La Corte Suprema Británica da luz verde a la venta del Liverpool
- El Tribunal obliga a Hicks y Gillet a retirar su orden restrictiva
- El Liverpool indica que es "un paso importante para completar la venta"
- El club no puede determinar cuando se ejecutará la venta
El cambio de propiedad del Liverpool ha superado un obstáculo más, después de que el principal acreedor lograra una orden judicial en la Corte Suprema británica para frenar una decisión de un tribunal distrital de Texas para detener temporalmente la venta.
La junta directiva del Liverpool expresó esta tarde su satisfacción por la decisión, que supone "un paso importante para completar el proceso de venta" del club. Pese al avance conseguido esta tarde, fuentes del club indicaron que no pueden determinar todavía cuándo se ejecutará la venta del Liverpool, aunque algunos medios de comunicación británicos señalan que no pasará de esta noche.
Los directores independientes del Liverpool están contentos con el veredicto del juez (Christopher) Floyd en el Alto Tribunal de Londres esta tarde, que ahora obliga a (Tom) Hicks y (George) Gillett -actuales propietarios de la entidad- a retirar su orden restrictiva de Texas antes de mañana a las 4 de la tarde", indicó el consejo en un comunicado.
Un proceso lleno de trabas
El Royal Bank of Scotland (RBS) había ganado el miércoles una decisión de la Corte Suprema que permitía vender el club a la firma New England Sport Ventures (NESV) por 300 millones de libras esterlinas (unos 340 millones de euros).
Sin embargo, los actuales dueños, George Gillett y Tom Hicks, obtuvieron después una orden de restricción temporal de la venta por parte de un tribunal de Dallas. Más tarde el jueves, el juez de la corte británica condenó fuertemente a los propietarios por haber tomado una acción "desmesurada" en los tribunales estadounidenses para intentar bloquear el cambio de propiedad del club.
A continuación, el tribunal de Dallas indicó que llevaría a cabo una nueva audiencia también el jueves para tratar el caso. La apelación de Hicks y Gillett incluyó un pedido de compensación por daños de 1.600 millones de dólares (1.140 millones de euros) por lo que ellos describieron como una "estafa épica" para intentar vender el club a un precio rebajado.
La orden de restricción, que indica que el club fue valorado entre 600 millones (unos 426 de euros) y 1.030 millones de dólares (unos 732 de euros), se basó completamente en las acusaciones de los propietarios y puso al 25 de octubre como fecha límite para una audiencia sobre el asunto en Texas. No obstante, expertos legales británicos consideraron a la maniobra como inusual y dijeron que es poco probable que supere la Respuesta legal del RBS y del club.
"Incumplimiento" de Hicks y Gillet
En la audiencia de la Corte Suprema llevada a cabo el miércoles el juez determinó que Hicks y Gillett habían sido culpables del "más claro incumplimiento posible" de las reglas de gobierno corporativo y no les otorgó el derecho a apelar, aunque aún podían acudir al Tribunal de Apelaciones.
Por su parte, 'NESV', empresa que también es dueña del equipo de béisbol Boston Red Sox, sostuvo que tenía un acuerdo vinculante para comprar el Liverpool y que la decisión del juez hacía poco probable la posibilidad de que el club fuese intervenido y despojado de puntos en la Premier.
Tras un mal inicio de temporada que lo tiene antepenúltimo en la clasificación, el Liverpool visitará el domingo a su clásico rival Everton en el derbi de Merseyside. En tanto, otro de los posibles compradores del club de fútbol más exitoso de Inglaterra a nivel doméstico, el empresario singapurense Peter Lim, retiró más tarde el jueves su oferta de 320 millones de libras esterlinas (365 millones de euros).