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El vendaval Ronaldo sube la temperatura del clásico

  • El portugués protagoniza una lucha continua con Busquets y Piqué
  • Los superó en dos ocasiones: gol anulado y primer tanto de Portugal
  • Sólo jugó 45 minutos, pero fue el gran protagonista de su selección

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Cristiano calienta el 'clásico'

Había avisado. Tenía ganas de revancha y la motivación por derrotar al campeón del mundo y su verdugo en Sudáfrica era máxima. Para colmo, en dos semanas llega el Barça-Madrid, en el que Cristiano Ronaldo querrá refrendar el gran partido que se ha marcado frente a España.

Sólo jugó 45 minutos pero se convirtió en el líder espiritual de un equipo dispuesto a demostrar que sube como la espuma, en busca del lugar perdido en el pasado Mundial. Ultramotivado, el portugués lo intentaba cada vez que el balón caía en sus botas. Pero los primeros compases del 'miniclásico' fueron para la defensa azulgrana.

Piqué cerraba los huecos de Sergio Ramos y secaba el ataque de CR7. Y si el central no llegaba, allí estaba Sergio Busquets, perfecto en las ayudas. Los choques hacían saltar las chispas, y en apenas unos minutos, el clásico comenzó a calentarse en Lisboa.

Busquets, expeditivo, cortó el comienzo de una jugada de ataque de Ronaldo en el centro del campo con una fea entrada. Amarilla para el azulgrana. En la siguiente jugada, el portugués se tomó la revancha y atacó por bajo a su rival. Amarilla para el portugués. La temperatura subía por momentos, pero Cristiano seguía estrellándose contra la defensa española.

Cristiano derribó la barrera

Pero no se rindió y acabó por derribar lo que parecía imposible. Y cuando lo logró, la lió. Primero se deshizo de Piqué y envió el balón a la red, aunque Nani se interpuso y produjo el fuera de juego que anuló el tanto. Pero volvió a insistir y, tras sentar a Pique´, lanzó un fuerte disparo que repelió Casillas, que ya no pudo evitar el gol de Postiga.

Objetivo logrado. Después de 45 minutos de intensa pelea, Cristiano Ronaldo, se despidió del partido y se quedó en la caseta en el descanso. El vendaval Ronaldo provocó la primera guerra del Barça-Madrid y arrancó la goleada de Portugal a España en Lisboa. CR7, como siempre, ejerció de protagonista de la película ibérica y del 'trailer' del clásico.