Dallas recibe a los campeones de la NBA
- El dueño de los Mavs pagará todos los festejos que se le hagan al equipo
- La derrota de los Heat ha dejado en el aire el futuro de Spoelstra
La hora de la celebración como ciudad campeona llegó de nuevo para Dallas con el título de la NBA que lograron los Mavericks al vencer a los Heat de Miami, que no tienen nada que celebrar sino por el contrario algunas interrogantes importantes que responder.
Aunque por lo visto en un anuncio pagado a toda página del periódico local "Miami Herald", los campeones han sido los Heat, equipo al que felicitan por la victoria y el haber conseguido el título. Como es lógico se trató de un error humano que dio por garantizado que los Heat iban a ser los campeones, un convencimiento que también tenían la mayoría de los residentes de Miami.
El anuncio de página completa en la edición del lunes del "Miami Herald" dice textualmente: "Felicidades Miami". Va acompañado con fotos de camisetas y gorros de una famosa tienda y el logo de campeones de la NBA. Pero para más contrariedad y frustración es que el anuncio sale debajo de una nota que hace la reseña de la derrota de los Heat.
Como era de esperar tanto el periódico como la importante tienda que patrocinó el anuncio pidieron ya disculpas por el error desafortunado que de alguna manera reflejó también el estado ánimo de los seguidores de los Heat.
Sin embargo, la derrota de los Heat, que perdieron la serie de la Finales por 4-2 al mejor de siete partidos, después que en el sexto cayeron derrotados 105-95, también ha dejado interrogantes deportivas sobre la labor de alguna de sus estrellas y especialmente del entrenador Erik Spoelstra.
Los Heat, que tuvieron todas las opciones para haber viajado a Dallas con la ventaja de 2-0, permitieron la mayor remontada en la historia de las Finales al dejarse arrebatar 15 puntos y 6:40 minutos para concluir el segundo partido, que iban a perder.
Un parcial de 22-5 iba a ser la causa de los males que comenzaron a sufrir las estrellas de los "Big Three", encabezadas por LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh, para al final seguir sin reaccionar en los momentos decisivos del resto de los partidos, con la excepción del tercero que fue el otro que pudieron ganar.
El futuro del entrenador de los Heat
La desaparición de las figuras en los momentos decisivos tuvo mucho que ver en la manera como Spoelstra manejó los tiempos y la estrategia cuando estaban en el campo. La imagen de derrota del propio Spoelstra y triunfo completo del entrenador Rick Carlisle, de los Mavericks, fue cuando en los últimos minutos del sexto partido pedía a gritos que hiciesen falta personal a los jugadores del equipo tejano y nadie dentro de su equipo lo consiguió.
Además, Spoelstra no fue capaz de encontrar el equilibrio y la mejor producción de James, Wade y Bosh cuando los tres estuvieron juntos en el campo durante toda la temporada, pero especialmente en las Finales.
Las estadísticas confirmaron que cuando los tres estaban al mismo tiempo en el campo su rendimiento no fue el mejor y James sin Wade en el campo junto a Bosh fue mucho más productivo.
Ahora la gran interrogante para los Heat es saber si Spoelstra va a seguir en el cargo, si el presidente del equipo Pat Riley se motivará a volver al banquillo o si tal vez decide hacer un cambio en el puesto de entrenador.
Fiesta en Dallas
Mientras tanto, en Dallas recibieron a sus héroes deportivos con todos los honores a su llegada al aeropuerto de Love Field y el dueño de los Mavericks, Mark Cuban, ya adelantó que todos los festejos y desfiles que se le hagan al equipo por la ciudad serán pagados con dinero de su bolsillo.
Una decisión que vuelve a crear un precedente dentro de la NBA y en especial en la filosofía del comisionado David Stern, que siempre ha sido participe de que sean las autoridades locales las que costean con los impuestos de los ciudadanos la construcción de nuevos campos y desfiles de los campeones.
Cuban también tiene pensado varias modificaciones en cuanto a los anillos que debe recibir el equipo como campeones de la NBA, además de mostrar una imagen libre de prejuicios como aparecer con el trofeo Larry O'Brien de campeones en la mano y un puro habano en su boca mientras bajaba del avión. Antes ya había escrito en su "Twitter" que había sentido una sensación muy "rara" cuando se puso a descansar en la habitación del hotel y a su lado tenía el trofeo.
Lo mismo les sucede a los residentes de Dallas que vieron que por primera vez en los 31 años de historia del equipo lograron el primer título de liga y superaron la frustración de la derrota sufrida en las Finales del 2006 ante los Heat, que les arrebataron el título de campeones.
La ciudad tejana tampoco celebraba un título de un equipo profesional campeón desde 1999 cuando el equipo de hockey sobre hielo de la NHL, los Dallas Stars, ganaron la Stanley Cup. Los Vigilantes de Texas, del béisbol profesional de la Liga Americana, el pasado otoño disputaron también su primera Serie Mundial, pero la perdieron frente a los Gigantes de San Francisco, los campeones de la Liga Nacional.
"Ahora somos ya una ciudad de campeones y Dallas se lo merecía", declaró el ala-pívot alemán Dirk Nowitzki, el héroe de las Finales de la NBA y ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP). "Ha llegado el momento de la celebración y estamos preparados para hacerlo".