El Paso del Gois, el Tour camina entre las aguas

• Belleza y crueldad se unen en el singular inicio del Tour 2011
• Una caída a su paso en 1999 lastró las opciones de Alex Zülle
• Armstrong sacó tajada del percance en el inicio de su primer Tour
• Repasa lo mejor de la historia del Tour de Francia

El Paso del Gois, en 1999

Bello y cruel, el paso del Gois ha sido elegido como escenario de lujo para el pistoletazo de salida del Tour de Francia 2011. Un lugar excepcional que no ha visto pasar al Tour desde 1999 y que regresará al primer plano de la ronda gala, si la marea lo permite. [Así es la etapa Passage du Gois-Mont des Alouettes, según Carlos Sastre]

Únicamente transitable cuando el mar se retira, este tramo asfaltado de 4,5 kilómetros que conecta el continente con la isla de Noirmuitier, es uno de los enclaves turísticos más destacados de la región de la Vendée y su singularidad estará siempre acompañada del riesgo a las temibles caídas. Una, la más recordada, acabó con el suizo Alex Zülle por el suelo, entre piedras, barro y mejillones.

Era solo la segunda etapa del Tour '99 y cerca de 25 corredores se fueron al suelo a las primeras de cambio. El asfalto, humedo, provocó la caída, que se cobró dos abandonos, Marc Wauters y Jonathan Vaughters, y quién sabe si el Tour de Zülle. 

Tras la caída, el pelotón se dividió en cinco grupos y el suizo, que perdió sus gafas, se quedó cortado. La ONCE y el US Postal de Armstrong, ya de amarillo, lanzaron la carrera y Zülle llegó a meta en un grupo que cedió seis minutos, a la postre definitivos en su lucha por el triunfo final.

Su último gran Tour

Ya en la última fase de su carrera, el dos veces ganador de la Vuelta llegó al Tour como jefe de filas de Banesto, después de su desagradable experiencia con el caso Festina en 1998. Sin embargo, una vez más, una caída se cruzó en la vida del 'topo suizo', como le apodaba la prensa italiana, y su mejor actuación en una ronda gala quedará siempre vinculada a su caída en el Paso del Gois.

Después de una meritoria remontada, Zülle igualó su mejor puesto en un Tour y finalizó segundo en la clasificación general, a 7' 37" de Armstrong, que se hizo con su primer Tour, aquel que, según L'Equipe, corrió dopado. Aunque puede que nunca sabremos si la EPO le ayudó a subirse a lo más alto del podio de París, lo que nadie podrá negar es que el Paso del Gois allanó su camino a la capital francesa.

"Es un paso peligroso, rápido y nervioso, donde puede pasar de todo". Así definió el ciclista estadounidense el Paso del Gois a la televisión francesa aquel día a su llegada a meta. Once años después, nada indica que el regreso a la Vendé vuelva a tornarse decisivo, aunque el pelotón deberá rodar con 'pies de plomo' para evitar una sorpresa desagradable 'a lo Zülle'.