Los dueños del Liverpool desbloquean la venta en busca de nueva vía actuación
- Los norteamericanos acudieron a la justicia de su país para paralizar la venta
- El consejo tenía un acuerdo de compra con el consorcio NESV
- El Alto Tribunal de Londres asestó un varapalo a Hicks y Gillet
Los copropietarios del Liverpool, Tom Hicks y George Gillett, levantaron la orden de restricción que bloqueaba la venta del club al consorcio New England Sports Ventures (NESV), lo que aparentemente permitiría cerrar ya el acuerdo, pero que, en realidad, supone un nuevo intento para frustrar la operación.
La última actuación de los dueños no se traduce como una ayuda para completar la venta a NESV, sino un paso previo para que Hicks pueda traspasar su paquete accionarial al fondo de inversión estadounidense Mill Financial y así controlar el proceso.
El consorcio empresarial New England Sports Ventures (NESV) estaba listo para enviar los 340 millones de euros acordados para comprar el Liverpool en cuanto fuera levantada la orden del Tribunal de Texas que tenía bloqueado el proceso.
La última sentencia del Alto Tribunal de Londres, dictada el jueves por la tarde, obligaba a la justicia estadounidense a retirar la orden restrictiva de carácter temporal que emitió el día anterior para paralizar, a petición de los actuales propietarios del club -Tom Hicks y George Gillet-, la venta de la entidad inglesa.
Los copropietarios del Liverpool, que lo compraron en 2007 por 174 millones de libras (198 millones de euros), han intentado evitar la venta del club desde que la pasada semana se anunció el acuerdo alcanzado entre el consejo -compuesto por cinco miembros- y la firma estadounidense NESV, que ofrece 300 millones de libras.
Después de tratar de paralizar ese proceso con la expulsión de dos directores del consejo, para reemplazarlos por dos personas de su confianza y controlar así las votaciones, Hicks y Gillet acudieron a la justicia de su país para que interviniera y detuviera de nuevo la operación.
Los propietarios volvieron a perder el juego ante la justicia inglesa, pero el siguiente paso de Hicks para impedir la venta del Liverpool al comprador elegido por su junta directiva (NESV) es intentar traspasar su participación en el club "red" al fondo inversiones estadounidense Mill Financial.
Aunque los cinco miembros del consejo tenían ya esperanza de poder concluir el episodio sobre su venta este viernes, la actuación de Hicks podría echar por tierra esos planes.
Mill Financial ya asumió en agosto pasado el control de la parte correspondiente a George Gillett (el 50 por ciento) y, si también Hicks lo hiciera ahora, sería esa empresa la encargada de devolver la deuda de 237 millones de libras (270 millones de euros) que los "reds" tienen con el Royal Bank of Scotland (RBS), su principal acreedor.
Además, la fecha límite para saldar esa deuda concluye hoy, viernes, y de no pagarse, el Liverpool podría ser declarado en suspensión de pagos. Esa situación conllevaría una sanción de nueve puntos menos en la tabla, impuesta por la 'Premier League'.
No obstante, parece poco probable que eso ocurra, según ha informado el abogado deportivo Graham Shears en declaraciones a la cadena de radio BBC 5. "El banco no tiene que cumplir con su plazo, puede dar un poco más de margen", señaló.