Partidazo del Villarreal en casa del Bayer y los cuartos están a tiro

• Orden táctico y efectividad de Nilmar, dos goles, claves para la victoria por 2-3
• El Bayer solo había recibido un gol en su campo en toda la Liga Europa
• Todos los datos y estadísticas del Bayer Leverkusen - Villarreal
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Los jugadores del Villarreal celebran el segundo gol de los tres que marcaron durante el partido de ida de los octavos de final de la Liga Europea disputado en el BayArena de Leverkusen (Alemania). (10/03/2011) EFE

Ficha técnica:

2 - Bayer Leverkusen: Adler; Vida, Schwaab, Reinhartz, Kadlec; Vidal, Rolfes (Bender, 89); Sam (Jörgensen, 76), Renato Augusto, Castro; y Derdiyok (Kiessling, 46)

3 - Villarreal: Diego López; Mario, Gonzalo Rodríguez, Mussachio, Catalá; Marchena, Bruno, Borja Valero, Wakaso (Cazorla, 62); Ruben (Oriol, 83) y Rossi (Nilmar, 69).

Goles: 1-0, min 33: Kadlec. 1-1, min 42: Rossi. 1-2, min 70: Nilmar. 2-2, min 72: Castro. 2-3, min 94: Nilmar.

Arbitro: Paolo Tagliavento (Italia). Mostró tarjetas amarillas a Vidal, Mussachio, Wakaso y Catalá.

Incidencias: partido de ida de los octavos final de la Liga Europa disputado en la Bayer Arena ante 19.000 espectadores

El Villarreal se llevó este jueves una buena renta de su visita a Alemania al derrotar por 2-3 al Bayer Leverkusen, tras resistir el asedio del equipo alemán con un disciplinado trabajo defensivo, que rubricó con tres contragolpes letales. [Todos los datos y estadísticas del Bayer Leverkusen- Villarreal]

El Villarreal hizo gala de efectividad, pues disparó cuatro veces a puerta y en tres de ellas, una el italiano Giussepe Rossi y dos el brasileño Nilmar, el balón terminó en gol.

Este resultado deja al Villarreal con todas las posibilidades de sentenciar en la vuelta, sobre todo porque se vio que ha tomado la medida al juego del Leverkusen.

Excesiva prudencia inicial

El comienzo el partido mostró a dos equipos excesivamente cuidadosos, con un Villarreal cerrando espacios en el centro del campo y apostando por esporádicos avances rápidos, ante un Bayer Leverkusen prudente y que no arriesgaba demasiado.

En la primera media hora de juego sólo hubo algunas ocasiones de gol aisladas para el Leverkusen, de Renato Augusto en los minutos nueve y 18 y de Eren Derdiyok, en el 13, y ninguna clara para el Villarreal.

El partido se rompió en el minuto 33, con una jugada que se inició con una pérdida de balón de Giussepe Rossi en el centro del campo. Marcel Schwaab se hizo con el balón y puso a correr al lateral izquierdo Michael Kadlec, que remató desde el borde del área y batió a Diego López.

Nilmar, un estilete

Con el gol, los dos equipos dejaron el respeto excesivo a los libretos y empezó a verse un partido más abierto y también lleno de nerviosismo.

El propio Rossi fue el encargado de empatar en el minuto 42, tras aprovechar un gran pase de Marchena desde el centro del campo que sorprendió mal colocados a los centrales locales.

El segundo tiempo empezó jugándose más en el campo del Villarreal, pero el Leverkusen no tuvo llegadas claras. En cambio, cuando el Villarreal avanzó, el equipo de las aspirinas mostró con frecuencia problemas defensivos.

Nilmar entró en el minuto 69. Apenas entró al campo, se encargó de aprovechar sus oportunidades y, en su primer contacto con el balón, puso con ventaja al Villarreal el minuto 70. Los centrales del Leverkusen otra vez se vieron descolocados, como había ocurrido en el gol de Rossi.

El Leverkusen respondió de inmediato y tras un centro de Sam desde la derecha, que Steffan Kiessling no alcanzó a rematar de cabeza, Castro batió con un tiro raso a Diego López. Un tanto que significó el 2-2.

Con el empate, la presión del Leverkusen aumentó y el Villarreal incrementó su esfuerzo defensivo. Pero los castellonenses llegaron a la portería rival una vez más, ya en el tiempo añadido, con un balonazo largo y Nilmar sentenció.

El Leverkusen había disparado 18 veces a puerta. Pero el partido lo ganó el "submarino amarillo", que supo torpedar la portería enemiga con éxito y que ahora está en magnificas condiciones para afrontar el choque de vuelta en El Madrigal, para entrar en los cuartos de final de la Liga Europa por la puerta grande.