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Ferrer se queda sin el sueño de una final

  • Ferrer pierde ante Murray en cuatro sets tras un partido duro e igualado
  • El escocés jugará su tercera final de un Grand Slam ante Novak Djokovic
  • El alicantino subirá un puesto en el ranking, hasta el sexto, tras el Open

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Murray rompe el sueño de Ferrer

Nunca estuvo tan cerca, pero de nuevo el cielo se escapó de las manos de David Ferrer. El tenista español, número siete del mundo, no pudo dar la sorpresa y entrar en la ansiada -y merecida- final del Abierto de Australia tras perder en el encuentro de semifinal contra el británico Andy Murray, otro tenista empecinado en lograr la victoria en un torneo grande que le dé credenciales ante la elite. Tras cuatro sets y casi cuatro horas de partido, el billete de aspirante contra Novak Djokovic se lo lleva el escocés, tras un tanteo de 4-6, 7-6(2), 6-1 y 7-6(2) [Así hemos contado el Ferrer-Murray] [Datos y estadísticas del partido]

Ferrer, que disputaba en el Melbourne Park la segunda semifinal de un Grand Slam de su carrera tras la del Abierto de Estados Unidos en el 2007, cayó después de 3 horas y 46 de partido. Murray, finalista el pasado año, cuando perdió con el suizo Roger Federer, jugará el domingo con Djokovic su tercera final de un Grand Slam.

La suerte, aliada a ratos con Ferrer, le fue esquiva en los dos 'tie-brek' que disputó, en el segundo y en el cuarto parcial. De haber conseguido el 2-0, la suerte del encuentro habría sido otra. Pero Murray, al que se le achacaba cierta irregularidad y un nivel físico inferior, se rehizo de una nefasta estadística en errores no forzados para cimentar el triunfo final en su saque y en saber percutir sobre el segundo servicio de su rival, al que subo mover con una combinación de variedad de recursos y brillantes latigazos, la especialidad de la casa.

La última vez que rozó la final con los dedos fue en el US Open de 2007, y Ferrer se trajo aprendida la lección. Más maduro, más sólido, empezó el partido a muy buen nivel, manteniendo un pulso igualadísimo con su rival y aprovechando el cúmulo de errores propios del británico (73 frente a 49 en el global del encuentro).

Ya que ni el número uno ni el dos del mundo iban a estar en la final, el de Jávea estaba resuelto a hacerse un hueco entre el selecto olimpo tenístico. Mantuvo un cara a cara con el británico, desquiciado y falto de concentración en cuanto su rival le daba una respuesta. Ferrer respondió bien a cada 'break' del escocés con otro de su lado. Murray tuvo en su mano tomar ventaja con 3-3 y un 15-40 que el alicantino remontó. Luego, crecido, rompió en el noveno y amarró el set.

Falto de confianza en su primer saque, Murray empezó a dudar de sí mismo, pero en el tramo final del segundo set apareció de nuevo su talento, que se unió a sus interminables brazos para llegar a las bolas largas, su capacidad para quebrar el ritmo con trallazos de revés y para conectar grandes derechas en carrera. Y levantó el punto de set que tuvo Ferrer en el décimo juego. Y llegados al 'tie-break', empató sin miramientos.

Una final reparadora para Murray y Djokovic

Con el viento a favor, el tercer set le duró un suspiro y se lo llevó por un claro 6-1. Sin embargo, Ferrer volvió al partido, desempolvando esa armadura de gladiador que se tiene ganada en el circuito y entre los que lo conocen bien. Aunque su rival tomó una nueva ventaja, David reaccionó. Cuando parecía que el set se volvía a esfumar y con él el partido, apretó los dientes y consiguió manterse en pista. Sin embargo, de nuevo, el desempate dictó de nuevo una amarga sentencia.

De este modo, el tenista de Dunblane se clasifica para la tercera final de su carrera en un 'Grand Slam' después de Australia 2010 y el US Open 2008, cayendo en ambas ocasiones ante Roger Federer. Su rival será nuevo, el serbio Novak Djokovic, quiene jugará su cuarta final de esta entidad después de caer en el US Open 2007 (Federer) y 2010 (Nadal) y ganar el Abierto de Australia en 2008 (ante el francés Jo-Wilfried Tsonga).

Los precedentes favorecen a 'Nole', que se ha impuesto en cuatro de los siete choques entre ambos, aunque no se cruzan desde marzo de 2009 en el Masters de Miami y las tres últimas victorias fueron para el escocés.