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El triángulo fatal del accidente del Barça

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El Arsenal logra batir al Barça

El Arsenal ha humanizado al Barça.  Ha frenado en seco a un equipo que parecía imparable, que parecía invencible y que, sin embargo, como todos, también sabe perder. Eso sí, como si de un avión se tratase, para que el Barça sufra un accidente deben concurrir muchas circunstancias fatales.

En Londres, el equipo azulgrana comenzó agazapado, atenazado frente a un Arsenal insolente, dispuesto a robarle la pelota a su dueño y tumbar al mejor equipo del momento. Lo logró en los primeros minutos, ahogando el juego de Xavi, cortando las alas a Iniesta y buscando el fuera de juego con acierto.

La buena intención del Arsenal les permitió contar con ocasiones y llevar la iniciativa del partido. Pero el Barcelona reaccionó pronto, empezó a conectar entre sus mejores piezas y se puso por delante en el marcador. La buena intención del Arsenal se quedó solo en eso, el Barça le rompió por las costuras y los 'gunners' sufrieron en defensa.

Sin embargo, el primer aviso de emergencia en la nave azulgrana se encendió cuando Messi erró un mano a mano frente a Szczesny. ¿Qué ha pasado? ¿No lo ha metido? Qué raro, no suele pasar... El Barça estaba brillando en el Emirates y un fallo así del mejor jugador del mundo no es normal, pero bueno, no se volverá a repetir, pensarían.

El 'no gol' de Messi evitó que el Barcelona se fuera al descanso con una ventaja amplia, casi definitiva, y el Arsenal, como buen equipo inglés, se negó a dar la eliminatoria por perdida y luchar por ella. Si había fallado Messi, ¿por qué no iba a fallar más la perfecta máquina azulgrana?

El Arsenal saca tajada

El Arsenal siguió viviendo de su velocidad, de sus contras mortales, que, hasta entonces, habían atajado bien tanto la defensa azulgrana, como el portero Víctor Valdés. El de Hospitalet había sido uno de los mejores jugadores de su equipo en la primera mitad, salvando un claro tanto de Van Persie en el inicio del partido.

Pero entonces la segunda luz de aviso se encendió en la portería azulgrana. El portero, hasta entonces impecable, dejó un hueco imperdonable en su palo que aprovechó, ahora sí, Van Persie, para batirle y lograr el empate para su equipo. Valdés esperó un pase y se encontró un disparo letal que se coló por donde parecía imposible.

Entretanto, el Barcelona intentó recuperar la 'avería' de Messi, pero el argentino no tenía su día. Con dos luces tan importantes apagadas, el peligro de accidente era más que notorio. Y el Arsenal, crecido y aupado por la afición del Emirates, aprovechó una oportunidad irrepetible cuando en el avión azulgrana ya se habían desplegado las máscaras de oxígeno.

Sin Puyol en defensa, con Piqué amonestado y Abidal en el centro de la defensa,  la zaga azulgrana encendió la tercera y definitiva luz de alarma. En un nuevo contraataque, el Arsenal desarboló la retaguardia azulgrana. Cesc dio un paso largo para Nasri, que aprovechó el desorden para parar, pensar y dar la asistencia de gol a Arshavin, que sin pensarlo, remató lejos de un Valdés ya apagado y provocó el accidente azulgrana.

Los errores de Messi, el descuido de Valdés y el desorden de la defensa. Tres factores clave para el accidente del Barcelona en Londres, el primero en cinco meses. Una concatenación de errores poco habituales que el Arsenal aprovechó a la perfección, pero que, con toda probabilidad, no volverán a repetirse en el Camp Nou. Allí, el Barcelona tendrá la oportunidad de arreglar el desaguisado y darle la vuelta a la eliminatoria.