Granada celebra un ascenso histórico con sus héroes
- El Granada entra en la historia al subir a Primera en solo dos temporadas
- 15.000 seguidores reciben a los jugadores en el estadio Los Cármenes
- Los héroes pasearon por la ciudad en un autobús descapotable
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La ciudad de Granada y toda su provincia ha vivido un día de festejos y celebración con los jugadores de su equipo, que han llegado a la ciudad en un autobús descapotable, para celebrar el logro de su equipo que ha regresado a Primera División 35 años después de haber estado por última vez en esta categoría tras empatar a uno este sábado en el Martínez Valero en el partido de vuelta de la eliminatoria final de ascenso.
Unas 15.000 personas han abarrotado el estadio Los Cármenes, donde han jaleado a los futbolistas antes de que iniciaran un recorrido por las principales calles de la ciudad andaluza.
Con camisetas rojiblancas en las que se puede leer "Somos Primera" y las caras pintadas, los jugadores y técnicos del Granada han ido saliendo uno a uno a Los Cármenes, que se ha quedado pequeño. El presidente Quique Pina, el técnico Fabricio "Fabri" González y todos los futbolistas, especialmente el nigeriano Odion Ighalo y el capitán Manolo Lucena han sido los más aclamados en el arranque de la fiesta granadina.
Granada y su provincia se han echado a la calle en esta tarde de domingo para celebrar el éxito más importante del deporte provincial en las últimas décadas, el regreso del Granada CF 35 años después a Primera División. Los futbolistas han sido recibidos en el Ayuntamiento de Granada, donde han vuelto a saludar a los aficionados y, posteriormente, se han desplazado hasta la Fuente de las Batallas, donde anoche 25.000 espectadores festejaron el ascenso de los suyos.
Para este lunes quedará la visita del Granada CF al templo de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad, para ofrecerle el ascenso a Primera División y el recibimiento por parte de otras instituciones como la Diputación Provincial y la Junta de Andalucía.
Larga noche de celebración
Durante la madrugada del sábado al domingo, unos 25.000 hinchas se han congregado en la céntrica Fuente de las Batallas para festejar el ascenso del Granada CF a Primera División, para festejar el logro más importante del deporte granadino en las últimas décadas.
El club rojiblanco se ha convertido en el primer equipo que en el siglo XXI logra pasar directamente en dos temporadas desde Segunda B hasta Primera, ya que al ascenso alcanzado la pasada campaña en el campo del Alcorcón ha seguido en la presente Liga el que ha logrado de forma agónica en Elche.
Lo más lamentable de la noche fue la invasión de campo al término del encuentro aprovechada por centenares de aficionados que se dedicaron a agredir a los jugadores del Granada, entre ellos a Ighalo, autor del gol de los andaluces y al portero Roberto, al que le dieron un puñetazo.
La intervención de las fuerzas del orden público impidieron que las cosas fueran a mayor y el Granada terminó celebrando la victoria en el vestuario donde continuó la tangana y las descalificaciones entre jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos.
El éxito de una pequeño gran equipo
La fortuna esta vez no ha dado la espalda al murciano Quique Pina, actual presidente del Granada CF que se había quedado en dos ocasiones, en ambos casos acabó cuarto en una Liga que ascendía a los tres primeros, a punto de subir a Primera División con el extinto Ciudad de Murcia.
Este es el quinto ascenso logrado por el conjunto andaluz a la elite del fútbol nacional tres décadas y media después de haber conseguido el último y ha llegado cuando cumple 80 años después de completar una campaña espectacular.
Con el apoyo en todos los sentidos de la familia Pozzo, dueña del Udinese italiano, Pina y su director deportivo, Juan Carlos Cordero, conformaron para el estreno en Segunda una plantilla formada por futbolistas ascendidos desde Segunda B que han dado un gran rendimiento (Mainz, Nyom, Lucena o Dani Benítez) y fichajes que se han destapado (Roberto, Siqueira, Mikel Rico o Geijo).
La sabia dirección, unida a una perfecta mano izquierda con un vestuario nada fácil, del veterano técnico gallego Fabri González pronto llevaron al Granada, pese a perder sus tres primeros partidos ligueros, a ser el equipo revelación de Segunda.
Con Los Cármenes prácticamente lleno en cada jornada y una afición entregada, el equipo rojiblanco ha sido una apisonadora como local esta campaña, aunque su irregularidad como visitante le impidió pelear por el ascenso directo y le llevó a unas eliminatorias en las que despachó con un enorme sufrimiento tanto al Celta como al Elche.
Ahora, al Granada le espera otro duro partido, el de concluir su reconversión en Sociedad Anónima Deportiva y concluir de forma exitosa la fase concursal que atraviesa la entidad para poder mantenerse en Primera, la categoría ansiada por un club octogenario que sigue festejando una de las mayores alegrías de su historia.