La tensión salta de la sala de prensa al césped del Bernabéu
- Una tangana en el descanso acabó con Pinto expulsado
- La roja a Pepe tiñó de polémica el choque del Bernabéu
- Así fue el Real Madrid 0-2 Barça, minuto a minuto | La crónica
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Máximos y casi únicos rivales en todas las competiciones, Real Madrid y Barcelona han llevado al límite su enfrentamiento, desde los mensajes vía sala de prensa hasta llegar a las manos sobre el terreno de juego. Si ya habían saltado chispas en los choques previos, el protagonismo del tercer clásico del mes fue la dureza.
Ante la ausencia de fútbol y con las consignas bien claras, todas y cada una de las faltas señaladas durante el encuentro fueron protestadas airadamente por sus protagonistas, ya fueran de uno u otro bando. La presión sobre Wolfgang Stark era máxima, aunque al alemán no parecía inquietarle tanta tensión y se guardó la mayoría de sus tarjetas para la segunda mitad.
La mecha se prendió con una acción sobre Pedro, que cayó en un choque contra Arbeloa, lo que provocó las protestas de la mayoría de los jugadores azulgranas, que rodearon a Stark pidiendo justicia. El colegiado no vio la jugada, pero sí decidió amonestar a Alves por su reiteración de faltas sobre Di María.
Tres minutos después, Busquets se dejó caer y se llevó las manos a la cara por una supuesta agresión de Marcelo. Nuevo lío producido por una acción que nunca existió pero que elevó la temperatura de un partido cuya dureza aumentaba por momentos.
Tangana camino del vestuario
Así, el pitido del final de la primera parte, que debería haber servido para apaciguar los ánimos, acabó con una tangana camino de los vestuarios, en el que se pudo ver al delegado del Real Madrid, Miguel Porlan Chendo, agarrando a Pinto, cuya intervención en la trifulca le mandó directamente del banquillo a la ducha por una roja directa.
Pero ahí no acabó la cosa. Los piques entre los jugadores continuaron en la segunda parte, en la que Sergio Ramos y Mascherano vieron la tarjeta amarilla en los primeros minutos y Pepe se fue a la caseta por una dura entrada sobre Alves. Un plantillazo a destiempo que volvió a encender a los hombres de Guardiola y volvió a sacar la tarjeta roja del bolsillo de Stark.
La tarjeta rompió el partido y provocó las protestas de Mourinho. El portugués también acabó expulsado y la tensión se disparó sobre el terreno de juego. El choque perdió el orden y los goles de Messi dieron la victoria al Barcelona. Por el Real Madrid Adebayor todavía tuvo tiempo de arrollar a Busquets y ganarse la última tarjeta del clásico más tenso de la temporada.