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El Barça vuelve a destrozar al Madrid a la carrera

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El Barça vuelve a destrozar al Madrid a la carrera

Ficha técnica

Regal FC Barcelona: Rubio (2), Navarro (14), Grimau (13), Lorbek(15) y Perovic (6)--quinteto inicial--; Ingles (-), Sada (6), Anderson (-), Vázquez (8), Morris (12), Ndong (2) y Lakovic (17)

Real Madrid: Prigioni (-), Llull (10), Suárez (3), Reyes (10) y Fischer (11) --quinteto inicial--; Sergio Rodríguez (13), Velickovic (6), Garbajosa (-) , Tucker 13, Tomic (8) y Mirotic (-).

Parciales: 28-15, 21-19, 25-21 y 21-20.

Árbitros: Hierrezuelo, Conde y Peruga.

Pabellón: Palau Blaugrana. 7.411 espectadores (lleno).

El 2010 es azulgrana. Al menos, en cuanto a clásicos se refiere. El Regal Barcelona ha sumado su séptima victoria del año sobre el Real Madrid en los ocho clásicos que se han vivido este año entre ACB, Supercopa y Euroliga. Y lo ha vuelto a hacer apabullando a su rival con un aplastante 95-75 y arrebatándole el liderato de la ACB.

Había aires de revancha en la parecela madridista por su abultada última derrota frente al eterno rival, pero el Madrid que saltó a la cancha del Palau Blaugrana volvió a adolecer de la intensidad necesaria para detener un Barça, de nuevo, ultramotivado.

En Madrid se habían cansado de repetir el peligro del Barça a la carrera en los días previos al partido. Tanto Messina como Prigioni habían avisado, pero no llevaron la teoría a la práctica y el equipo de Pascual reventó las costuras del Madrid a las primeras de cambio a base de rápidas transiciones.

Sorprendió el técnico azulgrana con la inclusión de inicio de Perovic, que no tardaría en responder la confianza del míster con la primera canasta del partido. Arrolladores desde el inicio, el Barça despegó con un apabullante 7-0 con Grimau y Navarro como estiletes con sus veloces carreras por el parqué de un Palau enfervorizado.

Para colmo madridista, la segunda falta de Reyes obligó a Messina a sentar a uno de sus jugadores más fuertes en su zona, mientras que el Barça se gustaba con un gran acierto anotador, regalando canastas imposibles como una de Grimau a la media vuelta y con el tiempo casi cumplido, o una jugada de ensueño de Navarro rompiendo a un Tucker desconcertado.

Leve reacción madridista

A los cinco minutos de partido, el Barça ya había borrado del mapa al Real Madrid, al que le había endosado un nuevo parcial de 11-0, que rompió Clay Tucker con un triple. Los tres puntos del estadounidense apuntaron el inicio de una leve recuperación blanca, apuntalada por Sergio Rodríguez en la siguiente jugada, en la que consiguió un 2+1 y la segunda falta de Ingles.

La reacción merengue (parcial 0-8 y 22-13 en el marcador) fue rota por un nuevo triple de Lakovic, que volvió a alejar a los de Pascual por encima de los diez puntos. El festival azulgrana en el primer cuarto fue cerrado por un triple de Víctor Sada para dejar un contundente 28-15.

El aluvión del equipo de Pascual tuvo continuidad en el segundo cuarto, en el que el Barça dobló al Madrid (30-15) gracias a una rigurosa antideportiva pitada sobre Sergio Rodríguez que minutos después sería compensada por otra no menos justa de Lakovic. El intercambio de faltas tuvo como telón de fondo el debut de Anderson, que se cargó de faltas en sus primeros minutos.

El desajuste del debutante no era un problema para Lakovic y Fran Vázquez, que machacaron el aro madridista con dos conexiones mágicas, con 'alley-hoop' incluido. La dominación azulgrana era total y Juan Carlos Navarro hacía mella en la laxitud blanca en defensa con sus clásicas 'bombas'. Por parte madridista, sólo Fischer y Llull respondían con la fuerza esperada para este partido, que se fue al descanso con un esclarecedor 49-33.

El Barça se mantiene firme en la segunda parte

El paso por el vestuario no mejoró al Real Madrid, que volvió a sufrir un buen comienzo de Perovic, Grimau y Navarro, que anotaron un nuevo parcial de 8-0 para los suyos, lanzando a su equipo al 58-35 y obligaron un tempranero tiempo de Messina.

Paradójicamente fue Ricky Rubio el único que pudo detener a Navarro, con un choque fortuito que casi rompe la nariz a la 'bomba', que tuvo que retirarse del partido, al que sólo regresaría para unos minutos.

Con el partido totalmente decidido, el Barcelona hizo disfrutar a sus seguidores, que corearon los ataques de su equipo y la aparición de Morris, que anotó dos triples y elevó la ventaja a 26 puntos (83-60). El partido se dejó llevar en los intrascendentes últimos minutos hasta el 95-75 final, un duro golpe para el Real Madrid, que pierde el liderato y sufre una nueva y dolorosa paliza frente al eterno rival, que termina el año de la mejor manera posible.