Las lesiones han podido con Moyá
- El tenista mallorquín adelantará su retirada tras 15 años en activo
- Fue el primer español en lograr auparse al nº1 mundial en 1999
- Recibirá un homenaje a toda su carrera en Londres
El tenista balear Carlos Moyá, de 34 años, ha decidido adelantar su retirada de las pistas debido a una plaga de lesiones que han condicionado la fase final de una brillante carrera deportiva que inició en 1995 y en la que además de ser el primer español en proclamarse jugador número uno del mundo en 1999, obtuvo 575 victorias y 319 derrotas.
Moyá, que disputará sus últimos torneos en el Máster Nacional/Copa del Rey en Sevilla en diciembre, y también en Londres, donde recibirá un homenaje a toda su carrera, abrió las puertas del éxito a su paisano Rafael Nadal, al que le une una gran amistad y con el que hoy mismo se entrenaba en las pistas de Manacor (Mallorca).
El tenista de Palma disputó su último torneo en España, el máster 1.000 de Madrid, donde cayó eliminado ante el alemán Becker. Desde entonces, una fractura por estrés en el pie derecho y más tarde, una tendinitis en el peroneo y una lesión en la cadera frenaron en seco su carrera.
En el Open de Australia, tras perder en la final frente al estadounidense Pete Sampras, se despidió con un "hasta luego Lucas", que do la vuelta al mundo.
Ganó su primer título ATP en 1995 (Buenos Aires), y tras imponerse en Montecarlo, en 1998 se coronó en Roland Garros, en París, como el mejor jugador del mundo en tierra batida.
El 15 de marzo de 1999 se convirtió en el primer tenista español en ser número uno del mundo, y un año más tarde, fue el gran artífice del equipo español que ganó la Copa Davis en Sevilla ante Estados Unidos.
Las lesiones, asimismo, le impidieron estar en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, y cuatro años después, en Atenas, cayó en cuartos ante el futuro campeón, Nicolás Massu. En dobles, perdió en primera ronda junto a Nadal.
Los círculos deportivos de Baleares tienen previsto rendir un gran homenaje de despedida a un Carlos Moyá precursor de los éxitos mundiales de la 'Armada Española' y santo y seña del tenis de las Islas hasta la excepcional irrupción de Rafael Nadal, actual número del mundo.