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Freire: "Ganar el cuarto Mundial me haría tanta ilusión como el primero"

  • El cántabro, principal baza española en el Mundial de ciclismo
  • El tricampeón señala a Philippe Gilbert como un rival a seguir
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Óscar Freire será la gran baza española para las medallas.
Óscar Freire será la gran baza española para las medallas.

El ciclista español Oscar Freire, que el próximo domingo tiene una cita con la historia, ya que de ganar el Mundial de Ruta en Australia se convertiría en el único corredor con cuatro entorchados, confiesa que "hay posibilidades" de victoria, aunque "depende un poco de los rivales".

El ciclista del Rabobank afirma que, de conseguir el 'póker' de mundiales, lo celebrará "como el primero". "Me hará la misma ilusión y los disfrutaré un poco más porque ya sé lo que es ganar el Mundial", puntualiza, al tiempo que no descarta continuar sobre la bicicleta hasta el próximo Mundial de Copenhague.

"Ahora estoy bien de forma, he entrenado bien, el circuito se adapta también, lo único que depende un poco de los rivales. En la Vuelta he visto a corredores que están muy centrados en este Mundial y que pueden ser muy peligrosos, pero la oportunidad de poder ganar un cuarto título la tengo y eso es algo que no tiene nadie", señala el ciclista cántabro en declaraciones a 'rfec.com'.

Oscar Freire asegura que lo único que le preocupa "es responder y los rivales", aunque cree que son "muy pocas las selecciones que pueden llegar a un hipotético 'sprint'". "Espero que no nos pillen a la contra, que vayamos siempre controlando y que siempre haya un corredor delante", destaca.

El ciclista de Rabobank, que ya corrió en Australia durante los Juegos de Sydney 2000, confirma que ésta es la vez que más le está costando adaptarse, aunque ya se ha recuperado de la sinusitis que le minó las fuerzas durante la Vuelta a España.

"En la Vuelta prácticamente había poco tiempo de entrenamiento y poco tiempo desde que me había operado. Fue una Vuelta con mucho calor al principio, muy dura y lo noté mucho, porque no estaba bien. Una vez que he terminado y he descansado, he notado mucha mejoría, pero veremos el domingo si estoy a la altura de ganar otro Mundial", apunta el ganador de tres maillots arco iris.

El de Torrelavega afirma que la selección española es "muy fuerte" y que cuenta con la ayuda de "ciclistas que lo quieren hacer bien". "Es importante correr con ganas, aunque en un Mundial siempre hay corredores de todos los tipos", añade.

Una llegada apetecible

Además, no se olvida de que "el 'sprint' de un Mundial es diferente a una carrera del Tour o la Vuelta porque suele ser más duro por los kilómetros". "Esta llegada favorece más a un corredor de mis características, pero también hay corredores que no son tan buenos en un 'sprint' llano, pero con una llegada así pueden sorprender", avisa el cántabro.

El ciclista español considera que Australia es, "sin duda", uno de los principales rivales, aunque señala al belga Philippe Gilbert, quien "seguramente atacará", aunque también "será uno de los peligrosos" en caso de llegada masiva, sin olvidarse de los italianos.

Para el triple campeón del mundo, este Mundial es "diferente a los demás, por esa primera parte completamente llana, que hace que no se pueda dejar una escapada mucho tiempo". "Luego está la segunda parte en la que hay subida, pero también sigue pegando el viento y hay zonas llanas justo después de la subida y si uno se relaja, una escapada puede ir muy fácil. Es complicado, pero si se tienen las cosas claras y se trabaja bien creo que se puede llegar a controlar", advierte.

Además, para la prueba del domingo, confía en que "no empiece a llover y no haga mucho frío" y espera tener "suerte con las caídas". "En Atenas, en apenas 30 kilómetros, nos habíamos caído todos los de la selección. Entonces, independientemente de si uno va bien o mal, hay que tener un poco de suerte", subraya.

"Copenhague será otro Mundial diferente, pero no lo descarto ni mucho menos. Está claro que cada carrera es diferente y un Mundial no es una prueba del Tour de Francia. Es una prueba de 260 kilómetros y no pierdo la esperanza", manifiesta el ganador de la Milán San Remo 2010.

Por último, el cántabro considera que la prohibición del pinganillo no es decisiva, ya que "si corres delante no hace falta, sobre todo en un recorrido como éste que en cada vuelta ves la diferencia de los escapados".