una de las diferencias entre los dos equipos es que el Barça consigue casi sin pestañear lo que al Madrid le cuesta un mundo. A los pocos minutos del segundo cuarto los azulgranas ya disfrutaban de 21 puntos de ventaja.
Lakovic y Sada permitían disfrutar a Rubio de minutos de refresco, mientras que en el Madrid Prigioni parecía acusar la 'tirria' que le guardaba el Fernando Buesa Arena por su marcha del Baskonia y Sergio Rodríguez pecaba de individualismo. Pocas alternativas le daban a Messina.
Surgía en los blancos la esperanza en las manos de uno de los nuevos, Clay Tucker, que con un par de triples y algunas buenas acciones redujo la distancia en 13 puntos. El acierto exterior del americano era el último recurso frente al muro que los N'Dong, Lorbek, Vázquez y compañía ponían al juego interior del rival. Reyes, Tomic y Garbajosa terminaron con una puntuación mediocre, y tan sólo D'Or Fischer alcanzó los 10 puntos.
La reacción de Tucker fue barrida en el tercer cuarto con un parcial de 21-0 para los de Xavi Pascual. Fue en dicho cuarto donde la ventaja llegó a alcanzar los 40 puntos, ante el regocijo de la afición del Caja Laboral, hermanada con los culés.
Los abucheos a Prigioni se tornaron en sorna, aunque hubo un momento para los aplausos sinceros a Sergi Vidal, que fue capitán del Caja Laboral. El tercer cuarto teminó con un parcial general de 31-8 y un 76-37 en el electrónico.
Con el sonrojante colchón de puntos se pudo ver por fin el esperado 'alley-oop' de rigor entre Ricky Rubio y Fran Vázquez. Pero en el último cuarto los blaugranas levantaron el pie del acelerador y permitieron que el Madrid maquillara -es un decir- el resultado con un parcial de 13-18, el único a favor que se apuntaron.