La aciaga noche de Cesc en el campo de sus sueños
- El capitán del Arsenal pasa desapercibido en el Camp Nou
- Apenas entró en juego y un error suyo provocó el primer gol
- Se marchó resentido de su lesión y entre los silbidos del Camp Nou
Era el protagonista, el hombre que estaba en boca de todos. Por fin Cesc Fábregas iba a debutar en el Camp Nou en partido oficial, aunque fuera con la camiseta del Arsenal. Era el foco de todas las miradas, pero no pudo responder con fútbol a tanta expectación. Y, para colmo, se fue silbado de la que considera su casa y eliminado de la Champions con un 3-1 en contra.
"Asumo toda la culpa por el resultado de esta noche", entonaba como confesión el capitán del Arsenal en su cuenta de Twitter apenas una hora después de finalizado el partido. Y no dudó en calificar la velada en el Camp Nou como "uno de los peores momentos" de su vida.
Noche para olvidar, pues, para el capitán del Arsenal. Absolutamente borrado del partido por la casi insultante superioridad azulgrana, el '4' apenas pudo entrar en juego, privado del esférico, propiedad del Barcelona durante los 90 minutos.
Además, y según ha admitido a TVE tras el partido, se resintió de su lesión a los 15 minutos de partido. "Ha sido una pena porque me sentí muy bien de inicio, pero a los 15 minutos he sentido un pinchazo y sabía que el partido acabó para mí. Las ganas de jugar me han permitido seguir, pero luego me he tenido que cambiar", ha asegurado el de Arenys de Mar.
Y, para colmo, de una de sus pocas participaciones nació el primer gol del Barcelona. Un taconazo suyo al filo del descanso en una zona muy peligrosa fue cortado por Xavi, que se la dejó a Iniesta para que se la llevara en bandeja a Messi y este anotara el golazo de la noche con un sombrero antológico sobre Almunia.
Decepción y silbidos
El tanto del Barça permitió una pequeña apertura en el juego del Arsenal. Sin embargo, el gol en propia puerta de Busquets volvió a meter atrás a los de Wenger y el juego de Cesc se volvió a diluir entre los toques de sus amigos y rivales Xavi, Iniesta y compañía. "No hemos tenido prácticamente oportunidades", ha admitido el español.
Ensombrecido por el aluvión azulgrana, Wenger decidió sentar a Cesc y dar entrada a Bendtner. Y si aún faltaba un broche para coronar la aciaga noche del capitán 'gunner', una buena parte del público del Camp Nou despidió al 'hijo pródigo' con silbidos.
Triste final para la primera aventura de Cesc en el campo de sus sueños. Aunque ya debutó en su día con la camiseta de la selección catalana, el campeón del mundo espera regresar al Camp Nou para resarcirse de una noche para olvidar. Cuestionado por su futuro, Cesc se ha limitado a desear buena fortuna a los de su tierra: "Les deseo mucha suerte y que lleguen lo más lejos posible", ha dicho el jugador objeto de deseo de Barcelona y Real Madrid.