Bronce mundialista como paso previo a Londres 2012 y España 2013
- España se trae de Suecia la medalla de bronce y el testigo organizador
- Los Gurbindo, Ugalde, Cañellas, Morros y compañía justifican la ilusión
- Francia se sigue mostrando intratable y engrosa aún más su palmarés
La medalla de bronce conquistada por España en el Mundial de Suecia constata dos cosas: en primer lugar que lo sucedido en Croacia 2009 está olvidado y, en segundo lugar, que Valero Rivera tiene una buena base para pensar en alcanzar logros aún mayores en las citas de Londres 2012 y el Mundial de España 2013.
El abandono de la élite balonmanística que supuso la decimotercera plaza cosechada en Croacia hace dos años fue un palo gordo, maquillado con el sexto puesto en el Europeo de Austria, del que el cuerpo técnico ha podido recuperarse en la siguiente edición a base de trabajo, trabajo y trabajo.
Una excelente defensa, sello característico de los equipos de Rivera, ha sido la que ha llevado a España hasta el tercer puesto en el cajón. El 5-1, con Roberto García Parrondo o Ugalde como avanzados, ha sido sin duda una de las mejores zagas del campeonato.
España se va de Suecia con tan solo una derrota en su haber, frente a Dinamarca en las semifinales, un empate, contra la ‘todopoderosa’ Francia, y ocho victorias, entre las que destacan la conseguida al principio ante Alemania y la cosechada a costa de Islandia, donde se vio una primera parte de ensueño en la que España ofreció unos de los mejores minutos de balonmano del torneo.
Espíritu colectivo de equipo (palabra que no se cansa de repetir el seleccionador) y coraje, mucho coraje, han sido las señas de identidad de un grupo en el que se combinan la experiencia con la juventud.
La experiencia la han puesto desde atrás los dos porteros, el capitán Hombrados y Arpad Sterbik, que han brillado con luz propia y jugadores veteranos como A. Entrerríos, García Parrondo o Juanín; que nunca fallan.
La savia nueva del equipo, esa que tendrá que coger los galones a partir de ahora ha llevado el nombre de Gurbindo (22 años), Cañellas (24 años), Ugalde(23 años), Maqueda (cumplirá 23 años dentro de una semana), Aguinagalde (28 años) y Viran Morros (27 años).
Esta España renovada comenzará a probarse en el Europeo de Serbia el año que viene y tendrá como asignatura pendiente la mejora en el aspecto ofensivo si en los Juegos Olímpicos de Londres quiere ponerse a la altura de la hasta ahora inaccesible Francia.
Francia continúa intratable
La selección francesa de balonmano ratificó en Suecia su condición de mejor equipo de la historia, tras sumar su cuarta corona universal.
El sistema defensivo francés puede presumir de seguir siendo el mejor del panorama internacional al que además le acompaña un Thierry Omeyer en la portería que ha vuelto a ser elegido mejor portero del torneo.
Los hombres de Claude Onesta han lucido en Suecia una nueva hornada de jugadores que promete alegrías. Los Barachet, Accambray y Honrubia; caminarán de la mano de los Abalo, Bertrand Gille, Guigou y sobre todo, el mejor jugador del Mundial: Nikola Karabatic.
En los últimos años la supremacía gala se hace más grande cita a cita: Medalla de oro en los Juegos de Pekín 2008, oro en los Mundiales de 2001, 09 y 11; y oro en los Europeos de 2006 y 2010; lo constatan.
Los españoles Raluy y Sabroso pitaron la final
Otro síntoma del buen momento del balonmano español fue la gran actuación de los árbitros españoles Óscar Raluy y Ángel Sabroso en la final entre Francia y Dinamarca que necesitó de una prórroga para dilucidar el campeón.
Los colegiados canarios ya habían pitado el encuentro de la primera fase que enfrentó en Gotemburgo a Suecia y Argentina, y que concluyó con la victoria de los sudamericanos, y el decisivo duelo de la segunda fase entre las selecciones de Suecia y Croacia, en el que los anfitriones lograron la clasificación matemática para las semifinales del Mundial.