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Blatter, reelegido presidente de la FIFA

  • El suizo, de 75 años, afronta su cuarto mandato al frente de la organización
  • Blatter era el único candidato después de que su oponente fuese inhabilitado
  • Reelegido con el 92% de los votos, promete una mayor transparencia
  • Las sedes de los mundiales se decidirán en el pleno del Congreso de la FIFA

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Blatter, reelegido presidente de la FIFA

Joseph Blatter (Suiza, 1936) ha sido reelegido para un cuarto mandato al frente de la FIFA, en una votación a la que concurrió sin oponente, después de que fuese inhabilitado de forma provisional, por supuesta corrupción, el catarí Mohammed Bin Hamman, que había expresado su intención de presentarse a la elección.

Al mando desde hace trece años de la institución considerada como la más poderosa del planeta en el mundo del deporte, Blatter fue ungido nuevamente como presidente para el periodo 2011-2015 con 186 votos de un total de 203 emitidos, el 92% del total.

"Les agradezco su confianza, de todo corazón. Juntos vamos recorrer los próximos cuatro años, siempre y cuando Dios me conceda la vida, la energía y la fuerza de continuar", ha afirmado Blatter tras informarse del resultado de la votación secreta.

El presidente ha comentado sentirse "satisfecho" de que la institución haya restablecido su "unidad y solidaridad", al tiempo que prometió llevar "al barco de la FIFA a aguas claras y transparentes".

Sin embargo, ha reconocido que esto no podrá hacerse de la noche a la mañana pero "lo vamos a hacer".

Blatter hacia alusión así a la sucesión de denuncias de corrupción que empañaron el proceso electoral en la FIFA y que, entre otras cosas, llevaron al retiro hace cuatro días del único candidato alternativo, el catarí Bin Hamman.

Este fue acusado por uno de sus colegas del Comité Ejecutivo de la entidad de haber ofrecido sobornos a cambios de voto para la candidatura de Qatar, que finalmente fue elegida para organizar el Mundial de 2012.

Blatter emprenderá su cuarto periodo como presidente, con lo que estará 17 años al frente de la FIFA, a la que ha prometido encaminar hacia un proceso de reformas a fondo.

Cambios importantes

Minutos antes de dar por clausurado el Congreso, Blatter ha propuesto que los delegados emitieran un voto en relación a sus tres propuestas fundamentales: dar al Congreso, integrado por 208 federaciones nacionales, el poder de elegir las sedes de los mundiales, reforzar la Comisión de Ética y crear un Comité de Soluciones que enfoque su trabajo en resolver la crisis generada por las recientes denuncias de corrupción. El Congreso las aprobó por 176 votos frente a 4 en contra.

El cambio más significativo que ha planteado el suizo es que la designación de las sedes de los mundiales de fútbol, actualmente prerrogativa de un Comité Ejecutivo compuesto por 24 personas, recaiga en el pleno del Congreso de la FIFA. Esa decisión se tomará en base a una lista corta de países candidatos que presentará el referido comité.

Asimismo, Blatter ha ofrecido una reforma de la Comisión de Ética que consistirá, principalmente, en que sus miembros sean elegidos también por el pleno del Congreso. Actualmente, los integrantes de este órgano son elegidos por el presidente de la FIFA.

Blatter también se ha comprometido a promover la creación de un "Comité de Soluciones" para investigar las actuales acusaciones de corrupción que pesan sobre la institución, evaluar si ésta ha reaccionado apropiadamente y plantear correcciones al sistema de control interno.

Ese órgano, debería estar presidido por una personalidad eminente y contar con el apoyo de expertos ajenos a la FIFA, aunque ha recalcado que sería una estructura perteneciente a la institución "porque los problemas hay que resolverlos desde dentro". Blatter ha afirmado que este comité especial tendría la potestad de convocar un Congreso extraordinario "para resolver los problemas pendientes".

Blatter también se ha referido a la necesidad de luchar contra los partidos amañados y mencionó que, con este fin, la FIFA ha cerrado un acuerdo con Interpol. Sostuvo que la pérdida de credibilidad frente a los hinchas del fútbol que genera ese "acto delictivo" es un "peligro real".