De Zúrich también saldrá el organizador del Mundial de 2022
- Estados Unidos, Australia, Japón, Corea del Sur y Qatar son los candidatos
- Algunos ya saben lo que es organizar un Mundial (USA 94 y Corea-Japón 2002)
- La sorpresa sería un Mundial 2022 'Aussie' o en el desierto arábigo
Las candidatas a organizar los Mundiales de 2022 también conocerán su destino en la reunión de Zúrich. Alrededor de las 16.00 horas del jueves, se sabrá si el Mundial será organizado por Estados Unidos, Australia, Japón, Corea del Sur o Qatar.
Tras las últimas presentaciones de la candidatas europeas, que concluirán sobre las 12.30 horas, los 22 miembros del Comité Ejecutivo se reunirán para llevar a cabo la votación, secreta, primero para 2018 y a continuación para 2022.
La elección se presenta tremendamente abierta, ya que los miembros del Ejecutivo de la FIFA deberán decantarse por repetir sede para asentar el fútbol en mercados emergentes (Japón, Corea del Sur y EE. UU.) o ampliar sus fronteras a otros destinos todavía poco consolidados y cuestionados (Qatar y Australia).
Petrodólares y caras conocidas Vs calor extremo
Qatar cuenta con el apoyo de numerosas personalidades del mundo del fútbol, desde Zinedine Zidane a Josep Guardiola, pero las altas temperaturas son su principal obstáculo. La FIFA ya ha señalado que los casi 50 grados que se alcanzan en el país son "un riesgo para la salud", algo que ya apartó a la capital Doha de la carrera olímpica por 2016.
Sin embargo, desde la candidatura afirman que ya han logrado solucionar el problema del calor instalando acondicionadores de aire, con lo que las temperaturas disminuirían hasta unos 27 grados.
Si Qatar logra albergar el Mundial, se convertiría en la nación más pequeña que celebra una Copa del Mundo desde que Uruguay lo hizo en la primera edición de 1930. El país de Oriente Medio, que actualmente cuenta con 50.000 habitaciones de hotel, necesitaría ampliar el número para cumplir los requisitos de la FIFA. Estos problemas, sumados a algunas tradiciones del Islam, están el lado negativo, pero hay una iniciativa que gusta mucho a la FIFA, ya que tras el torneo, Qatar daría una función doméstica a los estadios para que el desarrollo del fútbol continúe en Oriente Próximo.
La esperanza de alzar al Soccer
La candidatura de Estados Unidos es considerada en esta ocasión una apuesta mucho más segura que cuando albergó la cita en 1994. Entonces, el fútbol era un deporte minoritario en el país y la cita no tuvo la relevancia que en otras ocasiones. Sin embargo, el Mundial de 1994 permitió al balompié ir ganando relevancia, como lo ha hecho la MLS, la liga estadounidense que ha ido creciendo con el éxodo de grandes figuras europeas, lideradas por David Beckham o Thierry Henry, sumado a la llegada de futbolistas estadounidenses a competiciones europeas como la 'Premier League'.
Otro aspecto positivo es el hecho de que Estados Unidos cuenta con una experiencia inigualable en la organización de grandes citas, que tiene ya preparada la mayor parte de las infraestructuras deportivas, que podría albergar a millones de espectadores, con algunos de los estadios más grandes del mundo.Sólo la existencia de césped artificial en algunos recintos, que serían modificados, podría actuar en su contra, o la menor capacidad logística de alguna de las sedes figuran en su debe, pero, a 12 años, vista, todas las necesidades estarían cubiertas y más por la gran potencia universal.
La sorpresa sería un Mundial 'Aussie'
Por su parte, Australia, es de las candidaturas menos protagonistas para la votación. Con la experiencia exitosa de los Juegos Olímpicos de Sydney, el apartado de infraestructuras no ofrece riesgos, aunque en su contra tiene, por ejemplo, que el Mundial se celebraría en invierno, aunque también ha sucedido en Sudáfrica y no ha sido impedimento. Tampoco tiene excesiva tradición el fútbol, eclipsado como ocurre en Estados Unidos, por otros deportes de equipo, aunque también en los últimos años podido emerger.
Sin embargo, decidió dar el salto y pasar a formar parte de la Confederación Asiática, donde se ha convertido en una potencia. Más problema supone la expulsión de uno de los miembros del Comité Ejecutivo, el tahitiano Reynald Temarii, que preside la Confederación de Fútbol de Oceanía y cuyo voto sería para Australia, que sigue intentando ganar adeptos. De hecho, hasta el último momento ha estado intentando que el suspendido fuera sustituido por David Chung, de Papúa Nueva Guinea, ya que con sólo 22 miembros en el Ejecutivo cualquier voto puede ser decisivo.
El Mundial de Oliver y Benji
Por su parte, Japón y Corea del Sur, anfitrionas exitosas de la cita de 2002, la única conjunta que ha permitido hasta ahora la FIFA, aspiran a demostrar ahora que son capaces de caminar solas. La tecnología es la mayor baza de la candidatura nipona, que espera repetir en solitario con un proyecto ya consolidado, ya que la mayoría de los estadios ya están construidos.
Japón es la tercera economía del mundo y aúna las ideas modernistas (pretende transmitir los partidos en '3-D' en pantallas gigante) con sus tradiciones milenarias y entremezcla comercios antiguos con los modernos rascacielos en una apuesta espectacular en tecnología y afición. Así, desde la tierra del sol naciente se confía en el "factor sorpresa" para ganar la carrera mundialista. El jefe de la candidatura ha señalado que Estados Unidos es la "mayor amenaza" para su proyecto debido a la capacidad de los estadios y los aficionados potenciales que puede asistir.
Fútbol para olvidar los conflictos
Mientras, para Corea del Sur, los problemas con su vecina del norte se presentan como un punto demasiado importante para la FIFA, sobre todo agravados por el recrudecimiento del conflicto en los últimos tiempos. Sin embargo, confían en que este lastres pueda convertirse en una baza y argumentan que la celebración del Mundial podría ser una gran ayuda para la pacificación de la península.
Entre otros aspectos positivos, cabe destacar el gran ambiente que hubo hace ocho años y las infraestructuras del país, ya que tiene estadios muy modernos y con fácil accesibilidad. Así, su nivel futbolístico y la gran afición por el deporte rey puede que sea de gran ayuda para la candidatura.
Hay que obtener la mitad más uno
Para hacerse con el derecho a albergar la competición, el candidato debe obtener la mayoría absoluta (la mitad más uno) de los votos de los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA presentes.
En caso de que empaten dos candidatos cuando ya sólo ellos estén en liza, el presidente de la FIFA tendrá el voto de calidad. En las rondas en las que no se alcance la mayoría absoluta, el candidato con el menor número de votos quedará descartado para la siguiente. Si hay empate en el menor número de votos en alguna ronda, se realizará una votación intermedia para determinar cuál de los candidatos queda descartado.