El primer Real Madrid - Barcelona, un avance de lo que se nos viene encima
- Por distintas razones, Puyol y Özil son imprescindibles para sus equipos
- Es curioso que el Real Madrid termine con una posesión del 20 por ciento
- Con 0-1 y contra diez jugadores, el Barça no controló como acostumbra
El Real Madrid 1-1 Barcelona que se ha visto en el Santiago Bernabéu es un avance de lo que se nos viene. Muestra a las claras cuáles son las credenciales y las intenciones de ambos equipos.
El Barcelona es fiel a su estilo, con circulación del balón y presionando en campo contrario, buscando ser más intenso a la hora de vigilar los ataques y contraataques del equipor rival. La fórmula del Real Madrid, en cambio, consiste en esperar en su campo para lanzar el contraataque y ha asumido en el Bernabéu un rol en el que renuncia al balón y opta por el ataque rápido.
Es curioso que el Real Madrid termine en un partido en el Bernabéu con una posesión del 20 por ciento, pero es lo que hay y será una muestra, un antecedente, del próximo partido.
Respecto a las decisiones de los entrenadores durante el partido, la sensación tras lo ocurrido en el terreno de juego es que la baja de Puyol va a ser más importante que la de Albiol para el próximo partido, porque el capitán azulgrana es una pieza muy importante para partidos del nivel y de la exigencia que plantea un rival como el Real Madrid.
En el equipo blanco, se ha visto que la participación de Özil es imprescindible para ayudar a darle salida al balón a su equipo y para evitar que la presión del Barça sea tan contundente como ha sido en la primera parte, en la que el Real Madrid no ha sido capaz de dar dos pases seguidos.
Gran partido de Messi
Partidazo de Messi, que representa el papel que su equipo espera, el más incisivo, el de más calidad, ha jugado a un nivel muy alto, por encima del resto de jugadores.
En comparación, jugadores de calidad como Cristiano, Benzema, Di María tienen muchas menos oportunidades para brillar cuando su equipo no tiene la pelota. Jugadores como estos tienen que tener mucho más contacto con el balón, y acusan no gozar de continuidad ofensiva.
Lo que está claro es que el último de los cuatro partidos que disputen este mes Real Madrid y Barcelona no tendrá nada que ver con este. Desde ahora, ambos equipos empezarán a buscar soluciones y matices para los próximos partidos.
El Barcelona, cuando más a favor tenía el encuentro, con 0-1 y contra diez jugadores, no ha controlado el partido ni el juego como acostumbra a hacerlo. Ha pensado un poco más en el resultado y se ha visto en ese momento a un Madrid que ha puesto más pasión. En esos últimos minutos, puede hallarse una pista de lo que será el próximo partido: apretar arriba y de ser ambicioso.
En este partido ha habido muchas jugadas conflictivas, penaltis y posibles penaltis. La propoia tensión del partido, de lo que rodea al juego, ha hecho que se pierda fluidez y naturalidad y no se ha podido ver toda la calidad que hay en el campo. Se levantan tantas expectativas que el juego queda detrás de ltodo lo demás, no ha sido un juego muy bonito, pero ha sido entretenido. Y, desde luego, la final será otra historia digna de contar.