España rompe el muro lituano a cabezazos
- Silva y Llorente fueron las estrellas y los goleadores del 3-1 definitivo
- Salamanca acogió de manera inmejorable a los pupilos de su hijo predilecto
- 'La Roja' hace su 18º victoria consecutiva de local, la mejor racha de su historia
El primer y único partido de la campeona del Mundo en España en este año 2010 tuvo un escenario inmejorable en el estadio Helmántico de Salamanca. La ciudad universitaria que respira fútbol de toda la vida acogió a los pupilos de su hijo predilecto con el mejor de los ambientes y fue testigo de un hito: la 18ª victoria consecutiva como local que convierte a 'La Roja', la mejor racha de la historia.
Del Bosque se vio obligado a última hora a prescindir del 'doble pivote' (aquel que fue tan criticado después del partido ante Suiza) por la baja de Xabi Alonso.
La columna del Barça: Piqué, Busquets, Iniesta y Villa; fue la encargada de vertebrar el juego español en los primeros minutos. En el otro bando, los lituanos sólo se mostraban preocupados por defenderse. Además de por la falta de calidad, los lituanos eran víctimas de una presión intensa de España que les hacía incapaces de salir con la pelota controlada desde su campo.
De la primera parte, hay que extraer la participación continua de un jugador que hacía mucho que no destacaba con la selección, David Silva. El canario desbordó bien por la derecha y puso en aprietos al portero lituano en varias ocasiones. A punto estuvo Sergio Ramos, incluso el público lo cantó, de celebrar su partido número setenta con 'La Roja' en el estadio en el que precisamente debutó un 26 de marzo de 2005.
El que estuvo desafortunado fue David Villa. Al asturiano pudo afectarle la ansiedad de conseguir empatar la cifra de 44 goles de Raúl, el por ahora máximo goleador de la historia de la selección española. Y pudo afectarle porque Villa tiró en la primera parte seis disparos a puerta de los que tres se estrellaron en los palos, entre ellos un gol cantado con toda la portería para él.
Fernando Llorente hizo el gol psicológico
En este tipo de partidos, en los que el contrario viene a cerrarse atrás, a España le suele costar más de la cuenta abrir la lata.
Por suerte la lata se abrió nada más comenzar la segunda parte gracias al gol de Fernando Llorente en el primer minuto. Una gran internada de Sergio Ramos por su banda finalizó con el balón colgado al área y allí fue donde el 'león' riojano Llorente apareció para adelantarse al portero y a la defensa para alojar la pelota al fondo de las mallas.
Todo el estadio daba por comenzada la fiesta cuando llegó el susto y la trifulca. Susto porque un desgraciado fallo defensivo a la hora de tirar la línea del fuera de juego permitió a Sernas empatar el partido en el 53'. Y trifulca porque, aunque fueran pocos, los aficionados lituanos lo celebraron de tal manera que la policía tuvo que desalojar a más de uno.
La mejor respuesta la dio España volviendo a adelantarse dos minutos después. Cazorla se marcó un jugadón en el que volvió loco al lateral izquierdo báltico, centró de manera perfecta y de nuevo apareció en su sitio el hoy delantero centro para marcar su segundo gol y devolver la alegría a toda la afición.
En ese momento fue cuando Del Bosque se dio cuenta de lo loca de la situación y pidió calma a sus jugadores. España estaba muy descolocada, los defensas subían sin que nadie les resguardara, los atacantes no presionaban como en la primera parte, etc. Eran los minutos en los que Del Bosque más echaba de menos a Xavi Hernández.
Para activar la reacción, el técnico sustituyó a Villa y a Llorente por Pablo Hernández y por el debutante Aduriz que a punto estuvo de estrenarse con un gol.
Para cerrar el partido, el fútbol hizo justicia con Silva. El jugador del City tomó nota de cómo Llorente remató en los dos goles anteriores y, a pesar de medir por lo menos 30 cm. menos, supo rematar espectacularmente el enésimo centro de Sergio Ramos y conseguir el premio perfecto a uno de los mejores partidos que haya jugado Silva como internacional.
Antes de finalizar el choque se vio la jugada preocupante del partido cuando Sergio Ramos tuvo que pedir el cambio, abandonar el césped con muy mala cara, y dejar su sitio al salmantino Arbeloa.
Ahora toca ya pensar en Escocia y en como poder atravesar de nuevo un muro defensivo el próximo martes, día de la Hispanidad.