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El Madrid tiene actitud pero no goles

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Cristiano Ronaldo se lamenta después de una ocasión en La Condomina.
Cristiano Ronaldo se lamenta después de una ocasión en La Condomina.

Ficha del partido:

0 - Real Murcia: Dani Hernández; Ander Gago, Luciano, Iván Amaya, Óscar Sánchez; Carles, Richi, Miguel Albiol, Dani Aquino (Pedro, minuto 57); Cañadas (Mario Marín, minuto 64) y Kike (Rosquete, minuto 77).

0 - Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Raúl Albiol, Arbeloa; Mahamadou Diarra, Granero (Khedira, minuto 62), Pedro León, Canales; Cristiano Ronaldo (De María, minuto 69) y Benzema (Higuaín, minuto 62).

El Real Madrid ha debutado en la Copa del Rey como no se recordaba en  Chamartín. Serio y trabajador, en la línea de los últimos partidos de  Liga. La mano de Mourinho ha demostrado que este año la actitud es diferente. La amenaza de su entrenador sobre una posible repetición de lo sucedido otros años en Toledo, Irún o Alcorcón; ha surtido efecto y a pesar de no resolver la eliminatoria, el equipo blanco ha merecido la victoria[Estadísticas del choque]

La oportunidad que tenían los no habituales como Benzema, Pedro León, Diarra o Canales; se les ha escapado y, visto lo visto, es poco probable que vayan a tener alguna otra en lo que resta de temporada.

Desde los primeros minutos el dueño del balón fue el equipo merengue. Al Murcia le duraba demasiado poco la pelota en los pies para inquietar a Mourinho, por eso el portugués no se levantó del banquillo hasta el minuto veinte de partido.

La causa de que Mourinho despertara de su nirvana es que a pesar del dominio, no se creaba ni una triste ocasión clara de gol. Tan sólo tiros lejanos a cargo de Sergio Ramos o de Granero (un disparo con la zurda del madrileño llegó a estrellarse en el larguero) y las jugadas individuales del 'nomegustaperdernunca' Cristiano Ronaldo hacían intervenir de vez en cuando al meta local.  

El francés Benzema, al que los medios le habíamos colocado este partido como una reválida, no tuvo su día -si es que sabemos como son sus días buenos- y estuvo desaparecido como acostumbra hasta que fue sustituído en el minuto 17 de la segunda parte. La única acción en la que acertó con el balón en los pies (llegó incluso a superar al portero y hacer gol) fue anulada por fuera de juego claro.

La primera parte concluyó con la ocasión más clara para los blancos en todo el primer período. Tras un saque de esquina, el balón rebotado le llegó a Albiol que no acertó a colocar el remate y envió el esférico por encima de la portería murciana.

Mourinho tuvo que echar mano de la caballería pesada

Tras el descanso el partido se abrió y las llegadas con peligro en las áreas se sucedían con mayor periodicidad. Esas llegadas eran casi en exclusividad sobre la portería pimentonera ya que tanto Pepe como Albiol tuvieron la culpa de que mucha gente dudara si realmente Casillas volvía a disfrutar de un partido de Copa cuatro años después.

Pasaban los minutos y los fantasmas del pasado sobrevolaban sobre el banquillo blanco porque una jugada a balón parado o un fallo podían complicar y mucho la eliminatoria. Tal vez como escarmiento o para tratar de cambiar el rumbo, Mourinho hizo un doble cambio cuando aún restaba aproximádamente media hora de partido. Khedira e Higuaín entraban en el campo en el puesto de Granero y de Benzema. La intriga ahora será saber si estos últimos tienen o no la cruz con la que 'Mou' amenazó.

A los pocos minutos, a punto estuvo Cristiano Ronaldo de cambiar el signo del partido de no haber sido por la agilidad del portero venezolano Dani Hernández. Como 'Juan Palomo', el portugués provocó una falta al borde del área que el mismo se encargó de ejecutar. Su disparo fue atajado por el guardameta local que, sin tiempo para levantarse, despejó a bocajarro el rechace que empalmó Pedro León.  

Esa fue la última de CR7 porque tuvo que dejar su puesto a Di María. Este cambio si se explica mejor contando que el sábado hay Liga y el miércoles Champions.

La entrada del argentino ensanchó el ataque madridista. El 'fideo' por la izquierda y Pedro León por la derecha intentaron desbordar y poner el centro como a Mourinho le gusta. El aire fresco y la verticalidad que aportó Di María fue una pequeña revolución que obligó al Murcia a encerrarse todavía más en su área.

Pidieron penalti los jugadores locales en una posible mano de Albiol que cortó la trayectoria del balón cuando se lanzó al suelo para evitar una internada pero que el árbitro Ayza Gómez consideró involuntaria.

Y así se llegó al final del primer asalto de esta cuarta ronda de la Copa del Rey. Rompiendo una lanza en favor de los llamados "no habituales", decir que si ya de por sí no es fácil salir a resolver la papeleta cuando no se está acostumbrado a jugar, más difícil es aún hacerlo cuando pesa sobre el jugador la famosa amenaza: "una cruz y están muertos". 

Lo que si parece claro es que esos jugadores, conociendo al técnico portugués, van a tener muy pocas ocasiones para demostrar su valía de aquí al final de temporada. Todo pinta a que Mourinho solamente variaría su once titular si se ve obligado por las circustancias.