Francia apabulla a Alemania con una exhibición defensiva
- Ni el buen arranque de partido de los teutones pudo quebrantar a los galos
- Del 10-13 al descanso se pasó en diez minutos de la segunda mitad al 12-20
- Ver también: Especial Mundial de Balonmano 2011
Ficha técnica:
23 - Alemania: Heinevetter; Sprenger (1), Pfahl (2), Kraus (7, 3p), Hens (2), Gensheimer (-) y Preiss (3) -equipo inicial- Bitter (ps), Groetzki (1), Glandorf (2), Haass (-), Christophersen (-), Kaufmann (5), Klein (-), Roggisch (-) y Heinl (-)
30 - Francia: Omeyer; Abalo (4), Barachet (3), Dinart (-), Bertrand Gille (4), Karabatic (4) y Guigou (2) -equipo inicial- Karaboue (ps), Joli (1p), Junillon (-), Fernandez (4), Accambray (5), Roine (-), Honrubia (1), Bingo y Sorhaindo (2)
La selección francesa de balonmano certificó su presencia en la segunda fase del Campeonato del Mundo de Suecia, tras imponerse por 23-30 a Alemania, en una nueva exhibición defensiva de los de Claude Onesta.
El entramado defensivo del conjunto galo constituye un auténtico quebradero de cabeza para cualquier rival, y más para una selección como la alemana, con un juego robótico, pensado exclusivamente para el lucimiento de sus cañoneros.
Lanzadores entre los que curiosamente tuvieron un papel preeminente Lars Kaufmann y Adrian Pfhal, los teóricos suplentes de la pareja compuesta por Holger Glandorf y Pascal Hens, que tan sólo fueron capaces de anotar cuatro tantos,
Un lastre, que ni el buen arranque de partido del pivote Sebastian Preiss, logró salvar, ante la solidez defensiva del equipo francés, que ha encontrado en el joven Xavier Barachet, futuro jugador del Ciudad Real, otro bastión.
Como inexpugnable se mostró el meta Thierry Omeyer, que cerró con sus intervenciones cualquier pequeña grieta en el muro francés, para desolación de los alemanes, que poco a poco se fueron descolgando en el marcador.
De los tres goles de ventaja (10-13) con los que Francia cerró el primer tiempo, se pasó en apenas diez minutos de la segunda mitad a unos inalcanzables ocho tantos de diferencia (12-20), que sentenciaban prácticamente la victoria gala.
Una holgada renta, que permitió incluso a Francia conceder minutos a los jugadores menos habituales, sin que se resintiera, el juego francés, que con su contundente triunfo (23-30), ratificó que a día de hoy es el máximo favorito para retener la corona universal que conquistó hace dos años en Croacia.