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Una temporada de ensueño para el Barcelona, que busca la guinda de la 'Champions'

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Los jugadores del Barça celebran la consecución del título liguero en el Nou Camp.
Los jugadores del Barça celebran la consecución del título liguero en el Nou Camp.

El balance del F.C. Barcelona en la temporada de Liga 2010-2011, a expensas de la final de la Champions, no puede ser más positivo. El vigésimo primer título liguero en la historia del club blaugrana y el tercero consecutivo de la era Guardiola, con superioridad sobre el Real Madrid en el año de los clásicos, marcan una temporada que, en contra de lo que digan los números y los éxitos, no ha sido fácil para la plantilla.

Otra temporada histórica

Estos últimos nueve meses han significado otra campaña histórica para los culés, en la que han conseguido números de récord y eso que muchos de sus integrantes venían de disputar el mundial y sus vacaciones habían sido escasas. Parecía imposible después de la campaña anterior, pero la forma de trabajar de Guardiola y su grupo han hecho el milagro, que ya tuvo su prólogo con el triunfo en la Supercopa.

Fue un año fantástico para el Barcelona, que tuvo uno de sus puntos culminantes con la gala del Balón de Oro, en el que tres de sus canteranos se disputaron el trofeo y que acabó otra vez en manos de Messi, la gran estrella del colectivo que agranda su leyenda año tras año.

El Barça comenzó con un festín de goles en el Sardinero, preludio de todo lo que vendría a continuación. Firmó la mejor primera vuelta en un campeonato con 20 equipos. Invicto fuera de casa en toda la primera vuelta. Logró 16 triunfos consecutivos...

La primera de sus derrotas de esta temporada le llegó pronto al Barça, cuando lo sorprendió el, a la postre, descendido Hércules. Un aldabonazo en el afán de la plantilla que, desde el 11 de septiembre en Alicante hasta el 30 de abril en San Sebastián, estuvo 31 partidos seguidos sin conocer la derrota.

Las cuentas del Barcelona a lo largo de toda la temporada han sido redondas. Tras la llegada del maratón de clásicos, que los blaugrana también resolvieron a su favor de forma global, salvo la final de Copa, puede que el Barça perdiera algo de frescura, pero el ritmo ha sido infernal.

Un buen ataque y una buena defensa

Desde la decimotercera jornada, jalonada por una nueva "manita" al Real Madridhan sido líderes. Le ganaron por 0-8 al Almería, y sentenciaron a Lillo justo antes del primer clásico.

El Barcelona solo ha dejado a cero su casillero de goles en dos partidos: Hércules (segunda jornada) y Deportivo (penúltima jornada). En medio, tres veces 5-0 (Sevilla, Real Madrid y Real Sociedad), otra 5-1 (Espanyol) y la más repetida: 3-0, en seis ocasiones, además de otras cuatro veces un 3-1.

Sin embargo, también en la seguridad defensiva encontró el Barcelona uno de sus pilares para triunfar. Víctor Valdés sumó su cuarto trofeo Zamora, el tercero consecutivo, como guardameta con menos goles concedidos.

El estilo de juego del equipo, con acumulación de posesión de balón, hace que la tarea defensiva sea mucho más simple y con mejores resultados. Solo Hércules y Real Sociedad le metieron más de dos goles.

El triunfo de un estilo

Fue sin duda, y ya desde el primer partido contra el Real Madrid, el triunfo de un estilo de juego bien definido con rapidez en el robo de balón, mucho toque, efectividad ofensiva y elevación al máximo del concepto de fútbol asociación. Todo interpretado a la perfección por el trío de tenores blaugrana: Messi-Xavi-Iniesta, acompañados por la sinfónica blaugrana que dirigió con batuta firme Pep Guardiola.

La salida de Ibrahimovic la ha suplido con creces la llegada de Villa y Pedro ha ganado peso en el equipo. La lesión de Puyol o el cáncer de hígado de Abidal, felizmente superado por el jugador francés, supusieron pruebas de fuego que la plantilla en su conjunto supo superar a base de unión.

El  maratón de clásicos fue una buena muestra de esa unión y de ese estilo. Lastima que todo el cruce de denuncias y declaraciones posteriores, sobre todo después de la disputa de la eliminatoria de la Liga de Campeones, empañara el espectáculo entre los dos equipos más grandes.

En todo caso, el mundo blaugrana ya celebró como corresponde el éxito. La temporada liguera del Barcelona queda como la certificación de un equipo que marca una época en el fútbol.

Muchos califican a este bloque como uno de los mejores conjuntos, si no el mejor, de la historia. Ahora les falta poner la guinda de la Liga de Campeones para cerrar el círculo.