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Lissavetzky: "No tenemos un problema mayor ni menor que en el resto del mundo"

  • Recuerda que España está bajo sospecha desde el caso Muehlegg
  • El secretario de Estado para el Deporte sigue "creyendo" en el ciclismo
  • Confiesa que el caso Contador se puede explicar "tomando un café"

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El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, durante la rueda de prensa.
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, en una imagen de archivo.

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, ha asegurado que en España no hay un problema "mayor ni menor que en el resto del mundo" con el dopaje, aunque reconoció que la presunta implicación de deportistas de primer nivel afecta a la imagen.

Lissavetzky rechazó que en España haya "laxitud" con el dopaje en el Foro Ferrándiz, donde recordó que el caso Contador "es un resultado adverso", pero no un positivo en estos momentos, y comentó que "el deporte español está bajo sospecha desde hace mucho porque "hubo un caso de inflexión muy fuerte que fue el de Muehlegg".

"Siempre que hay muchos resultados te miran más con lupa, pero no voy a decir que haya una conjura. No se si la Agencia Mundial Antidopaje tiene acceso al caso de Contador. No he querido ni quiero llamar porque sería contraproducente. Que se juzgue como tenga que hacerlo y lo acataremos, pero pediría rapidez en la resolución", dijo.

Lissavetzky destacó que Contador "ha tenido una actitud valiente y ha dado la cara", pero se preguntó que "quién va a reparar la imagen si luego sale todo bien para el corredor". "A mi no me gusta poner a la gente en la hoguera. Mi obligación es estar firme y dar la cara y lo estoy haciendo", declaró.

En este sentido, confesó que "tomando un café se puede contestar", pero que como secretario de Estado para el Deporte no puede decir "más que de lo que dice la UCI en su nota de prensa". "Estamos en tiempo de espera de ver si se pueden explicar los restos de clembuterol. Contador me dijo su verdad que repitió en rueda de prensa y nosotros partimos de la presunción de inocencia", declaró.

"Creo y quiero seguir creyendo en el ciclismo"

El secretario de Estado se refirió también al desmentido del presidente de la UCI, Pat McQuaid, después de que éste cuestionara la política antidopaje de España y a las palabras del fiscal antidopaje de Italia, Ettore Torri, quien dijo que todos los ciclistas se dopaban.

"Entonces cerramos la tienda. Yo creo y quiero seguir creyendo en el ciclismo. Con el presidente de la UCI tengo que ser muy prudente, es compañero del ejecutivo en la AMA. Hablé con él antes de conocer el caso Contador pero los directores también hablaron con él y lo desmintió. Me tengo que fiar de su palabra.  Tengo buena relación con él, pero es muy dado a las declaraciones", señaló.

El secretario de Estado aseguró que dentro de España y de Europa sí hay una imagen positiva de la política española, porque "hay un sistema que funciona" y una "voluntad política", por lo que ha sido reelegido para representar a los gobiernos europeos en la AMA, aunque abandonará la presidencia del Consejo Superior de Deportes para optar a la alcaldía de Madrid.

He intentado practicar la tolerancia cero

"El dopaje sí es un problema del deporte, quizá el más importante por su credibilidad. Pero aquí hay un fenómeno global y por eso en 1999 surge la Agencia Mundial Antidopaje. Cuando llegué intenté trabajar en una línea que no se había tenido como prioritaria y he intentado practicar la tolerancia cero", comentó.

Tras destacar la elaboración y aprobación de la ley, que "se va a modificar para acondicionar el paso de la justicia ordinaria a la deportiva", Lissavetzky aseguró que se han aumentado los medios en la lucha contra el dopaje y se hace "un trabajo lo más riguroso posible, aunque a veces surgen presuntos positivos a borbotones y pasamos de la euforia a la depresión".