Los deberes, para el último día
- Los equipos españoles tendrán que remontar sus eliminatorias de octavos
- El Valencia da la sensación de manejarse mejor cuando va de víctima
- El Barça acusó la desaparición de Messi y puede acusar las bajas en la zaga
A los equipos españoles les tocará remontar. El Valencia tomó el pulso al partido ante el Schalke 04 de una manera muy intensa con un gol de Soldado que parecía que iba a facilitar todo; pero, una vez más, los errores defensivos lastran la posibilidad para el Valencia de cerrar los partidos, un equipo que sí demuestra que maneja con facilidad tanto la manera de jugar con alas como sin ellas.
El martes quiso jugar sin bandas ofensivas, dejando toda esa labor a Miguel por la derecha y a Mathieu por la izquierda, quienes lo hicieron realmente bien en toda la primera parte. Pero los alemanes son un equipo físicamente muy fuerte y ello fue definitivo para que en la segunda parte pareciera que el campo estaba inclinado hacia la portería de Guaita, el mejor de los chés.
Una vez más, un tal Raúl dejó claro que tiene mucha hambre cada vez que salta a un campo y que no se conforma con retirarse en el extranjero sin protagonismo y sin sentirse importante. Castigó como él suele acostumbrar uno de los pocos errores de David Navarro en la defensa y se anticipó a la acción marcando el gol del empate. Cuántas veces Raúl ha aprovechado al máximo cualquier situación.
También hay que destacar a Jurado, otro jugador español que está creciendo y teniendo protagonismo en otra Liga. Buen partido del exjugador del Atlético de Madrid.
De todas maneras, la eliminatoria está tremendamente abierta y tengo la sensación de que el Valencia se maneja mejor en las situaciones en las que va de víctima. Esperemos que en Alemania nos dé la razón.
El Barça echa de menos a un Messi desaparecido
El Barça afrontaba seguramente el partido a priori más bonito de todas estas eliminatorias, por el estilo ofensivo de los azulgranas y del Arsenal y por el potencial de sus escuadras. El partido ha cumplido las expectativas, dejándonos una primera parte excepcional, donde el Arsenal empezó muy fuerte y poco a poco el Barça fue anestesiando a la fiera con ese toque-pase-movilidad que tiene cada vez que está en poder de la pelota.
Lástima que cuando mejor pintaban las cosas para los de Guardiola no consiguieran marcar ese segundo gol que en momentos ha merecido. Ha habido un momento donde el Barça tenía el control en la segunda parte, pero carecía de la profundidad de la primera.
Y curiosamente después del cambio de Keita por Villa, pensado para dar más solidez al equipo, este ha perdido seguridad y ha encajado el gol de Van Persie en una jugada aislada que ha cambiado el ánimo y la dinámica del partido. A partir de ahí, el Arsenal, al que el cambio de Arshavin ha ayudado mucho, se lo ha creído y el Barcelona no ha podido.
También ha ayudado el hecho de que Messi, sin duda el mejor futbolista del mundo, no ha aparecido cuando su equipo más le necesitaba. Ha fallado ocasiones y su aportación en la segunda parte no ha sido la habitual, y el Arsenal se ha aprovechado de ello. Es la cara más humana de Messi, que también puede tener días menos brillantes.
Sin embargo, a nadie se le puede olvidar que enfrente tenían al que es para mí el mejor Arsenal de los últimos años, y a un jugador dentro de ese equipo tremendamente motivado que ha tenido también mucha culpa en la victoria de su equipo: Cesc.
Nos espera un partido de vuelta extraordinario, en el que a la calidad de ambos contendientes se une el pase a cuartos y la necesidad del Barça de ganar sin Piqué (no sabemos si llegará Puyol).
Estas ausencias pueden ser muy importantes en un partido en el que el Barça, seguro, va a asumir muchos riesgos. A pesar de ello, creo que el equipo de Guardiola se ha ganado de sobra el crédito a seguir siendo favorito y a pasar de ronda. Que así sea.