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El francés Jean-Baptiste Grange se proclama campeón del mundo de eslalon

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Grange, campeón de eslalon

El francés Jean-Baptiste Grange ha ganado el eslalon, la última prueba de los XLI Mundiales de esquí alpino, disputados en la estación alemana de Garmisch-Partenkirchen.

Grange, de 26 años, que venía de ganar los eslalon de Copa del Mundo de Kitzbuehel y Schladming, ya había marcado el mejor tiempo en la primera manga, en la que cubrió la pista del Gudiberg en un tiempo de 51 segundos y treinta centésimas, 22 menos que el italiano Manfred Moelgg, que ocupaba la segunda plaza provisional antes del acto decisivo y acabó capturando el bronce.

Andre Mhyrer iba tercero tras la primera manga, en la que Suecia metió a sus cuatro esquiadores entre los mejores ocho, con Mattias Hargin, cuarto, y Jens Byggmark, sexto, haciéndole el 'sandwich' al croata Ivica Kostelic; y Axel Baeck en octava posición, justo detrás de Manfred Pranger, el único de los austriacos que mantuvo algo el tipo, pero que no pudo defender con éxito el título que ganó hace dos años en Val d'Isere (Francia).

Una emocionante segunda manga

Con la organización haciendo auténticas piruetas para mantener viva una pista cada vez más deteriorada, se disputó la segunda manga, en la que uno de los damnificados fue el italiano Giuliano Razzoli, oro olímpico de la disciplina hace un año en Vancouver (Canadá), que, tras ser undécimo en el primer acto, dio con su costado en la nieve al salirse de recorrido en la bajada decisiva.

El doble campeón mundial de la disciplina, el austriaco Mario Matt, se ha conformado con protagonizar la remontada de la prueba, subiendo del decimoquinto al cuarto puesto final.

Hargin, Kostelic y Mhyrer fallaron, lo que aprovechó el japonés Naoki Yuasa para aportar una pincelada exótica a una prueba en la que pasó de ser noveno a acabar en un sobresaliente sexto puesto final, por detrás del canadiense Julien Cousineau, que subió del trece al quinto tras firmar el segundo mejor tiempo de la segunda manga, dominaba por Matt.

En el portillón de salida ya sólo quedaban Moelgg y Grange, que se jugaban no sólo la victoria, sino la posibilidad de colocar a su país en el segundo puesto final del medallero, por detrás de Austria.

Moelgg no batió el crono de Byggmark y se conformó con el bronce. Grange, ganador de nueve pruebas de la Copa del Mundo (ocho de ellas en eslalon), no dejó escapar la oportunidad. Hizo sonar 'la Marsellesa' en Garmisch y colocó a su país en el segundo puesto de un medallero que dominó Austria, de nuevo hegemónica, gracias a los cuatro oros conseguidos por sus mujeres.