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La Liga de las estrellas y las desigualdades

  • El bipartidismo Barça-Madrid se ha acentuado esta temporada
  • Más de la mitad de la tabla luchó por la permanencia al final de Liga
  • La llegada de los jeques no ha aportado mayor competitividad

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Real Madrid's  Marcelo fights for the ball with Barcelona's Messi during their Spanish first division soccer match in Madrid
Lionel Messi intenta controlar la pelota ante la oposición de Marcelo.

Punto y final. Se acaba una temporada apasionante, cuajada de grandes partidos, de jugadas brillantes y hermosos goles, de risas y llantos, pero también se acaba una temporada marcada por las grandes desigualdades. La Liga, cada vez más partida, está aquejada de un fuerte bipartidIsmo que va camino de convertirse en crónico.

Las enormes diferencias entre el binomio Real Madrid-Barcelona y el resto de clubes de Primera División ha vivido su capítulo más feroz en la temporada 2010-11, en la que el campeón, el Barcelona, aventajó en cuatro puntos al segundo clasificado, el Real Madrid. Una ventaja normal que se dispara cuando se busca al Valencia, tercero, a 21 puntos del subcampeonato. Es la mayor diferencia entre el segundo y el tercero en toda Europa, si exceptuamos la Liga escocesa, donde el binomio Glasgow Rangers-Celtic se ha distanciado en 29 puntos del tercer clasificado, algo habitual en la isla.

El incesante pulso entre los grandes de España ha abierto un abismo respecto al resto de conjuntos, convirtiendo la Liga en un campeonato, pues, 'a la escocesa'.  

Es espectacular que el Real Madrid y el Barcelona sean los equipos más goleadores de todo el viejo continente (102 y 95 goles, respectivamente), pero no deja de manifestar un modelo deportivo poco competitivo, que trata de armonizar un grupo de clubes que ha pedido un mayor reparto de los beneficios que produce la Liga. 

La confrontación entre los que se llevan la mayor parte del pastel y los que desean una porción más grande ha derivado en varios encontronazos a lo largo del curso liguero, que amenazan con repetirse.

La Liga estuvo a punto de paralizarse el pasado mes de abril, cuando varios clubes, entre los que se encontraban Barcelona, Real Madrid, Valencia o Atlético de Madrid, pidieron al Gobierno un mayor porcentaje de la recaudación por quinielas y apuestas, y la eliminación de la obligatoriedad de emitir un partido en abierto cada jornada.

Villarreal, Real Sociedad, Athletic de Bilbao, Zaragoza, Espanyol y Sevilla, en contra de estas peticiones,  llevaron ante la justicia la petición de una huelga que nunca se llevó a término. Seis equipos que luchan por conseguir un reparto más equitativo de los derechos televisivos para evitar las desigualdades y mejorar su competitividad en España y Europa.

La difícil travesía de la clase media

Con el actual modelo, la clase media necesita dar lo mejor de sí para alcanzar sus objetivos ligueros y ser competitivos en competición europea. Así, se ha dado la paradoja de que más de la mitad de la tabla ha estado implicada en la lucha por la permanencia en las tres últimas jornadas.

Entre los más beligerantes de los aspirantes a romper el bipartidismo se encuentra el Sevilla, cuyo presidente, José María del Nido, no se ha cortado al calificar de "pringá" el reparto televisivo y ha llegado a proponer la creación de una Liga sin Barcelona ni Real Madrid.

Sin embargo, las diferencias económicas encuentran su lado más negativo en aquellos equipos que sufren para sobrevivir. A aquellos que tienen que acogerse a la Ley Concursal y que luchan en el campo para evadirse de la batalla perdida en los despachos. Otro lío a la vista para la próxima temporada, cuyo inicio está en el aire por la advertencia de la AFE, que ya ha asegurado que "si los jugadores no cobran, no empieza la Liga".

Al rescate de las quiebras futbolísticas han llegado este año, como novedad tras sus incursiones en la Premier inglesa, los millones de los jeques árabes, que se han hecho con el Málaga y preparan el desembarco en Getafe, o el éxotismo del acaudalado indio Alí Sayed en el Racing, eso sí, no exento de nuevas polémicas por sus retrasos en el pago a los jugadores.

Ali Sayed y Abdullah Bin Nasser Al-Thani han seguido la senda de otros magnates que han intentado hacer fortuna deportiva y económica con equiupos de fútbol.

La aparición de un caso Manchester City en España podría aumentar la competitividad de la Liga, a pesar de que hasta ahora su incidencia tan solo ha permitido la salvación del Málaga, cuyo equipo ha subido en kilates con los fichajes rutilantes del jeque, pero no ha dado el salto de calidad esperado.