El Portugalete se queda a las puertas de dar la campanada
- Al equipo vizcaíno le hubiera servido con anotar un gol en El Coliseo (0-0)
- El Getafe jugó con fuego contra un Tercera División pero se libró de la quema
- El Mallorca sentenció la eliminatoria en el primer cuarto de hora en Gijón (2-2)
- El Valencia se impuso al Logroñes en un partido sin aliciente (4-1)
El Getafe jugó con fuego ante el Portugalete de Tercera División y casi se quema tras empatar a cero en el Coliseum Alfonso Pérez y lograr el pase octavos de final de la Copa del Rey gracias al valor doble de los goles conseguidos fuera de casa. [Estadísticas del partido]
El empate a un gol del partido de ida bastó a los madrileños para seguir en la competición. El día que tenía que recuperar prestigio después de varios traspiés, completó una mala actuación ante un equipo inferior.
Hasta hace varios partidos era una incógnita cual iba a ser la imagen que iba a ofrecer el Getafe. Entonces, alternaba buenas actuaciones con partidos algo pobres, en una espiral tal vez poco beneficiosa para los jugadores que dirige Míchel. En los últimos tiempos, la situación ha ido empeorando. Hace varios encuentros que la escuadra madrileña no da con la tecla correcta. Ha perdido consecutivamente ante Athletic, Stuttgart y Barcelona ofreciendo su peor cara.
El Portugalete era una buena oportunidad para que el Getafe adquiriera moral de cara a sus próximos duelos. Los vascos sólo tenían la oportunidad de soñar tras el empate a uno de la ida. A priori, llegaban al Coliseum Alfonso Pérez como un cordero degollado.
Sin embargo, los hombres de Jabier Luaces cerraron todas las puertas a su rival con un planteamiento ultradefensivo. De ese modo, pese a renunciar al balón, lograron apagar las ideas a sus rivales, que durante todo el partido disfrutaron de la posesión de la pelota.
Eso no es sinónimo de victoria si no hay acierto, algo que ocurrió en la primera parte, donde el Getafe tuvo sólo tres oportunidades. Primero, Iván Marcano lanzó un zapatazo al larguero; después, Albín remató fuera por muy poco un centro de Adrián Colunga, y el uruguayo también tuvo la tercera con un lanzamiento de falta.
No hubo mucho más, aparte de un empacho de balón local que no sirvió para nada. Ni siquiera la entrada de Dani Parejo en el segundo tiempo dio más claridad al Getafe, que encima cedió algo de terreno al Portugalete. Los hombres de Míchel apenas inquietaron con cuatro disparos peligrosos de Adrián Colunga y Mané -los dos últimos al palo-, y que a punto estuvieron de acabar en gol. Pero eso no es suficiente para todo un Primera División que eliminó a un Tercera sin ganarle ninguno de los dos encuentros.
El Mallorca sentenció el pase en el primer cuarto de hora
El Real Sporting tiró por la borda en el primer cuarto de hora del partido cualquier esperanza de eliminar al Mallorca porque encajó dos goles que le pusieron muy cuesta arriba una eliminatoria en la que había perdido 3-1 en la ida y en la que sólo pudo nivelar la contienda para igualar la vuelta (2-2). Preciado presentó finalmente una alineación en la que mezcló titulares, cinco, y suplentes, en un intento de dar la vuelta a un marcador claramente adverso tras el 3-1 encajado en el partido de ida, mientras que Laudrup tomó la misma decisión y en las mismas proporciones pero con la clara intención de aguantar la ventaja.
Las intenciones sportinguistas recibieron un duro varapalo a los 10 minutos de juego, en una buena jugada colectiva del Mallorca en la que entre Pereira y Kevin llevaron el balón hasta el área pequeña, donde sirvieron a Nsue para que marcara el 0-1. Sólo cinco minutos después se produjo un fallo defensivo de Sastre, que permitió la internada en solitario de Nsue, que, al llegar al área elevó el balón suavemente por encima de Cuéllar, que situó el 0-2 en el marcador y dejó la eliminatoria sentenciada.
En una de las primeras jugadas en las que el Sporting se acercó a las inmediaciones del área visitante el balón llegó a Bilic que centró, Kevin cortó el balón con la mano y Pérez Lasa señaló un penalti que transformó de fuerte disparo el propio delantero croata, que anotó su primer gol de la temporada, que por lo menos tuvo la virtud de acallar las críticas de los aficionados.
El Mallorca se dedicaba a dejar pasar los minutos, aunque de vez en cuando trataba de sorprender con algún ataque esporádico, pero el juego decayó mucho hasta que lo animó el juvenil Juan Muñiz, que entró en sustitución de Ayoze y a los pocos minutos logró el empate en un disparo desde el borde del área.
Con el Mallorca perdiendo tiempo a la menor oportunidad se llegó al final del partido.
El canterano Isco entretuvo a Mestalla en un partido sin alicientes
El Valencia se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey por un marcador global de (7-1) en un partido en el Logroñés controló al equipo local durante la primera media hora de juego, pero en el que el Valencia se rehizo con el protagonismo de canterano Isco, autor de dos goles.
El partido apenas tenía alicientes y fue el jugador de la cantera el que entretuvo a la afición local en un encuentro en el que también el francés Sofiane Feghouli se estrenó como goleador con el Valencia, un equipo que, sin atravesar un buen momento, no tuvo problemas en este encuentro.
El encuentro empezó como alguno de los últimos disputados por el Valencia en casa, con un gol del equipo visitante. En esta ocasión fue un rival de Segunda B el que, en la primera y única aproximación a la meta local en el primer tiempo, marcó el 0-1 por medio de Osado.
La superioridad del Valencia quedó patente en la jugada del empate, en la que pudo haber falta del goleador Isco, en el falló de la defensa visitante en el 2-1 y en la habilidad de propio Isco en la jugada del 3-1.
Tras marcar el segundo de sus goles, el Valencia mejoró sensiblemente y, al menos, dejó patente que se trataba de un equipo de Primera, que enfrente tenía a un rival de Segunda B ordenado y muy concentrado, pero con limitaciones. La segunda mitad no tuvo historia, ya que el Logroñés tenía problemas para acercarse a la portería de Guaita y el Valencia incrementó su dominio territorial aunque ni disfrutar de claras opciones para volver a marcar a pesar de que se jugaba siempre cerca de la meta del equipo riojano.