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Cita de capos en el Camp Nou

  • Madrid y Barça detentan el poder económico y deportivo del campeonato
  • La brecha abierta respecto al resto de equipos enfurece a la 'clase media'
  • Su choque lo mueve todo, incluso el día del partido, por primera vez en lunes

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Messi y Ronaldo simbolizan en el campo el poder de Barça y Madrid.
Messi y Ronaldo simbolizan en el campo el poder de Barça y Madrid.

¿Se imaginan una Liga sin Barcelona y Real Madrid? Sería un torneo mucho más disputado... y nada más. Azulgranas y merengues son los actores principales del campeonato español. Son la imagen del fútbol nacional en el mundo y son los únicos equipos capaces de detener al país durante 90 minutos un par de veces al año.

Este año, por primera vez en su historia, España deberá sentarse a disfrutar del espectáculo un lunes, después del mayor revuelo jamás visto a la hora de elegir la fecha de un partido. Y todo porque el Barça-Madrid no es cualquier partido, es, entre otras cosas, el único que no puede coincidir con unas elecciones autonómicas.

El 'clásico' aparece como un elefante en una cacharrería y cualquier evento a su lado quedaría reducido a la nada. Además, por supuesto, los problemas de seguridad que supondría para una ciudad acoger un partido de máximo riesgo junto a unos comicios electorales y la audiencia que robaría el partido del año a la actualidad electoral han sido claves a la hora de designar esta fecha extraña.

Por unas cosas o por otras, esta será la primera vez que el día más odiado de la semana tenga el honor de acoger el partido más esperado de la Liga. Y, aunque aún estemos en la primera vuelta, el choque ya huele a decisivo. Con el paso de los años, Madrid y Barça siguen alejándose cada vez más de sus 18 competidores, convirtiendo la Liga española en un mano a mano entre ambos.

Un 'clasico' a la escocesa

Especialmente significativa fue la temporada pasada, en la que el Barça destrozó el récord de puntos, con 99, y el Madrid se quedó a tres, con 96. El tercer clasificado, el Valencia, acabó a 25 puntos de los blancos. Una diferencia abismal que realza la brecha creada entre los dos grandes y el resto de equipos, como pasa desde hace años en Escocia con Rangers y Celtic.

Desde el título liguero conquistado por el Valencia en 2004, el campeonato ha sido un coto privado de Madrid y Barça, en el que sólo ha logrado interponerse el Villarreal en 2008, que terminó segundo, entre ambos equipos. El agujero se ha hecho enorme al final de la primera década del siglo XXI, con dos plantillas insuperables y los dos mejores jugadores del planeta incluidos.

Messi y Cristiano Ronaldo simbolizan el poder de Barça y Real Madrid. Como sus equipos, los dos últimos balones de oro provocan una eterna discusión por el trono del fútbol mundial. Con Messi, el Barça ha tocado techo. Con Ronaldo, el Madrid ha vuelto a ser temible. Dinamita pura para el clásico, que vive su propio duelo interno entre los dos 'cracks' mundiales.

No obstante, CR7 ya comenzó el clásico por su cuenta en el amistoso de España frente a Portugal, cuando el luso chocó una y otra vez contra Busquets y Piqué. Y es que el 'clásico' lo inunda todo desde semanas antes de su disputa.

Dinero y poder

La creciente diferencia entre ambos equipos y el resto de la Liga ha provocado un movimiento de protesta por la gran diferencia de ingresos vía televisión, una de las razones del problema, según el presidente del Sevilla, José María del Nido, que ha encabezado la protesta de la clase media para evitar que la Liga se convierta en una cosa de dos durante los próximos años.

Madrid y Barça, conscientes de su tirón popular, han conseguido jugosos beneficios económicos con los contratos televisivos, permitiendo los grandes desembolsos, principalmente por parte de los blancos y de su presidente Florentino Pérez. El dirigente regresó con Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y Xabi Alonso de la mano.

El Barça, por su parte, mientras presumía de cantera, vaciaba la cartera por Ibrahimovic y Villa. Si CR7 y Messi simbolizan el duelo en el terreno de juego, Florentino y Laporta lo hacían en los despachos. La llegada de Rosell ha calmado el ambiente, pero los fichajes estratosféricos siguen siendo la salsa del fútbol cada verano.

¿Algún duelo más? Por supuesto, aún nos queda el duelo del año, el que se está batiendo en los banquillos entre Guardiola y Mourinho. Con estilos completamente diferentes, son el objetivo de todas las miradas. Ambos dirigirán un partido para la historia, el partido que cada año nos hace vibrar y disfrutar con la grandeza de los capos de la Liga.