El Madrid suda para ganar tres puntos vitales
- El equipo de Mourinho acusó el 5-0 frente a un Valencia falto de ambición (2-0)
- Ronaldo, con dos cañonazos, fusiló la puerta valencianista en la 2ª parte
- El equipo de Emery tuvo en su portero Guaita a su mejor jugador
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Ficha técnica:
2 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Albiol, Marcelo; Lass, Khedira (Benzema, m.54), Xabi; Ozil (Granero, m.75), Di María (Diarra, m.82) y Cristiano.
0 - Valencia: Guaita; Bruno, Maduro, Ricardo Costa, Stankevicius, Jordi Alba (Miguel, m.61); David Albelda, Tino Costa, Joaquín (Aduriz, m.80), Mata (Banega, m.67); Soldado.
Goles:
1-0, m.74: Ronaldo.
2-0, m.86: Ronaldo.
El Real Madrid saltó a un Santiago Bernabéu tan frío que casi ni se inmutó con la salida de su equipo. La sorpresa de la alineación fue la suplencia de Benzema y la presencia de Lass en el once de titular. El cambio tenía toda la pinta de un aviso a navegantes de Mourinho sobre la necesidad de fichar en el mercado invernal un delantero centro de gama alta. [Estadísticas del partido]
Sin duda, al equipo blanco se le vio tocado después del 5-0 del Camp Nou. A pesar de que los merengues salieron enchufados en los primeros minutos, las ocasiones no llegaban.
De hecho, Casillas tuvo que emplearse a fondo para mantener el 0-0 en el minuto 11. Un producto de ‘La Fábrica’, Juan Mata, se sacó un conejo de la chistera y su disparo a punto estuvo de convertirse en gol de no haber sido por la estirada del portero de Móstoles.
El equipo levantino sabía que sus posibilidades pasaban por no cometer fallos en la salida de balón y durante la primera media hora pudo haberse adelantado en el tanteador si hubiera sido un poco más agresivo o si otro ex madridista, Soldado, hubiera estado acertado de cara a gol.
Por parte del Madrid, el único que demostrada frescura y rapidez a la hora de pensar era Ozil. El alemán solo apareció en dos ocasiones, una para dejar a su compatriota Khedira sólo ante el portero y otra para botar un saque de falta directa. Tanto el mano a mano como el tiro de falta fueron resueltas de manera formidable por el cancerbero que suplía a César, Vicente Guaita.
La parroquia madridista tuvo que esperar hasta el minuto 45 para comprobar que Cristiano Ronaldo estaba en el césped. Eso sí, de haber marcado de tacón como intentó, se hubiera caído el estadio. Por desgracia para los amantes del fútbol, su remate de tacón se estrello en el poste.
En el desorden, el Real Madrid es el rey
Tras el descanso, el equipo de Mourinho perdonó dos ocasiones muy claras. La primera fue en el 47' de Cristiano y la segunda, de Di María, tan sólo un minuto después. Otra vez, y ya eran cuatro, Guaita evitó el gol merengue y se convertía indiscutiblemente en el mejor jugador del Valencia.
Como la cosa no pintaba bien, el Bernabéu se empezó a impacientar. Además, la actitud de Mourinho no ofrecía mucha confianza, el técnico luso no salía apenas del banquillo para gritar a los suyos como en él es costumbre. La entrada de Benzema en lugar de Khedira contentaba más al respetable que a un desconocido ‘Mou’.
Al mismo tiempo, el equipo de Unai Emery cometía el fallo de dar un paso atrás obligado por un par de fallos en defensa que asustaron a los jugadores valencianistas. Gracias a esa concesión ‘che’, el partido vivió minutos locos con un Real Madrid volcado en pos del primer gol y Benzema pudo abrir la lata en la primera que tocó de no haber tenido la culpa el de siempre, Guaita.
A este mal momento valencianista se unió la segunda tarjeta que vio Albelda por una mano que indicó el juez de línea. En el peor momento, Emery se quedaba con diez por lo que tuvo que dar entrada en el campo a Banega para tratar de mantener el control en la medular.
Tanto iba el cántaro a la fuente que al final se rompió en el 27’ de la segunda. Jugada rápida conducida por Ozil que asiste magistralmente a Cristiano para que el de Madeira fusilara la portería visitante y a su portero de una vez por todas.
A pesar de que Pedro León estaba preparado y ya había escuchado las órdenes tácticas para entrar al césped, la vena italiana de su entrenador hizo que el murciano se volviera a vestir para que fuera Diarra el que junto a Granero saltaran al campo.
La opción de sentenciar el partido rápidamente se le escapó al Madrid por culpa del colegiado Pérez Lasa que no pitó un penalti claro de Miguel a Di María cuando el argentino iba a encarar la portería del Valencia. Para poner más pimienta, en la siguiente jugada el Valencia rozó el empate y de nuevo puso en aprietos a Casillas.
La sentencia al partido llegó de la mano de CR7 de nuevo a falta de cuatro minutos para el final del tiempo reglamentario. En una jugada personal, con espacios como a él más le gusta, dribló primero a Miguel y después a Costa para soltar otro latigazo imposible de atrapar para Guaita.
Ya no quedaba tiempo para mucho más, algunas riñas entre los jugadores si acaso. El colegiado pitó tres veces y con los brazos indicó el túnel de los vestuarios. Camino que cogió veloz Jose Mourinho. El partido dejó claro que el Madrid y su entrenador todavía no son los mismos que eran antes del 29-N.