Enlaces accesibilidad

Francia pone en juego su hegemonía mundial en Suecia 2011

Por
Todo el mundo juega al balonmano en Suecia

Tras entrar en la leyenda al convertirse en el primer equipo en encadenar los títulos de campeón olímpico, mundial y continental, la selección francesa afrontará en Suecia su mayor reto, encontrar la motivación necesaria para seguir ejerciendo el dominio que le ha convertido en los últimos años en un conjunto casi invencible. [Valero Rivera: "Francia y Croacia están por encima"]

Ambición que no le faltará a Croacia que, tras caer ante los galos en las finales del último Europeo y Mundial, ésta última una derrota especialmente dolorosa para los balcánicos dada su condición de locales, llega a la cita mundialista dispuesta a acabar con la hegemonía francesa.

Un objetivo para el que los croatas llevan trabajando desde hace años con la incorporación progresiva de jóvenes como Domagoj Duvnjak e Ivan Cupic, que se perderá el Mundial por lesión, que ya formaron del equipo subcampeón de Europa en Noruega 2008, o los gigantescos Jakov Gojun y Marko Kopljar, que hicieron su presentación oficial en el Mundial de Croacia 2009. Perfectamente respaldados en la madurez de jugadores como el pivote Igor Vori o el lateral Blazenko Lackovic, sin olvidar al genial Ivano Balic, auténtico líder de un equipo ideado para recuperar el trono mundial que los croatas ocuparon al inicio de la década.

Un proceso de renovación que iniciará en tierras suecas el gigante francés que, con la excepción del irrupción que supuso la llegada al equipo nacional del central Nikola Karabatic o el extremo Luc Abalo, aún mantiene como base al grupo de jugadores que ya se proclamó en 2001 campeón del Mundo.

Los Fernández, Dinart, Omeyer o Bertrand Gille, que presumiblemente dejarán la selección tras los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el gran objetivo del equipo francés, constituyen los pilares de un equipo, en el que Claude Onesta dará entrada a los prometedores Samuel Honrubia y William Accambray.

Estandartes de una nueva generación de jugadores franceses que junto con el lateral Xabier Barachet o el extremo Arnaud Bingo, en espera de la explosión definitiva del jovencísimo Kentin Mahe, deberán adquirir en el Mundial de Suecia la experiencia necesaria para garantizar el relevo tras la cita olímpica.

Un puñado de equipos esperan dar la sorpresa

No obstante, el favoritismo de franceses y croatas se verá amenazado por un nutrido grupo de equipos, entre los que figura España tras su esperanzadora actuación en el pasado Campeonato de Europa de Austria, a cuya cabeza figura, Polonia finalista en el Mundial de Alemania 2007 y bronce en la última edición. El conjunto dirigido por Bogdan Wenta volverá a cimentar sus aspiraciones en la portentosa capacidad de lanzamiento de una primera línea en la que figuran algunos de los más temible cañoneros del panorama internacional, sin olvidar la garantía que supone la presencia bajo los palos de Slawomir Szmal, elegido mejor jugador del Mundo en el año 2009.

También se centrarán en la portería las esperanzas de la selección española, con la presencia de Arpad Sterbik, que tratará de resarcirse en Suecia de la testimonial actuación que tuvo el pasado año en Austria, donde el cancerbero del Ciudad Real apenas pudo jugar unos minutos a causa de una lesión. [Valero Rivera: "Los partidos frente a Túnez y a Alemania serán claves"]

Junto a polacos y españoles aspiran al podio conjuntos como Alemania, que seguirá sin contar con un pivote de garantías, o los equipos nórdicos con Islandia, bronce en el último Europeo, y Dinamarca a la cabeza, sin olvidar a Suecia que, apoyada en su condición de local, intentará recuperar el protagonismo perdido, tras un traumático cambio generacional que no parece tener fin.

Con objetivos más modestos encararán su participación mundialista los tres representantes sudamericanos, Argentina, Brasil y el debutante Chile, que tendrán casi imposible superar la primera fase, pese a la evolución mostrada, especialmente por argentinos y brasileños, que deberá dar sus frutos, en el caso de Brasil, en los Juegos Olímpicos de Río.