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España se juega sus opciones contra Túnez

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El seleccionador español, Valero Rivera, da instrucciones a sus jugadores durante el partido España vs. Bahrein.
El seleccionador español, Valero Rivera, da instrucciones a sus jugadores durante el partido España vs. Bahrein.

La selección española de balonmano tratará de hacer olvidar la imagen gris que ofreció en el debut mundialista ante Bahrein con un triunfo sobre Túnez, que dejaría prácticamente encarrilada la clasificación del conjunto español para la segunda fase.

Para ello, España deberá recuperar la intensidad defensiva que exhibió durante la fase de preparación y que desapareció por completo ante el conjunto asiático, como atestiguan los veintidós tantos logrados por Bahrein, una cifra inimaginable antes del choque, dada la diferencia entre ambos conjuntos.

Distancia que se antoja mucho más corta en el caso de Túnez, un aguerrido equipo, que cuenta en sus filas con un buen puñado de jugadores que se ganan la vida en algunos de los mejores equipos del campeonato francés.

Un grupo en el que no figurarán esta vez los laterales Aymen Hammed, que milita en las filas del Montpellier, y su compañero de equipo, el cañonero Wissam Hmam, la gran estrella del conjunto norteafricano, que se perderán el campeonato por lesión. Bajas a las que se une el renqueante estado del portero Marouen Maggaiz, otra de las claves de los últimos éxitos del combinado norteafricano, duda hasta el último momento a causa de una inoportuna lesión.

Bajas que lastran enormemente el juego del campeón africano, tal y como quedó demostrado el viernes en la derrota (32-19) sufrida ante Francia, ya que como explicó el pivote español Ruben Garabaya, sus sustitutos Selim Hedoui y Bassem Mrabet, son "mucho más previsibles" y por tanto más fáciles de controlar. Todo lo contrario que el veterano central Heykel Megannen, un jugador "muy difícil de parar", como señaló Garabaya, y que llega al Mundial en un excelente momento de forma, como demostró ante Francia, que tuvo que recurrir durante muchos minutos a una defensa individual para frenar al central.

Aunque, la principal arma el conjunto tunecino, cuarto en el Mundial disputado en el año 2005 en el país norteafricano, será una durísima defensa, para la que el técnico español Valero Rivera pidió el máximo rigor arbitral. "Tienen una defensa muy dura que si no están atentos los árbitros, tal y como ha ocurrido en el partido ante Francia, que los árbitros han estado perfectos, te puede causar muchos problemas, porque les permite robar muchos balones", indicó el preparado español.

Un contragolpe que también constituye una de las mejores armas del equipo nacional y que podría quedar mermada para el choque ante Túnez con las posibles bajas de los extremos Cristian Ugalde y Albert Rocas, que serán dudas hasta el último momento. Especialmente preocupante parece la situación de Ugalde, que se resintió ante Bahrein de la contractura en el cuello que arrastraba desde hace ya varios días, mientras que Albert Rocas, que salió cojeando de pabellón, a causa de una fuerte torcedura en el tobillo derecho tiene más posibilidades de actuar.

Un Rocas que fue el máximo goleador, con siete tantos, en la última ocasión en que España y Túnez se enfrentaron, hace ya tres años en el preolímpico de París, en el que España logró su billete para Pekín, donde posteriormente sería bronce, tras vencer por 28-29 al equipo tunecino, un triunfo que la selección tratará de repetir mañana (17:30) en Lund.

Las bajas tunecinas, circunstancia clave

Las importantes ausencias dejan en manos del jugador del Montpellier Issam Tej, elegido mejor pivote de la Liga francesa, el destino de una selección tunecina, en la que el técnico francés Alain Portes tratará de contrarrestar la bisoñez de los jóvenes que todavía no han dado el salto a Europa con el oficio de la nutrida legión que se gana la vida en el campeonato francés.

Veteranos como el central Heykel Megannen, que a sus treinta y tres años parece estar viviendo una segunda juventud en el Saint Raphael, el encargado de dotar de criterio al juego ofensivo, en el que ausentes Hmam y Hammed, tendrán un papel protagonista los hombres de segunda línea.

Extremos como el jugador del Toulouse Anouar Ayed, toda una garantía tanto desde la línea de los siete metros como desde el flanco izquierdo, o el zurdo Jaleledine Touati, uno de los mejores extremos derechos del campeonato francés, donde hace carrera en las filas del Dunkerke.

Aunque, sin duda, la mayor preocupación de los rivales de Túnez llegará del tándem que componen los pivotes Mahmoud Gharbi, jugador del Nantes, e Issam Tej, indiscutible en las filas del campeón francés, el Montpellier, uno de los mejores equipos del continente.

La pérdida de lanzamiento exterior permitirá a los rivales aumentar la vigilancia sobre los pivotes tunecinos, complicará la labor de Gharbi y Tej, tal y como se pudo comprobar en la derrota (32-19) que encajó en la primera jornada del Mundial ante Francia.