España sigue invicta y exhibe fondo de armario
- Un gran Iker Romero sobresale con 9 goles en la victoria sobre Hungría (30-24)
- Valero dio minutos a los menos habituales con la vista puesta en las 'semis'
- Sin miedo a Dinamarca y con un bagaje de 7 victorias y un empate
- Ver también: Especial Mundial de Balonmano 2011
Ficha técnica:
30 - España: Hombrados; Rocas (3), Maqueda (1), Morros (3), Ugalde (3), Raúl Entrerríos (2) y Romero (9, 4p), Sterbik (ps), Roberto García (-), Gurbindo (-), Chema Rodríguez (-), Cañellas (3), Alberto Entrerríos (-), Juanín García (2), Garabaya (2) y Aguinagalde (2)
24 - Hungría: Fazekas; Tamas Ivancsik (3), Mocsai (2), Ilyes (2), Pérez (1), Gergo Ivancsik (1), Schuch (-), Mikler (ps), Csaszar (4), Harsanyi (-), Toro (-), Kornel Nagy (-), Gulyas (1), Katzirz (1), Zubai (5) y Lekai (4)
Marcador cada cinco minutos: 2-1, 5-2, 8-6, 9-9, 12-10 y 13-13 (Descanso). 16-13, 18-16, 21-17, 22-19, 25-22 y 30-24 (Final)
La selección española no descansa ni en los trámites. Esta vez el rival era una Hungría que se jugaba sus opciones para los Juegos Olímpicos de 2012 pero la inercia ganadora española ha sido la misma que durante todo el Mundial.
Como era de esperar, Valero Rivera dio minutos a los menos habituales para dosificar a los suyos de cara al trascendental partido de semifinales del viernes y jugadores como Entrerríos, Aguinagalde, Juanín o Gurbindo; apenas pisaron la pista.
Con otras caras pero con la misma disposición, la defensa 5-1 facilitó que España comenzara mandando en el marcador desde el comienzo.
Los húngaros, que aún se jugaban el estar en Londres 2012, no podían perder la cara al partido y se esforzaron al máximo para que la brecha de goles no fuera irreparable como le pasó a Islandia.
A pesar de que el juego español estaba siendo el mismo que el mostrado en otros partidos, defensa fuerte y mucho movimiento de balón en ataque, los goles no entraban con la misma facilidad que contra los 'vikingos' islandeses y los magiares pudieron engancharse de nuevo al partido a falta de diez minutos para el final de la primera parte.
Una inferioridad en los últimos instantes, por exclusión de García Parrondo, hizo que el tanteador registrara al descanso un 13-13 que dejaba todo por dilucidar para la segunda mitad.
Hombrados cedió el testigo en la puerta a Sterbik y parece que la figura del cancerbero de origen serbio intimidó a los húngaros. Un parcial de 4-0 a favor de España fue el inicio del despegue.
Sin las figuras de Entrerríos, Juanín, Aguinagalde, etc. en el campo, España hizo gala de su fondo de armario y poco a poco fue matando el partido.
Aún hubo tiempo para que un atasco en el ataque español volviera a dar alas a los magiares que se pusieron 21-19 en el minuto 49.
El revulsivo que encauzó el choque fue el hasta ahora inédito Iker Romero con dos goles consecutivos pero aún así, Hungría supo sobreponerse y llegar a los últimos cuatro minutos con las opciones intactas, dos goles abajo.
Sin embargo el esfuerzo de los centroeuropeos no sirvió para ejecutar la remontada y en las postrimerías España agrandó al máximo su ventaja. 30-24 fue el marcador final.
Una nueva victoria, la séptima en lo que va de torneo y un premio para los teóricos suplentes del EQUIPO, una palabra que para Valero Rivera es el secreto que está haciendo que la ilusión por conseguir algo grande cada vez sea mayor.