Enlaces accesibilidad

Valdano y Mourinho, una historia de "recaditos" y "decibelios"

  • La tensión entre ambos existió desde el anuncio del fichaje de Mou
  • El portugués siempre ha admitido que "no habla" con Valdano
  • Florentino los calificó de "necesarios", pero Valdano ha acabado fuera

Por
Las desavenencias de Mou y Valdano

Valdano y Mourinho, las cabezas visibles del proyecto deportivo del Real Madrid, no podían vivir juntas. Nunca se han llevado bien y nunca lo han ocultado, sobre todo Mourinho, que ha dejado claro en más de una ocasión que la relación con el director general blanco no era la más adecuada, aunque Valdano pretendiera mantener un clima de normalidad.

Muchos han sido los encontronazos y los mensajes lanzados entre ambos durante toda la temporada, que ha acabado con el argentino fuera del club, lo que refuerza la figura del técnico de Setubal, que ha ganado una batalla que arrancó incluso antes de su desembarco en la capital.

La llegada del portugués estuvo marcada por un artículo en el que Valdano criticaba la táctica de su nuevo compañero de trabajo. Así, en la rueda de prensa de presentación de Mourinho ya se pudieron ver los primeros roces. El director general, "para resolver la morbosidad reinante", admitió que no había ningún problema y que el tema del artículo lo habían resuelto tres años antes.

Valdano se justifica ante Mourinho

Sin embargo, cuando Mourinho se puso manos a la obra, se encontró con carencias en el ataque, por lo que pidió a la directiva blanca un '9', ya que si alguno de sus delanteros se lesionaba, tendrían problemas. El 'no' fue rotundo. Mourinho lo aceptó, agredeció el esfuerzo económico realizado para fichar a nuevos jugadores y se resignó a no salirse con la suya en esta ocasión.

Mou, Valdando y los "perros y gatos"

Con el frío las ideas del técnico cambiaron. El portugués dio por cerrada la plantilla y aseguró que "no quería a nadie en el mercado de invierno salvo que sucediese algo anormal". Aún así, entre risas, Mourinho dejó caer un cierto interés por el jugador del United, Rooney, y lanzó un mensaje. "Rooney no me ha llamado y tiene mi número".

Esta parte de la historia tuvo lugar en octubre, tiempos felices para el Madrid que todavía contaba con un Higuaín en perfecta forma física. La mala suerte se cruzó en el camino del argentino y se lesionó.

Comenzaba así la historia de los perros y los gatos. El portugués sacó a la palestra de nuevo su petición pendiente de que le faltaba un delantero; quien avisa no es traidor. Aún así, Mourinho aseguró que "del mismo modo que no he llorado nunca en seis meses por no tener a Kaká, no puedo estar hablando de Higuaín".

El técnico no pidió nada, se dedicó a hablar de su equipo con curiosas metáforas de animales, pero aprovechó la ocasión para mandarle un mensaje a Valdano. "En este momento, si tengo que hacer la segunda mitad de la temporada solo con Benzema, será todavía mucho más difícil. Pero hay que preguntar al director general, que puede comentar la opinión del club".

El argentino respondió criticando que Mourinho pidiera un delantero mientras dejaba sentado a Benzema en Almería: "Mourinho tenía un 9 y estaba en el banquillo", algo que sentó fatal al portugués, que aseguró que está "mayor para recaditos por la prensa".

Finalmente, llegó Emmanuel Adebayor, una petición expresa de Mourinho, y Valdano se sentó junto al togolés en su presentación, dando la razón a Mourinho en la necesidad de un '9', pero traspasandole la responsabilidad: "Ahora es Mourinho quien va a tener que administrar los tiempos". Tres días después, el entrenador admitió que no hablaba con Valdano, lo hacía "directamente con el presidente".

La selección portuguesa y 'el Príncipe de Asturias'

Aunque en lo deportivo las cosas empezaban a marchar, octubre no fue un buen mes para Mourinho, ya que hubo demasiadas polémicas para esos 31 días. La selección portuguesa viajó a Madrid para llegar a un acuerdo con el técnico, porque sus paisanos querían que Mourinho entrenase al equipo en los dos partidos de la fase de clasificación para la Euro 2012, contra Dinamarca e Islandia.

Parecía que todo iba sobre ruedas, pero ser entrenador del Madrid no casaba con el pluriempleo estacional, y comprometía demasiado la imagen del club por lo que, de nuevo a regañadientes, Mourinho tuvo que quedarse en casa y recibió otro 'no'. Mourinho estaba triste y resignado: "No tengo derecho a pedir nada al Real Madrid". Por su parte Jorge Valdano no dio pie a más habladurías "el tema de Mourinho y Portugal lo damos por zanjado".

Parece que la historia va de negativas; si no es por un lado, es por el otro. Esta vez fue Mourinho el que se negó a que sus mundialistas fueran a la gala para recoger el 'Principe de Asturias'. No es que el luso tuviera nada en contra de este premio, pero el técnico quería tener descansados a todos sus internacionales para el partido contra el Racing de Santander, que se jugaría justo al día siguiente del evento.

Sólo un día después, el director general blanco no se lo pensó y desdijo al técnico, afirmando que iría Iker Casillas como capitán de la selección española.

Esta vez, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, tuvo que intervenir y convocó al técnico a una reunión para explicarle la "importancia del premio para los españoles". Mourinho negoció y ambos llegaron a un acuerdo. "El presidente me ha prometido un avión privado para Casillas y que no acudirá a ningún acto anterior ni posterior a la ceremonia".

Apoyos públicos

Como no todo van a ser desencuentros y malas caras, también han existido momentos de 'amor' en la historia que desde mayo escriben juntos el Madrid y Mourinho. En la bronca que protagonizaron el entrenador portugués y el técnico del Sporting de Gijón, Manuel Preciado, el directivo argentino salió en defensa de Mourinho y aseguró que "hace falta más valentía para pedir perdón que para llamar canalla".

También han hablado en su favor el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, quien para no avivar la polémica aseguró que Mourinho se comporta así "porque es su forma de ser", Casillas indicó que "Mourinho y Valdano quieren lo mismo" o del propio Florentino Pérez, que apuntó que "Mourinho y Valdano son necesarios y compatibles", llegando a afirmar que no tenía "previsto" que se fuera "ninguno de los dos".

Sin embargo, las brasas de la hoguera nunca se enfriaron totalmente y, con la temporada practicamente terminada, Mourinho optó por el silencio y Valdano aplaudió la decisión: "Me parece importante que Mourinho baje el nivel de decibelios". Esta vez, la opinión del portugués llegó a través de su portavoz: "Jose hará ruido cuando quiera hacerlo".

Fue el último capítulo de una intensa guerra dialéctica que ha terminado con Valdano fuera del club. Mourinho, que asumirá presumiblemente la dirección deportiva, podrá seguir haciendo "ruido" con total tranquilidad.